¿Cómo
será la meteorología del resto de verano que nos queda?, lo cierto
es que junio y la primera semana de julio nos han dejado registros
que podrían parecer bastante atípicos por la cifra de episodios
tormentosos (más de media docena), así como las mínimas que
algunas noches se han vivido en nuestro municipio, no obstante, hemos
de remarcar que este tipo de fenómenos son bastante habituales y muy
propios de nuestro clima mediterráneo, de ahí que tampoco
deberíamos de sorprendernos.
Durante
estos días, hay gente que se pregunta cómo será la evolución del
presente verano. Por lo
que atañe a esta cuestión, y en
cuanto a la segunda mitad de esta estación, desde luego creo que
para nada el verano que estamos viviendo (al menos en esta franja
territorial), ha tenido un arranque inusual (salvo la cantidad de
agua precipitada en los primeros días de julio). Sin ir más lejos,
en junio se registró una cantidad de agua acumulada, que se situaría
por debajo de la media mensual propia de nuestra localidad. Aunque,
el calor vendrá, y seguramente, incluso ligeramente un poco por
encima de los valores propios de esta época.
Dentro
de esta línea, uno de los fenómenos por el que se podría
caracterizar la siguiente segunda mitad, serán los
eventos de precipitaciones tormentosas, en gran medida por los embolsamientos de aire frío en altura.
Todavía
es conocido por algunas personas, el breve período meteorológico
que denominamos como “otoñada de San Bartolomé”, caracterizado por un leve descenso de las temperaturas a finales de
agosto (coincidiendo más o menos dentro de un intervalo de días
cercano a la onomástica), en el que algunas precipitaciones hacen
caer los termómetros…, y que poco menos vienen siendo el primer
aviso de que se acerca el otoño.
Respecto
al hipotético régimen de tormentas estivales que podríamos
presenciar, es cierto que las vividas durante semanas pasadas,
parecen tener una extensión más grande de lo habitual, ello
explicaría su afección en una escala territorial superior, no
obstante, nadie debe de alarmarse y sacar conclusiones precipitadas,
ya que días de lluvias siempre ha habido en verano, realizado este
matiz y volviendo al pronóstico general, cerramos nuestra predicción
tal y como hemos reiterado anteriormente: un agosto y septiembre con
muchos días de Sol, que en jornadas puntuales podría acompañarse
con fuertes tormentas, aunque dentro de una tendencia ligeramente más
calurosa de lo habitual.
David
Gómez de Mora