Las
previsiones meteorológicas nos indican que viviremos un verano más
caluroso de lo habitual, y lo cierto es que esta cuestión, creo que
a estas alturas ya es algo que casi nadie pone en tela de juicio.
Aun
así, tampoco hemos de olvidar que la entrada de olas de aire cálido
en junio, es algo muy propio de nuestro clima mediterráneo.
Simplemente hemos de ir hasta el mismo mes del año 2012, y recordar
como entre los días 24-27 de junio, en algunas poblaciones de la
Península Ibérica se superaron más de 40º de temperatura por el mismo motivo.
Sabemos
que desde 1975 hemos sufrido alrededor de 80 olas de calor,
destacando la histórica de 2003, y que se extendió durante más de
dos semanas, causando miles de fallecidos por nuestro continente.
Sin
lugar a duda los datos están ahí, y del mismo modo, mayo ha
repercutido en el junio que dejamos atrás, pues el final de la
primavera despedazó registros, motivo por el que las altas
temperaturas, como la escasa cantidad de precipitaciones, fueron las
principales características por las que siempre lo recordaremos.
Igualmente, en junio hemos seguido con esa situación de calor, a la
vez que las lluvias sólo se han dejado ver en un par de jornadas -cifra escasa pero suficiente como para concentrar más de 80 mm.-
Esperamos
ver con más calma los datos de los siguientes meses, y sacar
conclusiones al respecto, no obstante, de lo que no cabe la menor
duda, es que en las próximas semanas entrarán varias olas de aire
caliente que dispararán el mercurio, además de que dominarán los
vientos de latitudes bajas, y posiblemente apreciemos una mayor
actividad eléctrica, como consecuencia de las lluvias de tipo
convectivo, tan propias de nuestra estación veraniega.
David
Gómez de Mora