La veneración a diferentes advocaciones relacionadas con San Lupo o Saint-Loup (como se denomina en el territorio francés), resulta una cuestión de sumo interés, que nos puede conducir hacia el entendimiento de una problemática del pasado, muy presente durante el periodo de la Alta Edad Media: los ataques de lobos a personas.
Etimológicamente, el nombre Lupo (y que deriva del latín lupus -lobo-), entre la población de aquellos tiempos, era más corriente de lo que nos podemos imaginar. Y es que aunque todo parezca una simple coincidencia, no será un hecho casual, que algunas personalidades que formaron parte de los altos cargos de la Iglesia gala, portadoras de ese nombre, y que posteriormente acabaron siendo canonizadas por sus actos en vida, se acabasen vinculando como intercesoras contra los peligros derivados de esos cánidos. Una conclusión a la que hemos llegado, gracias al estudio de algunas de las vidas de varios de esos santos, y que se enmarcan en la hagiografía francesa de los siglos V-VII.
Para desarrollar esta idea que planteamos, hemos de partir de un dato de base: los diferentes santos vinculados con San Lupo en lo que será el territorio francés (especialmente tras la caída del Imperio Romano), muchos de los cuales en algún momento de su vida, acabaron enfrentándose contra este animal.
Pensemos que a partir del siglo V, el Imperio Romano se desmorona, de manera que incluso poco antes, como durante lo que serán varios de los siglos venideros, bastantes espacios ruralizados se sumirán en un evidente proceso de abandono, donde el territorio en las zonas rurales fue despoblándose, dando pie a la desaparición de muchos enclaves antropizados, que fomentarán un incremento de la masa forestal, y consiguientemente de las criaturas salvajes que habitarán en sus entrañas.
En resumidas cuentas, una menor presión del ser humano, que derivará en una mayor proliferación de áreas ganadas por la naturaleza, siendo el caso de uno de los grandes depredadores de la cadena trófica: el lobo.
Si estudiamos el santoral francés, y analizamos la importancia alcanzada por algunas de esas advocaciones vinculadas con Saint-Loup (San Lupo), apreciamos la existencia de diferentes Obispos que posteriormente fueron santificados (con un evidente semblante iconográfico por sus atributos), relacionados con historias de lobos, y que marcarán alguno de los hechos milagrosos de su vida.
Los diferentes Saint Loup en el territorio francés
Entre los Saint-Loups o San Lupos que hemos podido estudiar dentro del territorio galo, se han extraído algunas informaciones de interés, relacionadas con la vida de varios de estos santos. Cabe incidir, que no siempre resulta sencillo obtener datos sobre su biografía, por tratarse de personalidades con más de 1000 años de historia, además de que en algunos casos, su veneración se reduce a espacios muy concretos, tal y como por ejemplo observamos en la figura de Saint-Loup-de-Paulhé.
Saint-Loup-de-Paulhé, comparte co-patronato con Saint-Amans de Rodez en esta localidad inmediata a Millau. En este caso, sabemos que Saint-Amans, fue un religioso, que llegó a ser Obispo de dicha Diócesis (quien vivió durante el siglo V), compartiendo junto con Saint-Loup en esta localidad, una devoción que paulatinamente acabó rebasando a este último en importancia, posiblemente al ir perdiendo influencia para sus fieles con el trascurso de los siglos.
Esto como veremos, podría responder al desvanecimiento de un riesgo, antaño muy presente, tal y como era la presencia de lobos en zonas ocupadas por personas, y que hasta no hace más de doscientos años, se convirtieron en una auténtica pesadilla para las gentes del lugar. Algo que como sabemos ocurrió entre los años 1799 y 1801, cuando tenemos constancia en la Causse Noir, de la muerte de diversos niños, ocasionadas por un lobo, designado según la historiografía lupina como la Bestia de Veyrau.
Pero, volviendo a la figura de Saint-Loup, y su vinculación como intercesor para la protección de las personas contra este tipo de criaturas, apreciaremos que a lo largo del territorio francés, existen otros ejemplos, que a continuación quisiéramos mencionar:
*Saint-Loup de Troyes (nacido en el año 383 y fallecido en el 479), fue Obispo de Troyes. Su onomástica se celebra el 29 de julio, encontrándose estrechamente vinculado como abogado contra diferentes problemáticas, entre las que veremos la protección contra los ataques de lobo.
Conocida es al respecto la leyenda que relata como en el siglo V, en la aldea de Domloup, los lobos aprovechando la amplia masa forestal del territorio donde se asentaban, se habían apoderado prácticamente del lugar, campando por ello a sus anchas, y generando numerosas bajas entre sus vecinos. Finalmente, se cuenta que Saint-Loup-de-Troyes, apareció en el lugar consiguiendo expulsar a todas esas criaturas, devolviendo así la calma y seguridad a sus habitantes. Sin lugar a duda, la denominación con la que se designa a esta aldea es bastante sintomática, pues el término “dom” procede de la palabra dominus o casa, así como loup de lobo.
De la misma forma, tampoco podemos ignorar el nombre de una población, bautizada como Saint-Loup-Cammas, que pertenece al distrito de Tolouse, cuyo terminología deriva según la tradición local, de los hechos ocurridos en una época lejana, a un cura de su pueblo. Se dice que este tras ser devorado por un lobo, fue regurgitado vivo frente a la Iglesia del pueblo, gracias a la intercesión de Saint-Loup de Troyes.
El relato popular comenta que fue por ese motivo, que aquel sacerdote, tras volver a recuperar la vida, decidiría alzar un templo en honor a dicha figura religiosa. Incluso a día de hoy, dentro de esta iglesia se conserva una reliquia de Saint-Loup-de-Troyes.
*Saint-Loup-d'Angers, es otro de los personajes que encabeza esta lista. Se trata de un religioso que vivió en el siglo VII, quien también llegó a ser Obispo, celebrándose su onomástica el día 17 de octubre. Como en el caso anterior, nos encontramos ante otra figura de la religión cristiana, cuya advocación no será casual que aparezca en una región donde históricamente se tiene constancia de numerosos ataques de lobos, ya que incluso durante los últimos siglos, tanto en lo que respecta a la franja este como sureste del área geográfica, se tienen registradas diversos ofensivas de estos animales.
*Saint-Loup de Soissons (fallecido alrededor de los años 535-540), también llegó a ser Obispo de Soissons. Su onomástica antaño se celebraba el día 19 de octubre. Sobre este personaje, pensamos que tampoco es un hecho casual, que incluso no hace muchos siglos, en la franja meridional de esta ciudad, todavía se registraran diferentes ataques de lobos, que históricamente, vuelven a hacernos que nos planteemos, la alta frecuencia con la que podían producirse este tipo de peligros, en un entorno que disponía de una mayor masa forestal que la que hoy conocemos.
*Saint-Loup de Lyon, fue Obispo de dicha ciudad, viviendo durante el siglo VI. Su onomástica se celebra el 24 de septiembre, y como ocurre con los casos anteriores, la tradición local menciona que en tiempos pasados, los lobos era normal verlos moverse por las zonas alejadas de este entorno, teniéndose referencias incluso de variados ataques, hasta un periodo no tan lejano en el tiempo como lo es el siglo XVIII, concentrándose estos fundamentalmente en lo que será la zona oeste, como también en el área meridional de dicha región.
*Saint-Loup de Chalon-sur-Saône (también conocido como Obispo de esta misma población, nació en Boyer en el siglo VI, falleciendo en el año 610). Este fue canonizado durante la segunda mitad del siglo IX, celebrándose su onomástica el día 27 de enero. Como veremos, este santo acabaría convirtiéndose en una advocación muy relacionada con la protección contra elementos vinculados con el mundo de la naturaleza como los incendios, así como sin poder faltar el caso del lobo, el cual como se ha dicho, podía infligir cuantiosos daños, especialmente en una sociedad económicamente dependiente del sector ganadero como la que existía por aquellos tiempos.
*Saint-Loup de Sens (nacido en Orléans en el año 573 y fallecido en Brienon-sur-Armaçon en el año 623), fue un clérigo francés, que llegó a ser Obispo de Sens. Este fue canonizado en la segunda mitad del siglo IX, celebrándose su onomástica el día 1 de septiembre. Es considerado un protector muy efectivo contra los ataques de lobos, además de diferentes problemáticas.
Su relación con el mundo lupino es tal, que incluso en Cataluña hemos encontrado diferentes lugares que mantienen esa devoción hacia este mismo santo. Es por ello, que nuevamente consideramos que no es un hecho casual, que en este entorno del territorio francés, antaño muy frecuentado por los lobos, acabase apareciendo una veneración hasta un santo que defendía a la gente de los ataques de estos cánidos. Sabemos que el daño infligido por estos animales sobre la población fue tal, que incluso muchos siglos después, se conocerán numerosas bajas, ocasionadas por algunos lobos, siendo un claro ejemplo, lo que se conocen como las “bestias de Orleans”, y que sembraron el terror en la región, durante diferentes intervalos de tiempo, entre los siglos XVII y XVIII.
*Saint-Loup de Limoges (Obispo de dicha ciudad, que falleció en el año 632), y cuya onomástica se celebra el día 22 de mayo. Ignoramos por ahora datos relativos a su vida, que nos permitan ahondar en cuestiones como las que aquí estamos planteando, no obstante, a tenor de la línea expuesta, creemos que al menos antaño, esta imagen podría guardar ciertos paralelismos, con esa protección hacia los ataques de animales salvajes.
*Saint-Loup de Bayeux (fue Obispo de Bayeux durante el siglo V). Su onomástica se celebra el día 25 de octubre, y sin lugar a duda, por su historia, se le puede considerar otro santo protector contra los lobos. Se cuenta, que este cristiano luchó contra un lobo monstruoso que tenía atemorizada a la población del área de Bayeux.
Sant Llop o San Lupo de Sens en el territorio catalán
Siguiendo con la hipótesis hagiográfica que planteamos en el presente artículo. Insistimos en que no nos parece un fenómeno casual, que diversos de estos santos, sean finalmente advocaciones veneradas en enclaves donde históricamente se han registrado datos de ataques de lobos, en los que se relatarán esas intervenciones salvaguardadoras, que tras la canonización de su figura cristiana, acabaron popularizando más si cabe su devoción.
Como ya se ha indicado, el periodo de existencia de la gran mayoría de estas personalidades, se produce durante los siglos V y VI, un momento clave, precisamente por ese abandono del territorio tras la caída del Imperio Romano. Esto propiciará un incremento de la fauna salvaje, hasta el punto de que la abundante presencia del lobo incrementará la amenza, tal y como se verá en la época de Carlomagno, es decir, ya entre los siglos VII y VIII.
La coincidencia de personas vinculadas con la Iglesia, portadoras del nombre Loup, al tiempo que se produce el incremento de este tipo de peligros, motivará sin duda que la imagen de estos religiosos cuando iban siendo canonizados, acabase asociándose con la búsqueda de una protección, respaldada en su hagiografía por aquel conjunto de acciones providenciales.
La influencia francesa llegará a descender hasta tierras meridionales, permitiendo que también podamos contar con la presencia de alguno de estos santos ya dentro del territorio catalán. Hecho que apreciamos en diferentes espacios religiosos, como la ermita de Sant Llop de Dosrius, la de Torrent (emplazada en un lugar apartado, cerca de la carretera que va de la Bisbal a Palafrugell), o también en el caso de Vilobí d'Onyar. Tampoco podemos olvidarnos del municipio de Centelles, donde esta advocación es el patrón de la localidad.
Del mismo modo, apreciamos la existencia de una iglesia parroquial dedicada a Sant Llop y Santa Eulàlia en Hortasavinyà, así como otra de origen románico, vinculada con Sant Llop de Viabrea.
En todos estos lugares, la festividad de la onomástica de su respectivo Sant Llop, coincide con la jornada del 1 de septiembre, es decir, la misma que tenemos para Saint-Loup de Sens, y que como se ha comentado, posee un profundo arraigo con la protección contra los ataques de lobos y animales rabiosos.
Precisamente, conocemos los gozos que se conservan de Sant Llop de Sens en Dosrius, no siendo un hecho casual, que entre las alabanzas que se le realizan al santo, podamos leer la de su papel como intercesor contra los peligros derivados de estos cánidos:
“Quan a Senona i Orleans
els bestiars se'ls morien
del mal de llobes, venien
a Vós aquells ciutadans;
cessava al punt la dolència
beneint les aigües Vós”.
Sabemos qué antaño en este entorno, se invocará al santo para pedirle su intercesión para proteger a sus habitantes de las brujas, así como del mismismo demonio, además de los problemas derivados de las alimañas, puesto que dañaban muchas de las explotaciones animales que había en la zona.
Esta tierra, además de lobos, también contaba con la presencia de loberos, quienes solicitaban especialmente a los propietarios de las masías, un estipendio, a cambio de proteger a sus ganados contra los ataques de aquellas criautras, puesto que supuestamente, decían estar capacitados de un don con el que conseguían repelerlas.
A ello cabe sumar otras creencias vinculadas con este animal, como la que relataba que si un lobo se topaba con un hombre antes de que este pudiese verle, aquella persona perdía la voz, debido al pánico que el animal podía transmitirle. Un problema de afonía, que la tradición indicaba que siempre podía evitarse si el afectado se encomendaba a Sant Llop.
David Gómez de Mora