La familia Valladolid comienza a dejar su huella en la
localidad de Buenache de Alarcón a partir del siglo XVII, momento en que empezamos
a ver como aparece este apellido en los libros de su parroquia, así como en las
anotaciones de los apuntes genealógicos que poseemos.
Personalmente, este apellido guarda un interés especial, ya que nuestro bisabuelo Honorio de Mora de Valladolid, fue el último representante de la familia en llevarlo. De ahí que en un futuro sigamos investigando más a fondo su procedencia, en busca de conclusiones que nos ayuden a comprender mejor el destino que corrieron algunos de los antepasados que lo portaron.
Poco sabemos por ahora de sus raíces, no obstante, lo que sí parece evidente, es que muchos de sus miembros se encontraban representando diversos de los personajes más destacados del Buenache del siglo XVIII. Circunstancia que comprobamos mediante sus testamentos, así como por los diferentes enlaces que los Valladolid realizan con otras familias de la burguesía local, tal y como sucede en la segunda mitad de esa centuria con el linaje de los Barambio.
Su interés por proyectarse desde las primeras generaciones de su asentamiento queda patente a través del matrimonio celebrado entre Francisco de Valladolid (noveno abuelo) con María García de Arribas, la cual era hija del alcalde de Buenache, don Marcos de Arribas y su esposa Margarita López, naturales de la localidad y gentes de buena posición. Recordemos que su pariente Alonso de Valladolid casó en 1703 con la noble doña María de Villanueva. De estos dos últimos personajes sabemos que Alonso falleció en 1735, pagando un total de 500 misas, así como su esposa María lo hizo en 1744, pagando 1.102 misas. Cifras tremendamente exageradas, que a simple vista son indicativas del poder ostentando por ambas casas.
Personalmente, este apellido guarda un interés especial, ya que nuestro bisabuelo Honorio de Mora de Valladolid, fue el último representante de la familia en llevarlo. De ahí que en un futuro sigamos investigando más a fondo su procedencia, en busca de conclusiones que nos ayuden a comprender mejor el destino que corrieron algunos de los antepasados que lo portaron.
Poco sabemos por ahora de sus raíces, no obstante, lo que sí parece evidente, es que muchos de sus miembros se encontraban representando diversos de los personajes más destacados del Buenache del siglo XVIII. Circunstancia que comprobamos mediante sus testamentos, así como por los diferentes enlaces que los Valladolid realizan con otras familias de la burguesía local, tal y como sucede en la segunda mitad de esa centuria con el linaje de los Barambio.
Su interés por proyectarse desde las primeras generaciones de su asentamiento queda patente a través del matrimonio celebrado entre Francisco de Valladolid (noveno abuelo) con María García de Arribas, la cual era hija del alcalde de Buenache, don Marcos de Arribas y su esposa Margarita López, naturales de la localidad y gentes de buena posición. Recordemos que su pariente Alonso de Valladolid casó en 1703 con la noble doña María de Villanueva. De estos dos últimos personajes sabemos que Alonso falleció en 1735, pagando un total de 500 misas, así como su esposa María lo hizo en 1744, pagando 1.102 misas. Cifras tremendamente exageradas, que a simple vista son indicativas del poder ostentando por ambas casas.
Apuntes
de la genealogía familiar (Linaje de Valladolid). Elaboración propia.
Francisco se encargó de que su hijo siguiera el mismo
rumbo que su padre, para ello mantuvo un enlace con una mujer de una condición
social similar, María, la cual descendía por el costado paterno y materno de
gentes que componían el conglomerado elitista de la localidad. Los planes de
proyección social seguían estando muy claros en la familia de Francisco, de ahí
que dos hijos fruto de dicho matrimonio, Eugenio y Francisco (ambos séptimos
abuelos nuestros), casaron con las hijas de otra familia muy conocida en el
territorio por su vinculación con el clero, y anteriormente mencionada, los
Barambio, y de los que próximamente realizaremos un artículo detallado sobre su
historia familiar. De acorde a la documentación intuimos que Francisco tenía
muy buena relación con el que sería su futuro consuegro (Lucas Ruiz de Barambio),
fenómeno por el que se gestó con éxito un doble “apaño” matrimonial, que dejó una
rica descendencia a través de la línea de los Valladolid, así como acabaría
consolidando a sus miembros entre los representantes de la pequeña burguesía
municipal durante fechas posteriores. Eugenio tuvo como hijo a Luís de
Valladolid y de Barambio, quien casó con María Josefa del Oreto Joaquina Ana
Damasa de Cuenca García-Avalos y de la Parra (sextos abuelos). Por otro lado,
Francisco, engendró entre sus hijos a Leonardo de Valladolid y de Barambio,
quien casó con María Cerrillo López (también sextos abuelos).
David Gómez de Mora