jueves, 14 de diciembre de 2023

Los Garcés de Jánovas. Un linaje con miras de proyección social tras la reconquista del territorio valenciano

Entre las casas de las familias de la nobleza aragonesa que participarán activamente en el proceso de control y expansión de sus dominios tras la reconquista cristiana en el Reino de Valencia, nos encontramos con el caso de los Garcés de Jánovas.

Hemos de indicar que este linaje aparece documentado en Herbers (Castellón) desde la segunda mitad del siglo XIII. En este sentido, si el primer miembro en recibir el control del lugar se referencia durante 1272 con el nombre de Juan Garcés, veremos que poco después se cita el dominio del enclave bajo el poder del noble Pedro Garcés de Janues (Pedro Garcés de Jánovas). Un representante de una notable familia de la nobleza aragonesa, procedente de la localidad oscense que acabará integrando su apellido.

Parece ser que los Garcés de Jánovas perderían la titularidad del señorío por línea masculina, al no haber un descendiente varón. Y es que se tiene constancia de como entre finales del siglo XIII y primeras décadas del siglo XIV, Elvira Garcés de Jánovas casa con Ramón Centelles, recayendo de este modo los dominios del señorío de Herbers bajo el poder de los Centelles, y borrándose así el nombre de los Garcés con este pequeño enclave castellonense.

Sobre la extensión y presencia del linaje por tierras aragonesas, podemos leer en un trabajo de Andrés J. Nicolás-Minué Sánchez (2018, 328), que “don Pedro Garcés de Januas fue obispo de Zaragoza y se halló en un concilio de Tarragona del año 1277”, así como que “en las Cortes del año 1301 asistió un caballero llamado Juan Garcés de Januas. El año 1338 Miguel Pérez de Januas, caballero vecino de Fonz, hizo la salva [de infanzonía] por Martín Pérez Navarro que probó ser hijodalgo. En las Cortes de 1374 asistió un hijodalgo dicho Pedro Garcés de Januas”.

Imagen del río Ara a su paso por la localidad de Jánovas

Como mucha gente sabe, Jánovas es un municipio que se despobló para la supuesta construcción de un embalse que nunca llegó a ejecutarse. Es por ello que décadas después sus vecinos emprenderían un increíble proceso de repoblación, en el que con mucho sacrificio y trabajo, han comenzado a darse los primeros pasos para conseguir hacer revivir la presencia de gente en sus casas. Ni que decir que Jánovas es un enclave que se remonta como mínimo a los tiempos del medievo, caracterizándose por ser uno de los principales lugares que han existido en el valle de Ara a lo largo de su historia.

Creemos que esta localidad, así como muchas de las que veremos por la franja alta de las tierras aragonesas, son zonas en las que afloraron familias interesadas en el proceso reconquistador que Jaime I llevó a cabo en el nuevo reino cristiano valenciano. Esto se percibe en las cartas de población que recibirán diferentes municipios del norte de Castellón, tal y como lo evidencia la concesión de cartas de población incluso después de la toma de la ciudad de Valencia, bajo los fueros de Zaragoza.

Al respecto, el gran medievalista aragonés Antonio Ubieto, comentaba que “se confirma que la nobleza aragonesa -y una mínima parte de los Hospitalarios que usó las costumbres de Lleida- consideraron la ocupación del reino de Ab Zeyt, como una extensión de sus tierras patrimoniales hasta época muy avanzada del siglo XIII, pues se puede observar que prácticamente hasta mediados del siglo XIII siguieron otorgando cartas de población a fuero de Zaragoza, admitiendo la supremacía de esta ciudad en lo jurídico sobre toda la zona” (Ubieto, 1979, 213).

El caso de los Garcés de Jánovas no será como veremos un hecho puntual, ya que si leemos la carta de población de Benicarló y que data del año 1236, apreciamos que el procurador que establece los límites de la localidad siguiendo el fuero de Zaragoza es el noble aragonés Fernando Pérez de Pina. Algo parecido ocurriría con la vecina localidad de Vinaròs, esta vez con la figura de Gil de Atrocillo, alcaide de la fortaleza de Peñíscola en el año 1241, encargado de entregar la carta de población a los vinarossencs, y cuyo origen genealógico los tratados históricos ascienden hasta el lugar de Castiello de Jaca.

Parece obvio entender que la aparición de variopintos linajes aragoneses en las primeras fases de esos asentamiento de caballeros que controlan la zona norte del territorio valenciano, se puede entender como una acción llevada a cabo por muchas casas de infanzones, que vieron en estas tierras recién reconquistadas, una oportunidad con la que ampliar su patrimonio, así como de expandir unos dominios que realzaban su estatus social dentro de esa sociedad tan jerarquizada como la que veremos durante el periodo de la baja edad media. Es por ello que la presencia del linaje janoviense de los Garcés en un enclave como el de Herbers, pudiese responderse desde este enfoque que estamos planteando.

Imagen de Jánovas (antigua residencia de la familia Garcés)

Igualmente hemos de entender que las familias de la nobleza aragonesa sabrán aprovechar la continuidad geográfica que les ofrecerá la franja turolense de la Matarraña con las tierras del interior castellonense, algo obvio en lugares como el que nos ocupa, puesto que la localidad de Herbers ya aparece documentada durante la segunda mitad del siglo XII, bajo un topónimo claramente empleado por los mozárabes del lugar. Fenómeno que nos indicaría la presencia de cristianos en esta zona, y que como ya hemos planteado en diferentes ocasiones, estaban sobreviviendo con anterioridad al proceso reconquistador de Jaume I.

Tengamos en cuenta como los aragoneses verán en esta zona geográfica, una oportunidad en la que afincar a sus gentes, por resultar el lugar una zona que previamente ya estaría poblada por cristianos, además de controlada desde la segunda mitad del siglo XII por aragoneses. Y es que si los catalanes tenían como principal obstáculo desde la toma de Tortosa en el año 1148, el paso hacia tierras abajo del río Ebro, ralentizándose su avance hasta áreas más meridionales, no ocurriría lo mismo con la franja aragonesa desde la que en el área de la Matarraña se disponía de una mayor facilidad para penetrar en la zona valenciana, fenómeno que a nuestro juicio explicará una mayor expansión y presencia de esos linajes aragoneses, y que verían en las comunidades nativas de cristianos que ya existían en la región, una posibilidad con la que afianzar su presencia en un territorio que desde el momento inicial de la reconquista dispararía su interés. Una cuestión que se puede interpretar del estudio de la frontera aragonesa con el territorio valenciano desde el siglo XII, a través del artículo que expone en su trabajo J. F. Utrilla (2017).

Armas heráldicas de los Garcés de Jánovas

Ni que decir que los Garcés de Jánovas fueron una familia de notable influencia, cuyo peso se dejará sentir dentro del territorio aragonés, como en el caso que nos ocupa del norte de Castellón. Así pues, ya en los siglos XIV y XV estos controlan un patrimonio destacado más allá de la localidad originaria de sus ancestros.

Hemos de entender a estos Garcés como un linaje de infanzones o miembros de la baja nobleza caballeresca, que contaría con su respectiva casa solariega en la localidad de la que procedían. Y desde la que fueron creciendo a medida que ascendieron socialmente.

Podemos consultar diferentes documentos que dan fe de su expansión, así como de su importancia en diferentes lugares de las tierras aragonesas, ya por los siglos XIV y XV.

Don Juan Garcés de Janovas, caballero, alcaide de Pina y procurador del noble Artal de Alagón, reconoce haber recibido de doña Teresa [Ximénez] de Urrea, Priora de Sigena, doscientos sueldos jaqueses por razón del treudo del monte de Farlé . Año 1309. Archivo Histórico Provincial de Huesca - S/000017/000007

Rodrigo de Aineto y Sancha Garcés de Jánovas ceden a Miguel Sánchez de Aineto, su hijo, la posesión de la villa de Santa María de Pedrola y otros bienes. Año 1342. Archivo Histórico Nacional, CLERO-SECULAR_REGULAR,Car.597,N.12

Sentencia arbitral del año 1391 en el pleito entablado entre el concejo de Griébal, de una parte, y Martín Garcés de Jánovas, su mujer Dominga, hija de Marco de San Pedro y de su mujer Agnes. Archivo Histórico Nacional, CLERO-SECULAR_REGULAR,Car.778, N.13

Benedicto Colobor, notario, y Tomás de Paño, vecinos de Sena, como albaceas testamentarios de Miguel de Corza, venden a Pedro Garcés de Jánovas, escudero, vecino de Sena, unas casas en dicho lugar por 40 florines de oro de Aragón. Año 1433. Archivo Histórico Provincial de Huesca - S/000029/000014

Trascurrido el medievo, y durante centurias posteriores, tenemos algunas referencias que nos vuelven a reflejar la presencia de familias con peso dentro de la localidad de Jánovas, no obstante, apreciamos como la casa de los Garcés no es mencionada. Así pues, Gerardo Molpereces (2011, 68-69), nos indica que “según consta en el Fogaje de Aragón del año 1495, Jánovas tenía en el siglo XV una veintena de fuegos o casas. De estas, al menos han conservado el nombre dos de ellas: casa Puyuelo y casa Castillo, y ya figura la casa de la abadía. En el padrón de Infanzones de Jánovas aparecen los nombres de Rufas y Serrate hacia 1788, que corresponden con dos de las casas de mayor tamaño existentes en la localidad. Antonio Ubieto asigna a Jánovas 247 vecinos de media”.

Esto quiere decir que Jánovas a comienzos del siglo XVI tenía alrededor de un centenar de habitantes, de entre los que posteriormente se referenciarán algunos miembros de la nobleza local residiendo, tal y como se indica en el caso de finales del siglo XVIII, donde se mencionan a los linajes de los Rufas y Serrate, apellidos que destacarán entre un vecindario que respecto finales del medievo había conseguido duplicar su población, fenómeno que tendría que dejarse sentir en su modesta trama urbana, y que nos acercará a parte de ese viario que hoy todavía sigue en proceso de reconstrucción. Otros como los Cambra y los Capablo serán varias de las familias que tendrán reconocida su nobleza en la misma localidad.

Entre otros vecinos de Jánovas registrados como infanzones, veremos que se documentan entre finales del medievo y centurias posteriores las familias Allué y Fuertes (CASAS E INFANZONES DE SOBRARBE: 2021 (gensobrarbe.blogspot.com).

Por lo que respecta a nuestro interés, los Garcés no son citados en este censo de nobles. Ello puede deberse a distintos motivos, sin necesidad de que su apellido hubiese desaparecido en la localidad de Jánovas, pues creemos que estos seguirían estando presentes tanto en este enclave como en otros lugares de la zona.

Como bien saben muchos investigadores y genealogistas, el origen de múltiples apellidos (que arrancan de épocas tan remotas como la que nos ocupa), poseen diferentes líneas o ramas, que en algunos casos acaban despuntando, haciendo que sus integrantes crezcan en importancia y medren socialmente, así como otros acaben perdiendo fuelle, siendo relegados al conjunto mayoritario de esa  sociedad proletaria en la que no hay un distintivo social que muchas veces no será reclamado o exaltado por sus descendientes, de ahí que en multitud de ocasiones los historiadores apreciemos que casas con un mismo tronco genealógico en un lugar exijan los derechos que les pertenecían como hidalgos, mientras que en otros enclaves no puedan hacerlo.

Por otra parte, el apellido Garcés, es un patronímico que significa “hijo de García”, además de resultar muy abundante en tierras aragonesas. Esto también podría explicar que por un lado en Jánovas estuviesen los Garcés reconocidos como infanzones, al mismo tiempo que existiesen otros Garcés con un origen diferente.

Veremos la aparición de apellidos que se remontan a localidades emplazadas en las zonas septentrionales de esta región, que empezaremos a percibir desperdigados por diferentes municipios del área valenciana con el trascurso de los siglos. Precisamente, no muy lejos de Jánovas, a una distancia de poco más de cincuenta kilómetros, nos encontramos con la pequeña localidad de Víu, un enclave que se halla en las estribaciones de Cotiella, en un entorno montañoso, que dará apellido a determinados linajes que en origen pudieron proceder o relacionarse con este pueblo, siendo el caso de la misma familia del Barón de Herbers, quien como sabemos porta en su apellido compuesto la forma Ram de Víu.

Imagen de la localidad de Víu

Tengamos en cuenta que la presencia de apellidos que se remontan hasta altas latitudes y que aparecerán documentados durante el medievo por la zona del norte de Castellón, los veremos por ejemplo en el caso de Peñíscola en la forma Ayza, la cual pensamos que probablemente estaría vinculada con la localidad aragonesa de Aísa.

Aísa es un municipio perteneciente a la comarca de La Jacetania, distando de Castiello de Jaca (de donde procedían los Atrocillo) solo a unos veinte kilómetros, y cuyo nombre según nuestra hipótesis podría haber derivado en la forma que hoy portan muchos de los habitantes peñiscolanos.

Hasta la fecha con los escasos datos que hemos investigado, podemos aseverar una serie de conclusiones, que señalan la influencia aragonesa en las tierras castellonenses. Así pues, tenemos por ejemplo el caso de los Garcés de Jánovas, quienes ya en el siglo XIII poseen el señorío de Herbers; del mismo modo, es desde ese periodo hasta poco después de finalizar el medievo, cuando este linaje alcanzará un crecimiento social, que le permitirá obtener territorios y propiedades mucho más allá de su área originaria, tal y como apreciamos en otras muchas familias de raíz aragonesa. Y es que como se ha indicado líneas arriba, no podemos pasar por alto, el papel ejercido por los linajes de la pequeña nobleza aragonesa en el momento de la repoblación valenciana tras la reconquista, así como también incluso en una fase previa, cuando ya tendríamos constancia de la pervivencia de una cultura mozárabe, que consiguió sobrevivir al trascurso del dominio islámico.

David Gómez de Mora


Referencias bibliográficas:

*CASAS E INFANZONES DE SOBRARBE: 2021 (gensobrarbre.blogspot.com). “Apellido y linaje: Los Allué (IV), 19/12/2018 y Los Fuertes (LIV)”, 8/12/2021 

*MOLPERECES, G. (2011). “Jánovas, Lavelilla y Lacort, de la expropiación a la rehabilitación”. Año 86, nº. 370 mayo, 201, pp. 67-72. En: Aragón 370

*NICOLÁS-MINUÉ SÁNCHEZ, A. J. (2018). Familias Nobles de Aragón Linajes de Nobles e Infanzones del Reyno de Aragón y sus descendencias escritos por Juan Mathías Estevan. Fuentes Histórica Aragonesas, 84. Institución Fernando el Católico. Excma. Diputación de Zaragoza, 634 pp.

*UBIETO ARTETA, A.; (1979). Orígenes del Reino de València. Cuestiones cronológicas sobre su reconquista (II tomo). Ediciones Anubar, 298 pp., Zaragoza.

*UTRILLA UTRILLA, J. F. (2017). De la "extremadura" aragonesa al reino de Valencia. Las tierras de frontera entre el mundo cristiano feudal y el Sharq al-Andalus (1170-1240)”. Bajar al reino: relaciones sociales, económicas y comerciales entre Aragón y Valencia: siglos XIII-XV, pp. 31-61

davidgomezdemora@hotmail.com

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Profesor de enseñanza secundaria, con la formación de licenciado en Geografía por la Universitat de València y título eclesiástico de Ciencias Religiosas por la Universidad San Dámaso. Investigador independiente. Cronista oficial de los municipios conquenses de Caracenilla, La Peraleja, Piqueras del Castillo, Saceda del Río, Verdelpino de Huete y Villarejo de la Peñuela. Publicaciones: 25 libros entre 2007-2024, así como centenares de artículos en revistas de divulgación local y blog personal. Temáticas: geografía física, geografía histórica, geografía social, genealogía, mozarabismo y carlismo local. Ganador del I Concurso de Investigación Ciutat de Vinaròs (2006), así como del V Concurso de Investigación Histórica J. M. Borrás Jarque (2013).