Gracias al libro
de capellanías de don Domingo de Campos, podemos hacernos una idea de las
familias y personajes que vivían en Buenache de Alarcón durante siglos
pasados. En este caso hemos querido centrarnos en aquellos que lo hicieron a lo
largo de la centuria que lleva por título este artículo, haciendo especial
hincapié en las familias más destacadas del lugar.
Sabemos que el
tejido social de una localidad como la que estamos tratando no era
excesivamente complejo, no obstante, ello no impidió que diferentes linajes de
la burguesía local, como de la nobleza rural, comenzaran a cobrar protagonismo
dentro del espacio que hoy denominamos vulgarmente con el nombre de la Manchuela.
Un fenómeno que apreciamos en las entradas anuales que se van efectuando en el
referido libro, y en el que se mencionan los personajes que ocuparon las
alcaldías del municipio.
En esta línea,
hemos podido comprobar que en la gran mayoría de casos, durante ese periodo
Buenache contaba con dos alcaldes ordinarios, de los que normalmente uno solía
representar el estado noble, mientras que el otro el estado general. Norma que no
siempre se aplicaba, bien por falta de hidalgos o incluso por gentes que intentaban
escaquearse.
El puesto de
alcalde solía reservarse para aquellos individuos que poseían una mínima formación
académica, donde al menos pudieran reflejarse unos conocimientos en
contabilidad, escritura y lectura, además de hallarse en una posición social
bien considerada, lo cual solía ir siempre relacionado, de ahí que como veremos
no es casual que estos se adscriban a las familias con más poder del municipio.
El libro de
Domingo de Campos (vol. I), abarca desde el año 1627 hasta 1786, dando detalle
de los representantes de la corporación municipal que existieron durante la primera
mitad del siglo, ya que posteriormente se abre una laguna de datos entre las
series. Esta pieza documental se halla en el Archivo Diocesano de Cuenca, y en
la misma, el párroco don Domingo dejó constancia que éste ayudaría a aquellas
familias con dificultades económicas, que demostraran ser descendientes de su linaje.
En este sentido, aparecen multitud de viudas, que ante el tremendo desamparo económico
que suponía por aquellas fechas la muerte de un marido, nos están señalando una
vinculación genealógica directa con dicha familia.
El referido don
Domingo de Campos mantuvo una relación muy estrecha con los Señores de Buenache
de Alarcón, tanto es así que fue su capellán, siendo un personaje digno de
estudio, y que en un futuro pretenderemos desentrañar con un mayor detalle.
Por lo que
respecta a los alcaldes, vemos como sus apellidos están siempre relacionados
con las gentes más importantes de la localidad, de ahí que iremos mencionando
los años en lo que estos aparecen, así como la relación familiar que poseían
con las élites locales, a través de la conexión que nosotros tenemos en
nuestros apuntes genealógicos.
Hemos podido
comprobar que no todos los años se efectuaban anotaciones, motivo por el que en
bastantes temporadas desconocemos quienes fueron los representantes municipales.
Adjuntamos a continuación la lista de los nombres y apellidos que hemos podido
transcribir por lo que atañe a este siglo:
1627- Pedro de la Parra y Martín Pérez, así como Nicolás
Beltrán y Bartolomé Herráiz.
1629- Pedro de Alarcón y Pedro de Ruipérez. Luego Blas
Bermejo.
1631- Bartolomé Herráiz y Pedro de Ruipérez.
1632- Nicolás Beltrán.
1633- Nicolás Beltrán y Pedro Hortelano de Lara.
1634- Fernando Saiz y Bartolomé Moreno.
1636- Francisco López de Lizcano y Pedro Hortelano de
Lara.
1637- Pedro de Cuenca y Pedro de la Orden.
1638- Pedro García Redondo y Pedro del Castillo Reyllo.
1641- Fernando Saiz y Juan de la Orden.
1642- Fernando Saiz.
1643- Pedro de Cuenca y Andrés Cortijo.
1644- Antonio García y Gerónimo Saiz.
1645- Antonio García y Luís de la Parra.
1648- Domingo de Rojas.
1649- Cosme del Monte.
1650- Damián García.
1653- Juan Saiz de Arias.
1654- Damián García y Gerónimo Saiz.
1655 y 1656- Miguel Moreno de la Fuente y Pedro de la
Parra Donoso.
1657- Pedro Cerrillo de Ayuso y José García.
1659- Fernando Saiz Moreno y Sebastián López.
1661- Juan García de Villora y Cristóbal Hortelano.
1663- Antón García Patrón y Alonso Ximénez Moreno.
1664- Cristóbal Hortelano y Miguel de Villora Cantero.
1665- Pedro de Rojas Arcos.
1667- Fernando Saiz y Diego de Arias Calleja.
1681- ¿Miguel García de Villora?
1682- Diego Muñiz Hortelano y Marcos López de Gonzalo.
1683- Alonso de Ávalos (menor) y Bartolomé de la Orden.
1692- Alonso de Tébar.
1695- Francisco Martínez y Gil Blanco.
Entrando a valorar la historia de algunos de esos
personajes y siguiendo nuestros apuntes genealógicos, podemos aportar los siguientes
datos:
Empezamos con Pedro de la Parra, quien casó en 1618 con
María Pérez, siendo éste hijo de Pedro García y Ana García. Respecto a los
Ruipérez, sabemos que fueron hidalgos reconocidos en algunos municipios de los
alrededores.
Martín Pérez desciende del linaje burgués de los Pérez, y
que consideramos como uno de los más importantes durante la segunda mitad del
siglo XVI, ya no sólo en este municipio, sino que con gran influencia en
enclaves de los alrededores.
Nicolás Beltrán desciende de otra notable familia, cuyos
parientes mantendrán enlaces con miembros destacados de la nobleza de la
Manchuela.
Igualmente Blas Bermejo desciende de la línea de Juan
Bermejo e Isabel de Silos y de Sotomayor, ambos gente bien posicionada.
No hemos de olvidar a Fernando Saiz Moreno y Bartolomé
Moreno, descendientes de la línea de Fernando Saiz Moreno y Quiteria Cano,
poseedor este de uno de los vínculos más destacados de la historia de Buenache de
Alarcón.
Pedro de Cuenca está relacionado con la línea del antes
referido Pedro de la Parra y María Pérez. Dicha María es hija de Pedro de
Cuenca y Juliana Martínez, fenómeno que vuelve de nuevo a reforzar la
consanguinidad habida entre las familias que ocupan estos cargos de la
administración.
Pedro de la Orden, dejó por descendiente a Pedro de la
Orden, marido de Isabel de Moya, y progenitores de una destacada línea del
linaje de la Orden en Buenache. Fenómeno idéntico sucede con otro personaje de
la familia, Juan de la Orden. Años más tarde Bartolomé de la Orden, casado en
1656 con la hidalga Juana de Flores, ocupará la alcaldía del municipio. Éste
fue hijo de Francisco López de Vera y María de la Orden, una familia también
con renombre. Ello confirma el estatus de los miembros de la saga de los de la
Orden a lo largo de este siglo.
Andrés Cortijo es también descendiente del linaje
Cortijo, viniendo muy probablemente del bien posicionado Andrés Cortijo y su
esposa Leonor García.
Pedro del Castillo Reyllo es miembro de la nobleza local,
una familia de las más destacadas y que entronca con los Señores de Buenache de
Alarcón. El mismo Mártir Rizo en su obra histórica de Cuenca, remarca la
importancia de este linaje.
La familia de Rojas, es miembro del estado noble, lo cual
les permitirá proyectarse con enorme facilidad dentro de la localidad.
Igualmente de destacadísima es la casa de Cosme del
Monte (marido de Ana Saiz), descendiente de hidalgos locales (Cosme del Monte y
doña Catalina del Castillo), el cual además de ser alcalde, es seguido después
por su hijo Gerónimo Saiz, casado en 1626 con María Pérez, ella también
descendiente de la burguesía rural.
Tenemos también referencias como la de que Juan Saiz de Arias es
descendiente de la línea hidalga de Juan Saiz de Arias y doña María de Reyllo.
Miguel Moreno de Fuentes, es otro de los miembros que
están relacionados con los Saiz Moreno, casando en 1641 con Catalina Cerrillo,
y siendo hijo del ex-alcalde anteriormente mencionado Fernando Saiz Moreno.
Tampoco podemos olvidar los diferentes miembros de la
familia García, entre los que hemos de destacar a José García, quien en 1629
casa con Ana Bermejo. Dicho José es hijo de Diego Rentero y Juliana García
(descendiente por lo tanto de la reputada familia de don Domingo de Campos). En
el caso de Damián García, éste es un fiel representante de la burguesía local
rural, en la que sus ancestros ya venían desempeñando un papel destacado.
Fenómeno idéntico sucede con la línea de los García de Villora.
Otra familia con mucho recorrido son los Saiz Carrión, y
que están relacionados con la familia descendiente de Miguel Saiz Carrión y
María Pérez. Parece ser que los Carrión también fueron reconocidos como
miembros del estado noble en diferentes lugares.
Valgan pues estas notas, como información adicional que
nos permita conocer un poco mejor la historia de las élites rurales que
existieron en este lugar.
David Gómez de Mora
Bibliografía:
-Libro de la
capellanía Campos (Vol. I), 1627-1786. Archivo Diocesano de Cuenca.
-Libros de
matrimonios de Buenache de Alarcón. Volúmenes II, III y IV. Archivo Diocesano
de Cuenca.
-Genealogía de la
familia Gómez-de Mora y Jarabo. Inédito.