Los Martínez sacederos realizaron una proyección social ascendente que les
ayudó a afianzarse como hidalgos, gracias a un relato familiar que ahondaba sus
raíces en tierras vasca. Nada más lejos de la realidad se trataba de una casa de labradores con
recursos, ya bien aposentada durante el siglo XVI, que a partir de la centuria
siguiente supo entablar una serie de alianzas matrimoniales con familias que
contaban con un patrimonio considerable, hasta que finalmente en el siglo XVIII
obtendrán su ansiado premio, sacando ejecutoria de hidalguía por la
Chancillería, así como llegando incluso a dar el salto en el mundo
de la política en el siglo XIX.
Armas de los Martínez-Unda
Sin lugar a duda, los Martínez de Saceda son todo un ejemplo de manual de
esos linajes que experimentaron un crecimiento social escalonado desde la base,
a través de elaboradas estrategias matrimoniales que siempre fueron precisas y
acertadas, además de mantener a la vez su estatus dentro del municipio en el
que residían.
La descripción del escudo de armas es la siguiente: "en campo de
gules, dos fajas fretadas, de oro y azur".
David Gómez de Mora
Cronista Oficial de Saceda del Río