sábado, 8 de noviembre de 2025

El lobo en la zona fronteriza de Cuenca y el área de Requena-Utiel. Apuntes de toponimia

La historia de buena parte de lo que hoy denominados como la comarca de la Plana de Utiel-Requena, es imposible desligarla del territorio conquense. De ahí que si pretendemos estudiar la presencia del lobo en estas tierras siglos atrás, es necesario hacerlo desde un marco territorial que englobe todo en su conjunto, y donde la presencia de este animal fue una realidad incluso hasta entrado el siglo XX.

Para ahondar en la cuestión, es imposible no tener presente el estudio publicado por Ignacio Latorre (2018), donde el autor analiza la historia de la evolución de este animal a lo largo de la Meseta de Requena-Utiel.

El término municipal de Requena abarca un amplio entorno y por ende de diferentes topónimos relacionados con este animal, como ocurre con el caso del Azagador del Lobo, el Barranco de Lobero y la Casa del Lobero. Al respecto, Madoz dice de este lugar que se ven “algunas cabras monteses, corzos, zorras y lobos”. Algo similar sucede con Utiel donde veremos algunos nombres como el de la partida de La Lobera y el Matorral de la Loberuela.

Ignacio Latorre (2018, 420) comenta sobre las medidas llevadas a cabo para reducir la presencia de este animal, que “a partir del primer tercio del siglo XVII, el pago de la captura de lobos se realizaba no con el dinero de propios del Ayuntamiento, sino con el reparto de gastos entre los ganaderos locales y foráneos, que pagaban acorde con la magnitud de su rebaño. Así lo indica la provisión real de Felipe IV de 8 de febrero de 1634, dirigida al corregidor de Requena, a partir de una petición de Diego García de Menaca, en nombre del Concejo de Requena, que había manifestado que en el término de Requena iban muchos ganados a pastar y que debido a las características montuosas y quebradas del territorio habían muchos lobos, zorras y otros animales dañinos”.

La localidad de Camporrobles también posee algunas designaciones alusivas al cánido, como ocurre en el caso de la pedanía de La Loberuela, además de la Hoya de dicho nombre. En Sinarcas conocida es la historia del “lobo de la ras” y que sirve para situar la presencia de esta especie en pleno siglo XX, tal y como relata en su obra Eliseo Palomares (1981), además del antiguo caserío de Lobos-Lobos, debido a que antaño estos cánidos abundaban en la zona. 

Sabemos que al lado de este caserío existirá una fuente, que permitirá un flujo de agua permanente, que obviamente atraerá más si cabe a estos animales hacia la zona. Cabe sumar que además del barranco de mismo nombre, alrededor existía un área boscosa, que ayudaba a que antaño el lobo se mantuviera por estos entornos.

Caserío de Lobos-Lobos (imagen del autor)

Sobre Lobos-Lobos, Eliseo Palomares (1981, 305), comenta que debe su nombre a la abundante presencia de lobos en las inmediaciones del lugar. El autor indica que todavía es frecuente oír hablar a los ancianos de las andanzas del famoso lobo de la Ras, que se presentaba a la hora de comer donde estaban comiendo las gentes campesinas y no se marchaba hasta que le echaban algo de comida”.

Pensamos que tampoco es un hecho casual que en Sinarcas exista una ermita dedicada a San Marcos Evangelista, el cual como recuerda la tradición cristiana, es una advocación a la que se le invocará para la protección del ganado contra los ataques de alimañas. 

Pinar en la entrada al caserío de Lobos-Lobos (imagen del autor)

Madoz dice que en Venta del Moro: “se cría ganado lanar y cabrio, y alguno de cerda, caza de liebres, conejos, perdices, cabras monteses, corzos y lobos”. De la misma forma, nos llama mucho la atención, la trama urbana originaria de la localidad de Fuenterrobles y que Ignacio Latorre (2018 441) recoge en su artículo, la cual estaba diseñada para guarecerse de las inclemencias y especialmente ataques de animales como este, y que nos recuerda a las acciones preventivas que como ya hemos comentado más de una vez, se llevaron a cabo en los municipios castellonenses de Fredes y Bel.

Ignacio Latorre, a través de los datos que recopila del cronista Fernando Moya Muñoz, relata como algunos puntos del urbanismo de Fuenterrobles, obedecen a unas pautas de protección contra este tipo de animales, con residencias que se sitúan alrededor de un corralón con varias entradas, para así tener este bien seguro y aislado de la entrada desde el exterior de alimañas. Indica que: “las ventanas al exterior eran muy pequeñas para que ni siquiera por los ventanucos pudieran entrar los lobos. La memoria oral se retrotrae al siglo XIX y recuerda como en los nevascos, cuando el pueblo estaba aislado, se acercaban los lobos y otros animales al pueblo rascando las puertas y casas buscando comida, por lo que se dejaban los mínimos vanos al exterior” (Latorre, 2018, 441). Este fenómeno también se puede advertir en el barrio de Turquía (San Antonio) y en Venta del Moro (Latorre, 2018, 442), en el caso de este último municipio, “con veinte callejones sin salida y encerrados en sí mismos, se puede explicar en parte como medio de protección contra animales dañinos. De hecho, muchos de ellos se cerraban por las noches y conservan la estructura de las puertas”.


La Loberuela (imagen del autor)

De nuevo Ignacio Latorre, comenta precisamente sobre Venta del Moro, debido a la continua problemática que tenían con los lobos, que incluso una niña llegó a morir a finales del siglo XIX, posiblemente por el ataque de uno de esos animales: “Una de las últimas noticias sobre el lobo en la comarca nos la aportó el diario requenense “El Eco de la Región” en su número del 24 de junio de 1894: “En el término municipal de Venta del Moro un pastor encontró días pasados un hueso y una alpargata, que al parecer pertenecen a la niña Ángela Valiente, de dos y medio años de edad, y natural del mismo pueblo, extraviada hará unos dos meses. Se supone fue devorada por algún lobo u otro animal de esta especie”.

No podemos pasar por alto el nombre de una pequeña aldea denominada como “La Loberuela”, denominación a nuestro juicio, bastante indicativa de la relación de este animal con dicho lugar. La mención de topónimos en algunos municipios del área conquense es bastante alusiva, como veremos en La Pesquera con el Rincón del Lobo, el Vallejo del Lobo en Enguídanos, en Mira el Charco de los Lobos, en Talayuelas la partida de La Lobera o la Hoya del Lobo en La Puebla del Salvador.

Respecto este área conquense, también contamos con los datos que nos aporta Madoz, donde leemos de Enguídanos como este comenta que “hay muchas liebres y conejos, algunos ciervos y corzos y no pocos lobos y zorras”. Sobre Minglanilla indica que “se cría ganado lanar y cabrio; caza de liebres, perdices, conejos, algunas cabras monteses, lobos y zorras”, mientras que de Aliaguilla añade que “abundan los pastos y la caza de perdices y liebres, sin que falten algunos conejos, lobos, corzos y venados”.


Zorro (Vulpes vulpes) visto en las afueras de La Loberuela (imagen del autor)

Estas referencias de mediados del siglo XIX junto con las anteriores, dibujan claramente un escenario que confirma como a mediados de esa centuria, esta área geográfica, junto con lo que hoy viene a ser la zona valenciana de Requena-Utiel, era un espacio en el que este animal no era todavía extraño de ver, a pesar de que su población se habría reducido respecto épocas pasadas.

Sobre la presencia del animal en Mira, Latorre (2018, 416), apoyándose en una referencia del Archivo Municipal de Requena, comenta como ya en el siglo XVI “son varios los lobos cazados en Mira por loberos mireños. Además, existía un acuerdo por el cual los lobos cazados en Mira también los pagaba Requena y viceversa (Pago de 200 maravedíes a Juan de Buega, vecino de Mira”.

Como ya hemos indicado en alguna ocasión, el siglo XVIII marcará un punto de inflexión en la evolución de la población de la especie, y es que además de que las políticas de deforestación y que mermaban el espacio ocupado por el animal, cabe incluir un mayor uso de las armas de fuego, que incrementarán la letalidad en las batidas que se realizaban contra estos animales.


Callejones de Venta del Moro (imagen del autor). Todavía pueden apreciarse los diferentes espacios cerrados que han quedado dentro de la trama urbana del municipio, y que antaño podían sellarse del exterior

Calle Huertas de Fuenterrobles (imagen del autor). Esta manzana de casas es un claro ejemplo de la finalidad protectora que antaño tenían este tipo de espacios urbanos

Añade Latorre que “En Hortunas, Fermín Pardo, cronista oficial de Requena, recuerda como en 1952-1953, los mozos de la aldea exhibieron y pasearon incluso un lince capturado vivo que a su temprana edad le pareció de gran fiereza. Era habitual exhibir y pasear zorros, zorras y tasones (tejones) y que los vecinos le dieran la voluntad en forma de dinero a los alimañeros. Las pieles de los zorros servían para confeccionar prendas de abrigo” (Latorre, 2018, 431).  


Barrio de Turquía, en San Antonio de Requena (imagen del autor). De la misma forma que en los casos anteriores, en esta zona de la población, las viviendas y paredes altas se hallaban agrupadas alrededor de una manzana, pudiendo cobijar así corrales interiores

El punto y final a la presencia del lobo en esta zona, Ignacio Latorre (2018-b) comenta que se produjo alrededor de 1952 entre Henarejos y Garaballa, cuando fue abatido el último ejemplar. Este tenía un gran tamaño, siendo visto por muchos vecinos del momento, ya que fue exhibido. Creemos que sería muy pausible pensar que la treintena de cabras que el autor comenta que murieron atacadas un par de años antes en esta misma zona, se debiesen a esta criatura.

David Gómez de Mora

Referencias:

*Latorre Zacarés, Ignacio (2018). “La Meseta de Requena-Utiel: Tierra histórica de lobos”. Oleana: Cuadernos de Cultura Comarcal, Nº. 33, 2018 (Ejemplar dedicado a: I Congreso de Naturaleza, Meseta de Requena-Utiel), pp. 403-460

*Latorre Zacarés, Ignacio (2018-b). Requena (08/05/18). La historia en Píldoras: https://iv.revistalocal.es/columnas/ultimo-lobo/

*Madoz Ibáñez, Pascual (1845-1850). Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar. Madrid

*Palomares Pérez, Eliseo (1981). Sinarcas (Geo-historia, folklore, lenguaje y toponimia). Valencia, 337 pp.

domingo, 2 de noviembre de 2025

Breves apuntes sobre los Alcázar

La historia de la familia Alcázar ya fue tratada en nuestro trabajo sobre los linajes de Verdelpino de Huete (2022), recordando además que Manuel de Parada (2003, 179), indicaba en su artículo sobre el Colegio de San Lucas Evangelista, el testimonio del licenciado don Juan de Torres y Vargas, al mencionar que: los Alcázar son de muy buena familia y que el convento de Uclés prometió el hábito a todos cuando mercó “Buenamesón”, una gran heredad que está en la orilla del Tajo y que fue de estos Alcázar.

La relación de este linaje con Uclés, no cabe duda de que con el paso del tiempo fue muy estrecha. Algo que por ejemplo se revela en el expediente (AHN, nº10747) de don Diego Pérez de Alcázar Torrecilla, quien para ingresar como religioso en la Orden de Santiago, irá recordando los vínculos que su familia previamente había tenido con los integrantes de dicha Orden, siendo el caso de su pariente Domingo de Solera, y con quien tenía en común el apellido Alcázar, ya que las madres de estos eran familiares.

Al mismo tiempo, menciona una larga lista de parientes que habían conseguido servir al Santo Oficio, muestra de la limpieza de sangre que este decía portar, y que, por lo tanto, le servía como credencial para reivindicar su derecho a conseguir el ingreso que tanto ansiaba.

Convento-Palacio de Buenamesón

Otro Alcázar que quería mostrar los vínculos de su familia con la Orden de Santiago fue don Juan José de Alcázar de la Vega y Medina, quien como el anterior, aportará en un expediente (AHN, nº10504), diferentes pruebas que irán en la misma línea que en el caso de don Diego.

Por ejemplo, este argumentará muchos actos positivos, recordando que su familiar, el Ilustrísimo señor Fray Diego Pérez de Alcázar, fue Prior del Convento de Uclés, así como que también era pariente del Ilustrísimo señor Bernabé Cano, este también perteneciente a dicha orden y Prior en ese momento en aquel lugar.

Río Tajo a su paso por las cercanías de Buenamesón

De la misma manera que mencionará al antes referido don Domingo de Solera y Alcázar-Montoya, aquel aportará más nombres de personas destacadas, entre quienes estará el de don Diego Cano Aguilar, quien también obtuvo el hábito de Santiago, así como don Pedro de la Fuente de Alcázar.

Ahora bien, ¿qué era ese lugar de Buenamesón?

Como ya nos recuerda María Pilar Moya en su tesis doctoral “Arquitecturas de conquista”, Buenamesón o Buena-mesón sobre el río Tajo, nunca fue una aldea, sino una heredad, que ya aparece documentada en 1320 (Moya, 2017, 149), estando con el paso de los siglos ligada a Uclés a través de la Orden de Santiago.

La autora nos comenta que: “En la visita de 1537-1538 (Jiménez, Retuerce y Segura 2009, 2:141-206) la heredad fue nombrada como propiedad del priorato y en ese momento los visitadores encontraron tres paradas de molino además de casas, un corral, una fragua y un horno y una casa para las personas que venían del convento” (Moya, 2017, 149).

Parece ser que en el lugar por aquellas fechas no había vecinos, simplemente los colonos a los que estaban arrendadas las explotaciones, habiendo como únicas construcciones “unas casas principales de aposento y recreación del dicho convento; dos casas de paradas de molinos, una con nueve ruedas y otras con dos, un batán, dos casas de servicio para los molinos y el batán y dos casas que se daban al barquero y hortelano de la heredad. No había ninguna iglesia, únicamente una capilla en la casa principal” (Moya, 2017, 149).

Reconstrucción de la casa principal de Buenamesón. Elaboración de María Pilar Moya (Moya, 2017, 300)

Parece ser que algunos relatos sobre los orígenes genealógicos de la familia Alcázar, ahondaban sus raíces, en linajes que poco tendrían que ver con la historia originaria de esta casa. Veremos que la genealogía de esta familia aposentada en la tierra de Huete, en muchos casos nos lleva por varias de sus ramas hasta Rodrigo de Alcázar, un hidalgo de Alcocer, y que a través de su testamento (AHN, Clero Secular), menciona el nombre de algunos hijos e integrantes de su linaje, entre los que aparecerá el de un Ruy Gómez de Alcázar.

Como bien sabemos, muchas veces este tipo de familias que ennoblecían con el transcurso del tiempo, al no ser reconocidas como hidalgas desde tiempos inmemoriales, buscaban todo tipo de estrategias, que les permitiesen demostrar su pertenencia a ese estamento privilegiado, y que siempre era un punto de partida, para alcanzar las pretensiones sociales que sus integrantes ansiaban.

Una de las formas, era la de reflejar la coincidencia de nombres y apellidos entre sus familiares, con los de otras personalidades que en el pasado habían sido reconocidas como pertenecientes al estado noble, validando y reivindicando de esta forma su solera, al tiempo que poder esquivar cualquier tipo de acusación que recayese sobre estos, pues siempre existía el peligro de que alguien sospechase o recordase el verdadero origen genealógico del apellido que portaban. Tengamos en cuenta que por aquellos tiempos, el arrastrar un vínculo de sangre con una familia cuyos antepasados habían sido conversos, era siempre un problema que incluso afectaba a la descendencia de la casa, a pesar de que hubiesen trascurridos muchas generaciones.

No debemos de olvidar el nombre de un caballero que portaba entre sus apellidos el de “Alcázar”. Concretamente se tratará del noble don Ruy Gómez de Alcázar (yerno de Antón Díez de Ríos), tras casar con doña Constanza. Estos eran vecinos de Cifuentes, y la documentación recuerda que en el siglo XV vendieron el lugar de Cívica a los monjes de San Blas de Villaviciosa.

Cívica

Obviamente, la coincidencia de nombres de personajes con un mismo apellido a lo largo de una familia en diferentes generaciones (al margen de posibles coincidencias), fue como hemos visto una estrategia que permitirá a descendientes de linajes como el de los Alcázar de Huete, el poder invocar un lazo familiar, que por ejemplo en este caso, le valía a más de uno el dar a entender, que estos guardaban nexos de sangre con los antiguos poseedores de aquel lugar, y que en el caso que nos ocupa se halla en las tierras de Guadalajara (estando hoy adscrito como pedanía de Brihuega).

Cívica

Consideramos necesario comentar que, en algunas de las partidas sacramentales de municipios como Huete, Caracenilla y Verdelpino de Huete, hemos comprobado que por las líneas genealógicas de este apellido, se invoca un origen con el citado Rodrigo de Alcázar, que automáticamente a muchos de estos les sirvió para ser reconocidos como miembros del estado noble.

Cívica

Ahora bien, es importante matizar que hemos apreciado como será a partir de los siglos XVII y XVIII, cuando algunas de esas ramas mejor aposentadas, comenzarán a invocar una nobleza, que antes nunca se les había sido reconocida en los documentos de la época, por no haber sido anteriormente hidalgos. Algo que apreciaremos en el caso de los Alcázar-Montoya, quienes antes de incorporar el apellido Montoya, salta a la vista por la documentación que hemos trabajado, que pechaban como la mayoría de la gente.

Este tipo de estrategias de crecimiento social, serán habituales entre las élites del territorio conquense, tal y como hemos podido comprobar en variopintos linajes pertenecientes a diversos enclaves, tanto de la tierra de Alarcón como de Huete.

David Gómez de Mora

Cronista Oficial de Verdelpino de Huete


Bibliografía y fuentes documentales:

*Gómez de Mora, David (2022). Historia y linajes de Verdelpino de Huete, 198 pp.

*Moya Olmedo, María Pilar (2017). Arquitecturas de conquista. La arquitectura de la Orden de Santiago, la reconquista de la Encomienda de Uclés; y la arquitectura de conquista de Nueva España. Tesis doctoral. Madrid: Universidad Politécnica de Madrid, 2017. Disponible en: https://doi.org/10.20868/UPM.thesis.48002.

*Parada (de) y Luca de Tena, Manuel (2013). “El Colegio de San Lucas Evangelista”. Anales de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía, vol. VI (2000-2001), pp. 155-189

*Archivo Histórico Nacional. Clero secular, 1969. Testamento de Rodrigo de Alcázar, año 1594

*Archivo Histórico Nacional. Expediente de pruebas de Juan José de Alcázar de la Vega y Medina, para el ingreso como religioso de la Orden de Santiago. Nº10504

*Archivo Histórico Nacional. Expediente de pruebas de Diego Pérez de Alcázar de Torrecilla y Pérez, para el ingreso como religioso de la Orden de Santiago. Nº10747

miércoles, 29 de octubre de 2025

El lobo siglos atrás en la zona de La Serranía de Valencia

La presencia del lobo en muchos puntos del interior de las tierras de la provincia de Valencia fue una realidad hasta principios del siglo XX, y que todavía se aprecia en la toponimia de bastantes localidades.

A falta de un mayor conocimiento de la toponimia local que nos permita aportar más nombres relacionados con este cánido, la lista que poseemos hasta el momento no es escasa. Cabe recordar que esta se puede consultar en la obra del Corpus Toponímic Valencià, donde se recoge de forma detallada los diferentes topónimos que se han conservado hasta la fecha en cada uno de los enclaves del territorio valenciano.

La elevada cifra de nombres relacionados con el lobo se debe a la abundancia de la especie en una de las comarcas interiores de la provincia, que por sus características geomorfológicas, fomentaría más si cabe su resistencia, a pesar de la persecución a la que fue expuesto.

Las zonas montañosas con terrenos de difícil acceso, la presencia de abundantes barrancos cercanos a puntos de agua, y el mantenimiento de zonas boscosas que este aprovechaba como refugio, le permitieron alargar su existencia, a diferencia de otros lugares donde antes ya acabó desapareciendo.

Hoy hablar del lobo en estos lugares, es hacerlo de una criatura que nadie ha llegado a conocer, a diferencia de cuatro o más generaciones atrás, donde la gente que vivía en el campo, entendía a la perfección la importancia de la agricultura y especialmente la ganadería, por ser estas las principales fuentes de alimento que sustentaban a la población, siendo por ello este animal una amenaza de cara a los intereses de esos habitantes que dependían de aquel sustento.

Las políticas de caza, con batidas que paulatinamente fueron reduciendo la cifra de lobos, incluirían también otras especies que fueron consideradas como nocivas para el mantenimiento de explotaciones animales, siendo este el caso del zorro o el gato montés.

Esa visión negativa, que afectará especialmente a la supervivencia del lobo, se deberá a los daños que ocasionaba en corrales, caseríos o pequeños núcleos poblacionales en medio del campo, donde las incursiones hasta esos puntos o zonas de pasto, solían ser frecuentes.

Vistas desde Alpuente (un enclave montañoso donde los lobos fueron vistos hasta las primeras décadas del siglo XX). Imagen del autor

Como era costumbre en las localidades de antaño, los lobos cazados eran muchas veces expuestos de pueblo en pueblo, especialmente cuando se trataba de piezas de gran tamaño, así como también si previamente se sabía de la existencia de daños ocasionados por estos en esos lugares.

Si nos ceñimos a la toponimia de la zona, veremos la variedad de parajes que nos recuerdan tantos puntos en los que estos aparecían, así como lugares donde se colocaban trampas para dar con ellos.

Los aullidos nocturnos, su presencia recurrente en un espacio concreto, o simplemente una aparición fortuita, acompañada de un relato o una leyenda, eran muchas veces motivos suficientes para designar un enclave con el nombre de ese animal.

En Gestalgar es conocido el Alto de la Lobera, además de la Ceja de la Lobera o la partida de La Lobera. Igualmente en Chulilla, veremos otro punto designado como el Alto de la Lobera y la partida de Cantalobos. En Andilla también existe un paraje denominado como La Lobera, así como en Domeño el Barranco del Lobo y el área de Cantalobos.

Evidentemente, las localidades de Chelva y Tuéjar tampoco se quedaban cortas en cuanto a la presencia de este tipo de designaciones, siendo en el caso de la primera la zona del Barranco del Lobo y La Lobera, mientras que en Tuéjar tendremos de nuevo la zona de Cantalobos, el Barranco del Cavo de los Lobos y el Corral de Lobera.

Si nos adentramos tierras adentro, veremos que incluso el propio Madoz en su diccionario geográfico de mediados del siglo XIX, de Alpuente llega a indicar que “también abunda en los montes la caza de liebres, conejos y perdices, y algunos lobos y zorras con otros animales dañinos”.

El poblamiento diseminado en aldeas y caseríos era un elemento a favor para aquellos lobos que merodeaban la zona, especialmente en épocas de nevadas o escasez de comida, puesto que aquellos animales se acercaban hasta estos puntos. Un ejemplo será la hoy despoblada aldea de Cañada Seca (en la zona de Alpuente). Esta zona era un lugar habitado por pastores, donde mayoritariamente se guardaba en sus corrales cabras y ovejas.

Cañada Seca (imagen del autor)

Este tipo de corrales eran zonas que los cuidadores de los animales vigilaban con mucho recelo, pues eran habituales las incursiones de lobos hasta ese lugar. Por esta razón veremos corrales bien sellados, además de sistemas seguros que garantizaran el cierre de las casas, con paredes prácticamente sin orificios, para que así ninguna alimaña pudiese penetrar en su interior.

Respecto a la actividad cinegética de La Yesa, Madoz indica que hay: “caza de perdices, conejos, liebres, lobos y zorros”. Obviamente, la toponimia dará fe de estos datos, como se presencia en el Collado de La Lobera de Alpuente, así como en el Collado de los Lobos de La Yesa.

Cañada Seca (imagen del autor)

Además de los lobos, en esta zona existían otras muchas criaturas que ocasionaban problemas para la población, motivo por el que eran consideradas como alimañas. Así pues, el zorro por ejemplo era un animal que solía entrar en los corrales, provocando daños en las aves e incluso crías de los animales más grandes que allí se guarecían. Al mismo tiempo, este afectaba a los cazadores, por ser una especie que resultaba un claro competidor para sus intereses. Un fenómeno que también ocurría con el gato montés, un animal que buscaba especialmente conejos y aves.

Tampoco podemos pasar por alto a las ginetas, las cuales cazan aves y pequeños mamíferos, así como la comadreja, y que además de gallinas, también cazará conejos. Respecto a los daños que se podían generar en los campos de cultivo, el jabalí, así como el ratón de campo, eran algunas de las criaturas que llevarán a que muchos agricultores colocasen trampas en sus explotaciones agrícolas.

Aleros con decoración de dientes de lobo en la localidad de La Yesa. Durante la segunda mitad del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX, muchas casas todavía seguirán pintando sus aleros con este motivo, y al cual atribuían una funcionalidad protectora, entre las que estará la creencia que indica que con esto se evitaba la llegada de los lobos hasta ese punto (imagen del autor)

En el caso de La Yesa, un testigo nos comentó que incluso durante la primera mitad del siglo XX, algún lobo llegó a entrar dentro de la población, existiendo por ello el temor entre las gentes de antaño, que pudiesen acceder al interior de las casas. De ahí la creencia que indicaba que era importante que las ventanas fuesen de reducido tamaño y a una altura razonable. Algo que nos recuerda en cierto modo al dato que nos aporta Latorre (2018, 441) al tratar el caso de las viviendas de Fuenterrobles.

Foto de una vivienda de antaño en La Yesa (imagen del autor)

Igualmente, en la cercana localidad de Aras de los Olmos, no podían faltar nombres alusivos a esta especie, siendo el caso del Barranco de la Lobera, la partida de La Lobera, además del Puntal de Valdelobos, un nombre bastante sintomático, por referirse a un accidente geográfico, en el que la tradición local, advertía de la abundante presencia de este animal.

Recordemos que en esta localidad en enero del año 2024 se encendieron las alarmas, cuando se produjo un ataque que causó la muerte de diez ovejas, sobre las que en un primer momento se pensó como causante al lobo, aunque posteriormente se concluiría que estas podrían haber sido atacadas por perros asilvestrados.

Imagen que identificamos como de San Judas Tadeo en la Iglesia Parroquial de Aras de los Olmos (foto del autor)

En el interior de la Iglesia Parroquial de Aras de los Olmos todavía se pueden ver las tallas de San Judas Tadeo (abogado de las causas difíciles y desesperadas), así como también de San Benito de Nursia (advocación que en las zonas rurales era muchas veces considerado como un protector contra los lobos).

Se nos comentó que los lobos en esta franja todavía fueron vistos durante la primera mitad del siglo XX, lo cual encaja con las noticias que se han comentado de La Yesa, y que señalan como el avistamiento, aunque fuese de forma esporádica de algunos ejemplares durante las primeras décadas de aquella centuria, obviamente no era algo inusual.

Recordemos que San Benito de Nursia fue conocido como un santo capaz de amansar a las criaturas salvajes (como se recuerda con algunos animales en los relatos de su vida), sin olvidarnos de las medallas del santo, que se empleaban como un elemento protector hacia alimañas o criaturas como los lobos.

Imagen que identificamos como de San Benito de Nursia en la Iglesia Parroquial de Aras de los Olmos (foto del autor)

Conocemos incluso el nombre de algunos loberos procedentes de ese entorno geográfico (y que eran las personas encargadas de cazar estos animales). Esta gente era remunerada de acorde a las piezas que abatían, mencionando por ejemplo en un artículo Ignacio Latorre (2018, 428), el nombre de un morisco de Gestalgar llamado Juan de Ubeit.

David Gómez de Mora


Referencias:

*Corpus Toponímic Valencià (2009). Vol. I, Academia Valenciana de la Llengua.

*Latorre Zacarés, Ignacio (2018). “La Meseta de Requena-Utiel tierra histórica de lobos”. Oleana: Cuadernos de Cultura Comarcal, N.º 33, 2018 (Ejemplar dedicado a: I Congreso de Naturaleza, Meseta de Requena-Utiel), pp. 403-460

martes, 14 de octubre de 2025

“Alice” en el Baix Maestrat (octubre de 2025)

Els efectes d'Alice a la nostra comarca, no han estat tan greus com en altres zones del territori valencià o inclús en les terres veïnes del Montsià. Així doncs, en algunes localitats situades al sud de la geografia valenciana, al llarg d'aquest dies, se van registrar quantitats superiors a 200 mm. en només una jornada.

Per una altra banda, les notícies que ens arribaven el diumenge per la vesprada, informaven que immediatament cap al nord del nostre territori, se van superar en alguns punts quantitats per sobre dels 300 mm., tal i com va ocórrer a La Ràpita. Respecte al Baix Maestrat, les xifres no van arribar a superar en cap localitat el llindar dels 100 mm. en menys de 24 hores.

Si analitzem l'evolució d'Alice, veurem com entre el 9 i 10 d'octubre, escasses pluges començaven a manifestar l'arribada d'aigua, a l'espera de la jornada del dia 11, la qual com es preveia podia ser la més important a la nostra comarca per la quantitat acumulada en intervals d'escasses hores.

L'avís taronja d'aquests dies, ja advertia del risc de fortes pluges amb quantitats de fins a 50 mm. en 60 minuts. Així doncs, durant eixe matí es va començar a veure l'activitat que no s'havia registrat en les dos jornades anteriors, ja que uns nuclis de pluja vinguts des de la mar, produirien en Santa Magdalena de Polpis, que entre les 11:00 i 12:00, es registressin més de 20 mm. acumulats.

A partir del migdia, les pluges van tenir influència, de manera que en Benicarló (i que va ser on es van aconseguir les xifres més elevades del Baix Maestrat), des de les 12:00 a les 13:00 se van concentrar més de 30 mm., fet que faria que a les 14:30, ja se portaren arreplegats més de 50 mm.

Mentrestant, la pluja deixà sentir-se en les localitats de l'interior, com va ocórrer en Xert i La Jana, on a les 15:00 ja s'havien acumulat 40 mm. Aquesta situació va alimentar alguns dels barrancs que començaren a concentrar aigua quilòmetres més avall.

Després d'una treva de algunes hores, a partir de les 19:00, les pluges tornaven a vindre en força, generant precipitacions en l'àrea prelitoral del Baix Maestrat, encara que no va ser fins a les deu de la nit, quan diferents nuclis de pluges, van començar a descarregar amb intensitat en la costa, especialment a les poblacions de Vinaròs i Benicarló, on es van concentrar en el cas de l'última, vora 40 mm. en només 40 minuts. En aquells moments, els principals rius i barrancs del terme, transportaven aigua, havent estat tallats molts camins.

En finalitzar la jornada, Benicarló mantindrà la quantitat més alta de la comarca: 87 mm., seguit de Càlig amb 76 mm.

(11-10-2025, 22:15 h) Rain Alarm Live Weather Radar

Durant la nit del dia 11 al 12, la pluja faria presència de forma lleu, tenint una escassa intensitat, que donaria com a resultat que no se superessin els 10 mm. fins a les primeres hores del matí.

Serà a partir de les 9 hores del dia 12, quan la situació tornaria a agafar rellevància, amb l'entrada de nuclis de pluja des de la mar. En la desembocadura del riu de les Coves a les 9:30 ja portaven acumulats 30 mm.

Va ser entre les 10 i les 11 hores quan se van generar precipitacions intenses, en aquest cas a la franja litoral de Vinaròs-Benicarló, produint-se en un interval de 40 minuts, registres de fins a 30 mm.

(12-10-2025, 8:25 h.) Rain Alarm Live Weather Radar

No obstant això, durant la vesprada, l'entrada quilòmetres a dalt de diferents nuclis de tempestes que quedaran ancorats, donaran peu a les imatges més impactants en la nostra zona del que ha sigut Alice. Concretament, en l'àrea del Montsià, se van registrar pics de fins a 40 mm. en mitja hora, arribant a arreplegar concentracions per sobre dels 200 mm. en unes quantes hores a diferents llocs de la contornada.

Només durant aquesta jornada en La Ràpita se van acumular 300 mm. En el cas dels Freginals, es calcula que la quantitat va poder depassar els 400 mm., arribant en només una hora a concentrar-se la increïble xifra de 213 mm.

Això va produir que els barrancs i rierols de la zona descarreguessin violentament, desbordant-se aquests, i vivint-se moments de pànic en algunes poblacions, en les quals molts cotxes van ser arrossegats per la força de l'aigua. Se van realitzar molts rescats, així com l'AP-7 va quedar tallada entre Freginals i Ulldecona.

Mentrestant, el Baix Maestrat no registraria pluges. Dos escenaris clarament distints, malgrat l'escassa distància d'un punt respecte a l'altre, i que ens reflecteixen el perill que poden generar aquest tipus de fenòmens.

Durant el dia 13 la jornada era menys intensa que l'anterior, donant-se les primeres precipitacions al llarg de la vesprada, com en el cas de Vinaròs, on en un interval de 35 minuts a partir de les 18:00, va tornar a presenciar-se aigua baixant pels seus paleobarrancs, doncs en poc més de mig hora, se van concentrar fins a 20 mm.

David Gómez de Mora

domingo, 28 de septiembre de 2025

San Miguel Arcángel. Historia y tradición en Caracenilla, La Peraleja y Villarejo de la Peñuela

Una de las advocaciones más extendidas de la zona conquense que hemos investigado, es sin duda la del Arcángel San Miguel. Una figura clave del cristianismo, mencionada en la Biblia, con especial protagonismo durante el Juicio Final, puesto que representa el momento de la psicostasis (el pesaje de las ánimas).

Su imagen siempre se asocia con el papel que ejercerá como abogado y defensor del bien, además de estar muy vinculada su festividad con la previa a la llegada de la tradicional festividad de Todos los Santos.

San Miguel se representa con una armadura de general romano, empuñando una espada con la que vence al demonio, a la vez que en la otra mano sostiene una balanza, ya que es con esta mediante la que pesará a las almas.

Como su onomástica se celebra el 29 de septiembre, esta fecha servirá como punto de arranque en el calendario de muchas localidades, para recordar a los cristianos que quedará prácticamente un mes para las jornadas de Todos los Santos y los Fieles Difuntos, y en las que las cofradías como la de las ánimas (y que gozaba de una enorme importancia en muchos lugares de esta tierra), tenía gran protagonismo. Sin ir más lejos, sabemos que por ejemplo en Saceda del Río, el mayordomo de la misma, el día de San Miguel era cuando actualizaba las cuentas anuales.

Imagen del Arcángel San Miguel generada por IA

En Caracenilla, San Miguel ya desde tiempo atrás tuvo un altar propio. Esto motivará que algunos vecinos buscasen su zona de enterramiento cerca de ese espacio. Sabemos por ejemplo que los integrantes del linaje Ballesteros, su sepultura se hallaba enfrente del altar de la capilla de San José, ubicándose en el coro, concretamente en la primera bancada al lado de la epístola, junto a la tarima donde se hallaba el altar de San Miguel.

La búsqueda de estos espacios de enterramiento, se deberán a esa vinculación que se asociará entre la limpieza del alma del pecador durante su tránsito por el Purgatorio y el momento en que San Miguel comenzará a efectuar el pesaje de las ánimas durante el Juicio Final. Esto sin duda motivará que a su alrededor acudiese el vecindario para dirigir muchas oraciones, en busca de acelerar el proceso de purgación en el que se encontraban las almas de sus seres queridos.

No hemos de olvidar que durante el tiempo que se trascurría en ese estado antes de entrar en el Reino de Dios, preocupaba mucho que este se alargase, y es que multitud de tratados teológicos describían ese tránsito como un periodo de sufrimiento, que prácticamente no difería en casi nada respecto lo que se vivía en el Infierno, con la gran diferencia de que del Purgatorio al menos se podía salir.

En La Peraleja su iglesia parroquial como sabemos está dedicada a San Miguel Arcángel. Esto explicará que cada 29 de septiembre fuese un día especial, celebrándose su respectiva misa. La figura de San Miguel como Príncipe de la Milicia Celestial y principal oponente de Satanás, que además se encargará de salvar las almas de los fieles cristianos, llevó a muchos peralejeros a que en el pasado se acercaran hasta el altar principal del templo, para la realización de oraciones por las almas de familiares que ya habían fallecido.

En Villarejo de la Peñuela, veremos que San Miguel ya aparece mencionado en el retablo mayor que había en 1767. Precisamente, uno de los religiosos más importantes con los que contó esta localidad fue don Miguel de la Peña, cura de Villarejo de la Peñuela, siendo uno de los personajes más influyentes y poderosos con los que contó esta localidad durante el siglo XVII. Precisamente, en su partida de defunción y que se recoge en el libro III de difuntos de la localidad (ADC, lib. III, fols. 101-101v.), entre sus mandas, este indica que la Cofradía del Santísimo Sacramento, realizara cada año perpetuamente una fiesta doble el día de San Miguel por su alma, con vísperas y misa cantada en su día.

David Gómez de Mora

Cronista Oficial de Caracenilla, La Peraleja y Villarejo de la Peñuela


Referencia:

*Archivo Diocesano de Cuenca. Libro III de defunciones de Villarejo de la Peñuela (1623-1764), Signatura 113/15. P-2126

sábado, 27 de septiembre de 2025

El lobo en Arañuel

El lobo ha sido un animal que ha marcado la historia de muchas localidades. El caso de este enclave castellonense, como veremos solo es un ejemplo más.

La presencia de este cánido en Arañuel, fue una realidad hasta finales del siglo XIX. Y es que aunque en la actualidad, casi nadie recuerde sus andanzas por estas tierras, su presencia queda atestiguada en la conocida obra de Bernarndo Mundina (1873, 73), quien al dedicar unas hojas a la población, dice de lo siguiente: “sus caminos son de herradura y en mal estado, y entre sus escabrosidades se crían lobos y zorras”.

Un elemento que refleja esta cuestión, la apreciamos en el nombre de uno de los torrentes que surca el término municipal: el barranco del lobo.

Otra muestra de esa preocupación por los cánidos, se constata en la devoción a Santa Quiteria. Una advocación que veremos en el retablo del altar mayor de su iglesia, y que encaja con lo planteado en estas líneas, puesto que como sabemos tradicionalmente se la ha considerado protectora contra la rabia y aquellos animales que pueden generarla.

Imagen de Santa Quiteria (Arañuel)

Sobre la religiosidad que se vivía antaño en este lugar, Mundina (1873, 73) comenta que “entre sus fiestas religiosas, se celebra el día 22 de mayo una solemne función a Santa Quiteria, en la cual presentan los vecinos unos días antes una gran porción de trigo al señor cura, el que invertido en rollos bendecidos, se reparte después de la misa mayor entre todos los concurrentes por crecido que sea su número”.

No hay que olvidar que la oración con la que se invoca en este pueblo a la santa es la de “Bendita Santa Quiteria, patrona de Arañuel, intercede por nosotros, contra la rabia del demonio, langosta, rabia y peste”.

Obviamente, la significación que aguarda Santa Quiteria con los problemas que antaño podían generar los cánidos rabiosos, ya se aprecia en esta plegaria, al incidirse en la protección contra la rabia, que como veremos, en tiempos pasados era un motivo de preocupación más que fundado en zonas rurales como la que nos ocupa.

Recordemos que Arañuel fue uno de los últimos pueblos de la provincia de Castellón, en los que entrada la segunda mitad del siglo XIX, todavía se hablaba de la existencia de lobos.

Creemos que la presencia de este animal en su área montañosa, influiría desde tiempos lejanos en la devoción a esta advocación. Algo todavía más comprensible si tenemos en cuenta las masías esparcidas que se localizarán por este territorio, y donde los lobos siempre que tenían dificultades para encontrar comida, sabían que allí podían hallar alguna res.

La búsqueda de la acción salvaguardadora de Santa Quiteria, se complementaba en su festividad, con la bendición de un rollo (y que es el citado por Mundina en 1873), el cual incluso a día de hoy sigue depositándose en el morro del cánido que porta la imagen de la santa.

Área montañosa de Arañuel

Y es que de nuevo tampoco es algo casual, que en Arañuel Santa Quiteria sea representada a su lado junto a un cánido (puesto que no siempre se dará el caso si estudiamos su iconografía). Ese pan que como decimos, se deposita en la boca del animal que acompaña a la santa, probablemente beberá de la tradición en la que se buscaba con esta acción la protección contra la rabia.

Es importante tener presente que el temor al lobo o incluso perros que padecían esta enfermedad, fue por desgracia una constante en esas sociedades campesinas y ganaderas, que contaban con sus respectivos corrales a lo largo de la montaña, sin olvidarnos de las masías y casas de campo, donde la gente residía de forma permanente.

Al respecto, una de las historias que se relata de la vida de Santa Quiteria, es la que recuerda como esta llegó a curar a un niño que fue mordido por un animal con la rabia.

David Gómez de Mora


Bibliografía:

*Mundina Milallave, Bernardo (1873). Historia. Obra de historia, estadística y geografía de la provincia de Castellón. Imprenta y librería Rovira hermanos. Facsímil de 1988. Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Castellón, 693 pp.

lunes, 1 de septiembre de 2025

La devoción a Sant Llop en la provincia de Girona

En diferentes enclaves del territorio catalán, encontramos algunas localidades, que siguen manteniendo en la actualidad, la veneración hacia un santo que como sabemos arraiga sus orígenes en tierras galas: Saint-Loup de Sens.

A primera vista, comprobamos como todavía hay entre algunas personas confusión, al relacionar la figura de Saint-Loup de Troyes, con Saint-Loup de Sens. Dos advocaciones iconográficamente casi idénticas, puesto que ambas fueron obispos. No obstante, y a pesar de la coincidencia en su nombre, veremos que uno no tendrá nada que ver con el otro.

Es importante matizar que Saint-Loup (Obispo de Troyes) nació en el año 383, falleciendo en el 479, y teniendo por fecha de su onomástica el 29 de julio. En cambio, Saint-Loup de Sens, nació en Orléans en el año 573, muriendo en el siglo siguiente. Su onomástica se celebra el día 1 de septiembre.

Por lo que respecta al presente artículo, queremos centrarnos en algunos enclaves de la provincia de Girona, donde se ha venerado a Saint-Loup de Sens, así como otros, en los que todavía persiste dicha advocación.

No cabe duda si analizamos la parte inicial de los gozos de todos los Sants Llops de esta zona que hemos investigado, que la figura religiosa a la que se refieren es la del Obispo de Sens, quien entre su nacimiento y la muerte del Obispo de Troyes, dista casi un siglo de diferencia.

Para no extendernos más en lo que concierne a esa confusión que muchas veces se ha producido entre los diferentes San Lupos que existen, nos remitimos a esta entrada de nuestro blog, en la que mencionamos algunos, y sobre los que desgranamos varios datos: https://davidgomezdemora.blogspot.com/2025/08/saint-loup-y-el-lobo.htm

Volviendo al caso de la provincia de Girona, apreciamos como todavía se conservan algunos espacios religiosos, que recuerdan la importancia que este santo jugó en la vida de muchas personas. Valga como ejemplo las localidades de Torrent, Viabrea, Sils, Sant Dalmai, Miànigues, Bàscara, Castelló d'Empúries o incluso la propia ciudad de Girona.


Sils

Sabemos que en Sils Sant Llop arrastró mucha devoción. Existiendo en el municipio una estrecha relación entre la figura del santo y el lobo. Y es que en el apartado sobre relatos vinculados con dicho cánido y que recoge Xavier Pérez (2000, 189), al tratar el caso de Sils, comenta que en este municipio, había extendida una creencia popular, que indicaba que cerca de la iglesia de Santa María, existió una piedra con la forma de la pisada de un lobo, y que a tenor de lo que hemos investigado en el territorio francés, creemos como hipótesis, que puede guardar alguna vinculación con alguna antigua historia, que conectaría la intervención milagrosa de este santo frente a un lobo6.

Sant Llop de Sils (foto del autor)

En Sils ya se tiene constancia de la existencia desde tiempo atrás de una capilla dedicada a Sant Llop dentro del templo parroquial, nada extraño, si partimos de que era el encargado de proteger a los pastores y sus ganados de los ataques de estos cánidos, además de abogado contra dolencias o la misma peste.

Iglesia de Sils (foto del autor)

Veremos que la iglesia de Santa María de Sils, ya aparece mencionada en documentos durante la segunda mitad del siglo XII, así como que Sant Llop ya será venerado en este templo desde mediados del siglo XV.

Gozos a Sant Llop en Sils. Fuente: https://algunsgoigs.blogspot.com/2021/07/goigs-sant-llop-sils-la-selva-girona.html


Torrent

La ermita que existe en la actualidad dedicada a Sant Llop en esta localidad, fue construida entre los años 1749 y 1757 sobre otra anterior1, y de la que ya hay noticias en 15392.

No se sabe con certeza cuando comenzaría el culto a esta advocación, aunque como podemos leer en un enlace que trata la historia de este santo, su vinculación ya viene arraigada desde el medievo, ya que de la misma forma que otras imágenes, esta pudo ser importada hasta estas tierras por los soldados francos, quienes ayudaban a los condes catalanes en la lucha contra los musulmanes3. No obstante, otra posibilidad plantea que, al comenzar a documentarse en algunas parroquias de la zona, tras la peste negra y los rebrotes que acompañaron la enfermedad en épocas posteriores, se ha creído que su aparición en la región podría datar de finales del medievo.

Ermita de Sant Llop de Torrent (foto del autor)

Sobre este asunto, por ahora no podemos ahondar en más detalles, no obstante, fuese antes o después, al menos concluimos que la veneración hacia Sant Llop en varios de los lugares de esta región catalana, arranca ya durante la Edad Media.

En los gozos de Torrent que se le dedican a Sant Llop desde antaño, se cantaba frente a su altar una de estas frases:

Cuant en Senona i Orleans

los bestiars se morian

de mal de llobas, venian

a Vos aquells Ciutadans:

Cessaba al punt la dolencia,

benehint las aiguas Vos, etc”

Para nosotros no cabe duda de que, con estas plegarias, además de reflejarse las molestias y otras problemáticas que afectaban a los vecinos de la zona, el temor hacia los lobos era una realidad que preocupaba a la gente de esta zona, especialmente a quienes habían de salir a trabajar o desplazarse por el campo, siendo el colectivo más afectado los encargados de gestionar cualquier tipo de ganado.

Sabemos que por ejemplo en esta área, estaba extendida la creencia de que entre los pastores si se invocaba a Sant Llop, este conseguía alejar a los lobos a una distancia de siete horas de ese lugar. Un número al mismo tiempo muy simbólico en la religión cristiana.


Viabrea

En Viabrea existe una pequeña ermita de origen románico, formada por una nave rectangular, ligeramente romboidal que podría datar de los siglos X-XI. Parece ser que durante el medievo, la población se hallaba alrededor de la parroquia de Sant Esteve de Sabruguera, siendo posteriormente cuando esta se conocerá como Sant Llop de Viabrea. La primera noticia documental que se tiene del lugar es del año 9414.

En el caso de Viabrea, apreciamos como todavía la veneración hacia el santo sigue estando presente, acudiendo sus vecinos anualmente. Como veremos, el templo seguiría sufriendo modificaciones, siendo parece ser su anterior titular Sant Esteve de Sabruguera, una figura en el santoral local muy querida, y que actualmente junto con Sant Sebastià, comparte la zona central del espacio ocupado antaño por el altar mayor. Veremos como a principios del siglo XVI, Sant Llop acabaría teniendo un espacio dentro del templo, manteniéndose con el transcurso de los siglos la devoción hacia su imagen.

Iglesia de Sant Llop de Viabrea (foto del autor)

Precisamente, en esta localidad las historias sobre lobos no faltarán, así pues, Xavier Pérez Gómez, comenta en su artículo sobre “la memòria històrica del llop a la Selva” (2000, 188), un relato popular, que contaba como un día los lobos perseguían a un hombre que estaba trabajando en un camino, y que al percatarse de la presencia lupina, decidió subirse a un árbol para ponerse a salvo. Se cuenta que este pasó toda la noche lanzando cerillas encendidas desde lo alto, a la espera de conseguir ahuyentar aquellas criaturas, las cuales no abandonaron el lugar hasta que esclareció la luz con la mañana siguiente. 

Otro relato que recoge el mismo autor es el de una leyenda que relata que un pastor llamado Martí, ante un encuentro con un lobo, perdió la voz, de la misma forma que una persona que pasaba por allí. Y es que no hemos de olvidar que la gente transmitía oralmente la creencia de que los lobos enmudecían a las personas si se encontraban con estas, para que así aquellas si eran atacadas, quedaran en una situación de mayor vulnerabilidad, al no poder pedir auxilio. Algo que según se decía, podía evitarse siempre que se encomendasen cotidianamente a Sant Llop, o como ocurrió en esta historia, gracias al toque de las campanas del templo, las cuales consiguieron deshacer esa maldición, y por tanto, salvar a los dos hombres como a su rebaño del ataque del lobo.

Izquierda: Antigua imagen de Sant Llop de Viabrea en el año 1922 (Arxiu Fotogràfic del Centre Excursionista de Catalunya por Manuel Genovart i Boixet). Derecha: Actual imagen de Sant Llop de Viabrea (foto del autor)

Obviamente historias como estas, vuelven a manifestar el temor que antaño tenían los habitantes de este territorio hacia los lobos, más allá del daño que una incursión pudiese generar en sus granjas o ganado.

De la misma forma, la solicitud de protección contra la esquinencia (y que es el nombre que se empleará para referirse a la inflamación de las amígdalas), debe buscarse probablemente, en las consecuencias de ese enmudecimiento súbito que contaba la tradición popular que generaban los encuentros con estos animales.

Igualmente, Xavier Pérez (2000, 188) en el artículo anteriormente referido, cita diferentes topónimos de esta área, directamente vinculados con el lobo, percibiendo por ello esa constante relación entre los pobladores de nuestras localidades y estos cánidos.

Conocemos incluso el aspecto de la talla anterior de Sant Llop que había en este lugar, y que podemos consultar en la cartelera que se alza actualmente junto al templo, procedente del Arxiu Fotogràfic del Centre Excursionista de Catalunya por Manuel Genovart i Boixet.

Por desgracia esta imagen desapareció con el estallido de la última guerra, tal y como se recoge en el expediente de la causa general, en el que se indica que se produjo en la localidad la quema de todas las imágenes de la iglesia el 25 de julio de 1936. Así mismo, la casa parroquial se hizo servir como checa o lugar de interrogatorio.

El 7 de octubre de 1941, entre los datos que se requerían a la alcaldía sobre la iglesia, se dice que “el valor material susceptible de estimación de los daños causados, en el edificio, altares, imágenes, y objetos de culto y ornato, asciende a unas 40.000 pesetas”5.


Sant Dalmai (Vilobí d'Onyar)

En un artículo que lleva por título “La telegrafía òptica a la Selva (1848-1862)” redactado por Joan Llinàs, Josep Maria Llorens y Jordi Merino (1996, 126), se indica que, en este lugar, en la zona alta del turó de Sant Llop, se hallan los restos de una pequeña capilla de una nave y ábside semicircular, dedicada antaño a este santo, y que perteneció al Castillo de Brunyola, ya estando documentada en el siglo XIII7.

Se sabe que los orígenes de la antigua construcción religiosa que había en este espacio, se remontaban a tiempos anteriores. Otra cuestión sería saber en qué momento se produce la venaración hacia Sant Llop. Por desgracia, la documentación comienza a ser más detallada con el paso del tiempo. Como ocurría en la mayoría de las localidades, a tenor especialmente de situaciones que se vivirían con los lobos, como de los relatos que se transmitían entre las personas de la región, comprobamos de nuevo ese temor hacia el cánido, y por tanto, la necesidad de la búsqueda de Sant Llop como santo protector, al margen de la vinculación como abogado contra las pestes o dolencias vinculadas de la garganta.

Antigua ermita de Sant Llop de Sant Dalmai (foto del autor)

Veremos que este espacio en el siglo XIX será reaprovechado para alzar una estación de la línea militar de telegrafía óptica. No olvidemos que la ermita se alza en la zona elevada de un volcán, conocido con el nombre de La Crosa.

Podemos leer en un cartel que encontramos en el mismo lugar donde se emplazan los restos de esta ermita, que la antigua imagen de Sant Llop, fue trasladada durante el siglo XIX hasta la iglesia de Sant Dalmai, con motivo de la invasión francesa, para así conseguir mantenerla a buen recaudo. No obstante, de nuevo veremos como por desgracia, tal y como le ocurrió a gran parte del patrimonio sacro de nuestro territorio, con el estallido de la guerra incivil, la talla también acabó desapareciendo.

La documentación de la causa general, indica que según el expediente, en Vilobí d'Onyar, los daños se produjeron el 20 de julio de 1936, una trágica jornada en la que se quemó la iglesia parroquial además de los templos de otras localidades. Esto se tradujo en la destrucción de altares, imágenes, objetos de culto y ornato religioso, de acorde a lo relatado por la alcaldía, después de las correspondientes averiguaciones efectuadas:

La Iglesia parroquial de Viloví de Oñar fue incendiada (...), quedando notablemente dañada en las paredes y bóveda y algunos tejados; reducidos a cenizas el precioso retablo del martirio de Santa Margarita, todos los altares con sus imágenes y ornamentos, los armarios y cómodas llenos de ornamentos y utensilios, confesionarios, bancos, armónium, etc. Más tarde se destruyó cuatro campanas, el púlpito de piedra con esculturas, pila bautismal, baranda del coro, escalera del coro, etc. Los daños causados en aquella fecha en junto seguramente se valorarían en unas 500.000 pesetas, que con el aumento que las cosas han sufrido la suma sería muy subida a lo señalado […] también fue incendiada la ermita de Santa Margarita, dañándola por valor de diez mil pesetas […] En la noche del día 21 de julio fueron violentadas las puertas y ventanas de la rectoría procediendo a un primer saqueo que se continuó por etapas sucesivas apoderándose de todo lo del párroco, casi todo lo de la sirvienta y del mismo inmueble”.

De la iglesia de Sant Dalmai, se indica que fue incendiada el día 23 de julio, quemando las paredes y la bóveda:

“… habiendo quedado únicamente en pie alguna pared lateral por haber sido quemado dentro los seis altares con sus imágenes que había, ornamentos, cómoda, bancos y todo cuanto había dentro la misma. Luego fueron destruidas tres campanas”. Con ello, los daños se estimaron en 250.000 pesetas8.

Iglesia de Sant Dalmai (foto del autor)

Miànigues (Porqueres)

Como veremos la devoción a Sant Llop también se extendió por otras localidades de la provincia de Girona. Esto lo apreciamos en el caso de Miànigues, cuando leemos que, en el año 1632, el religioso Damià Bolló, ya escribió los gozos de Sant Llop que todavía se conservan. Hoy en día la iglesia parroquial de Sant Romà de Miànigues (ya citada en el siglo X), sigue celebrando el primer domingo de septiembre la fiesta de este santo.

Imagen de Sant Llop de Miànigues. Foto: Facebook de la Festa de Sant Llop de Miànigues. En:algunsgoigs.blogspot.com

Laura Romero y Miquel Rustullet (2012, 108), comentan que este santo se representa vestido de Obispo con un lobo a su lado, así como un cáliz donde hay una piedra preciosa, puesto que la tradición popular relata que las piedras que este santo pisaba, acababan brillando cómo si fueran diamantes.

Otra imagen de Sant Llop de Miànigues que se emplea en la fiesta mayor del santo. Foto: Facebook de la Festa de Sant Llop de Miànigues. En:algunsgoigs.blogspot.com

Iglesia de Sant Romà de Miànigues (foto del autor)

La tradición cuenta que Sant Llop poseía el don de ahuyentar a los lobos, de ahí como ya hemos visto en los casos anteriores, los habitantes del lugar le tendrán un aprecio especial por su labor como protector para el ganado, además de su facultad para devolver la voz a quienes se quedaban afónicos cuando se topaban súbitamente con aquellos lobos.

Gozos a Sant Llop en Miànigues. Fuente: https://algunsgoigs.blogspot.com/2022/11/goigs-sant-llop-mianigues-al-municipi.html


Bàscara

La iglesia de este lugar ya aparece mencionada en documentos de la primera mitad del siglo XI, no obstante, como muchas de las que veremos en esta zona, corrió el mismo trágico destino con el estallido de la contienda de 1936. En su interior había un retablo datado en el siglo XVII.

Sobre Sant Llop en esta localidad, poco podemos aportar, no obstante, tenemos constancia de su presencia en el lugar, ya durante la segunda mitad del siglo XV, donde poseía un altar. Un dato que nos resulta curioso es que todavía se conservan los restos de la puerta medieval, en uno de los muros del actual templo dedicado a Sant Iscle y Santa Victòria.

Portada medieval de Bàscara (foto del autor). En ella se aprecia la representación de dos cánidos que podríamos relacionar con un par de lobos

En ese espacio en concreto del edificio, si nos fijamos en la decoración, apreciaremos que puede no ser un hecho casual que entre los elementos que engalanan este punto, veamos dos criaturas, precisamente vinculadas con ese animal al que tanto temían en estas tierras las personas, y por el que se encomendaban a Sant Llop.

"Dents de llop" en Bàscara. Esta decoración aplicada en los aleros, era empleada antaño como protector para los inquilinos de la vivienda, extenidéndose por muchos de los municipios de nuestro territorio (foto del autor)

Cierto es que las figuras a las que nos referimos, debido a su esquematismo, pueden figurar un lobo o incluso un perro, no obstante, pensamos que teniendo en cuenta el contexto que estamos comentando en el presente artículo, no sería descabellado plantear que fuesen lobos. Igualmente a su lado se representan unas armas heráldicas (y que merecen nuestra atención), separadas por un monte flordelisado9.

En principio la portada  medieval a tenor de su estilo y tipología podría enmarcarse dentro de la arquitectura románica, aunque como se ha indicado, la veneración a Sant Llop en este lugar como mínimo la tenemos asignada en estos espacios religiosos a través de referencias escritas, un poco más tarde. No obstante, entre medio queda la duda, de si esta advocación podía arrastrarse desde tiempo antes, o simplemente, en la escena se representa el lobo, como esa criatura que ya preocupaba desde tiempos inmemoriales a sus gentes, y que de acorde a lo que aquí venimos desarrollando, generaba problemas cotidianamente en una sociedad rural, dependiente y muy estrechamente vinculada con la economía ganadera.

Tumba medieval de la basílica de Santa María de Castelló d'Empúries (foto del autor). En ella apreciamos la coincidencia entre el escudo heráldico de la portada medieval de la iglesia de Bàscara (izquierda superior) con el de la tumba de la Basílica de Santa María de Castelló d'Empúries (derecha superior), haciendo por tanto alusión a una misma familia, conectada con estas tierras, ya en tiempos del medievo.


Otros lugares

A falta de un estudio más exhaustivo sobre la veneración a Sant Llop en otros lugares de la actual provincia de Girona, veremos que su devoción estaba extendida como mínimo a finales del medievo en otros puntos como Castelló d'Empúries, sin olvidarnos de lugares destacados, como ocurrirá en el Convent de la Mercè de la ciudad de Girona.


David Gómez de Mora


Bibliografía:

*Llinàs, Joan; Llorens, Josep M. i Merino, Jordi (1996). “La telegrafia òptica a la Selva (1848-1862)”. Quaderns de la Selva, 9. Centre d'Estudis Selvatans, pp. 115-137

*Pérez Gómez, Xavier (2000). “La memòria històrica del llop a la Selva”. Quaderns de la Selva, 12. Centre d'Estudis Selvatans, pp. 185-191

*Romero, Laura y Rustullet Noguer, Miquel (2012). “Recorregut guiat a dos escenaris de la Guerra del Francès al Pla de l'Estany”. La Guerra del Francès al Pla de l'Estany / Genís Barnosell Jordá (ed. Lit.), pp. 101-115


Otras fuentes:

*Archivo Histórico Nacional, Causa-General, 1438, Exp. 7 de Riells i Viabrea

*Archivo Histórico Nacional, Causa-General, 1438, Exp. 20 de Vilobí d'Onyar

*Arxiu Fotogràfic del Centre Excursionista de Catalunya (Manuel Genovart i Boixet)

*Inventari del Patrimoni Arquitectònic de Catalunya. Direcció General del Patrimoni Cultural de la Generalitat de Catalunya


Webgrafía:

https://algunsgoigs.blogspot.com

https://ca.wikipedia.org

https://revistabaixemporda.cat

https://totsonpuntsdevista.blogspot.com


Notas:

4 https://ca.wikipedia.org/wiki/Sant_Llop_de_Viabrea, en: «Ermita de Sant Llop i Sant Esteve». Inventari del Patrimoni Arquitectònic. Direcció General del Patrimoni Cultural de la Generalitat de Catalunya.

5 Toda esta información está extraída del Archivo Histórico Nacional, Causa General, 1438, exp. 7, de Riells i Viabrea.

6 El hecho de que la pisada estuviese en un espacio cercano a la iglesia nos recuerda a uno de los milagros efectuados por Saint-Loup de Troyes junto a un templo sagrado. Como se ha comentado al inicio, no debemos de confundir a Saint-Loup de Troyes, con el de Sens, no obstante, en el caso del primero existe un relato que narra como en la localidad de Saint-Loup Cammas (en el distrito de Tolouse), en una época lejana, el cura de dicho pueblo fue devorado por un lobo, aunque posteriormente acabaría siendo regurgitado vivo frente a la iglesia del pueblo, gracias a las plegarias que se realizaron a Saint-Loup de Troyes. Este suceso, como veremos, nos relatará la intervención de otro Saint-Loup, protector contra los lobos, que obrará un milagro, justo en las inmediaciones de un lugar sagrado. Creemos como hipótesis que posiblemente la historia de la pisada de Sils, podría derivar de alguna tradición que relataría los hechos de una obra milagrosa, cerca del templo, en la que Saint-Loup intervendría contra alguna de estas criaturas.

7 Sabemos por un documento de Berenguer de Gornau, datado en el año 1279, que la construcción pertenecía al castillo de Brunyola. En: «Sant Llop de Sant Dalmai». Inventari del Patrimoni Arquitectònic de Catalunya. Direcció General del Patrimoni Cultural de la Generalitat de Catalunya.

8 Toda esta información está extradida del Archivo Histórico Nacional, Causa General, 1438, exp. 20, de Vilobí d'Onyar.

9 Como curiosidad hemos apreciado que el escudo de armas (con una banda) que se representa en esa portada medieval de la iglesia de Bàscara, corresponde con el que hallamos en la inscripción de una de las tumbas con letra gótica que existen dentro de la Basílica de Santa María de Castelló d'Empúries.