domingo, 23 de abril de 2017

Las élites de Buenache de Alarcón durante el siglo XVII (sus alcaldes)

Gracias al libro de capellanías de don Domingo de Campos, podemos hacernos una idea de las familias y personajes que vivían en Buenache de Alarcón durante siglos pasados. En este caso hemos querido centrarnos en aquellos que lo hicieron a lo largo de la centuria que lleva por título este artículo, haciendo especial hincapié en las familias más destacadas del lugar.

Sabemos que el tejido social de una localidad como la que estamos tratando no era excesivamente complejo, no obstante, ello no impidió que diferentes linajes de la burguesía local, como de la nobleza rural, comenzaran a cobrar protagonismo dentro del espacio que hoy denominamos vulgarmente con el nombre de la Manchuela. Un fenómeno que apreciamos en las entradas anuales que se van efectuando en el referido libro, y en el que se mencionan los personajes que ocuparon las alcaldías del municipio.
En esta línea, hemos podido comprobar que en la gran mayoría de casos, durante ese periodo Buenache contaba con dos alcaldes ordinarios, de los que normalmente uno solía representar el estado noble, mientras que el otro el estado general. Norma que no siempre se aplicaba, bien por falta de hidalgos o incluso por gentes que intentaban escaquearse.
El puesto de alcalde solía reservarse para aquellos individuos que poseían una mínima formación académica, donde al menos pudieran reflejarse unos conocimientos en contabilidad, escritura y lectura, además de hallarse en una posición social bien considerada, lo cual solía ir siempre relacionado, de ahí que como veremos no es casual que estos se adscriban a las familias con más poder del municipio.
El libro de Domingo de Campos (vol. I), abarca desde el año 1627 hasta 1786, dando detalle de los representantes de la corporación municipal que existieron durante la primera mitad del siglo, ya que posteriormente se abre una laguna de datos entre las series. Esta pieza documental se halla en el Archivo Diocesano de Cuenca, y en la misma, el párroco don Domingo dejó constancia que éste ayudaría a aquellas familias con dificultades económicas, que demostraran ser descendientes de su linaje. En este sentido, aparecen multitud de viudas, que ante el tremendo desamparo económico que suponía por aquellas fechas la muerte de un marido, nos están señalando una vinculación genealógica directa con dicha familia.
El referido don Domingo de Campos mantuvo una relación muy estrecha con los Señores de Buenache de Alarcón, tanto es así que fue su capellán, siendo un personaje digno de estudio, y que en un futuro pretenderemos desentrañar con un mayor detalle.
Por lo que respecta a los alcaldes, vemos como sus apellidos están siempre relacionados con las gentes más importantes de la localidad, de ahí que iremos mencionando los años en lo que estos aparecen, así como la relación familiar que poseían con las élites locales, a través de la conexión que nosotros tenemos en nuestros apuntes genealógicos.
Hemos podido comprobar que no todos los años se efectuaban anotaciones, motivo por el que en bastantes temporadas desconocemos quienes fueron los representantes municipales. Adjuntamos a continuación la lista de los nombres y apellidos que hemos podido transcribir por lo que atañe a este siglo:
1627- Pedro de la Parra y Martín Pérez, así como Nicolás Beltrán y Bartolomé Herráiz.
1629- Pedro de Alarcón y Pedro de Ruipérez. Luego Blas Bermejo.
1631- Bartolomé Herráiz y Pedro de Ruipérez.
1632- Nicolás Beltrán.
1633- Nicolás Beltrán y Pedro Hortelano de Lara.
1634- Fernando Saiz y Bartolomé Moreno.
1636- Francisco López de Lizcano y Pedro Hortelano de Lara.
1637- Pedro de Cuenca y Pedro de la Orden.
1638- Pedro García Redondo y Pedro del Castillo Reyllo.
1641- Fernando Saiz y Juan de la Orden.
1642- Fernando Saiz.
1643- Pedro de Cuenca y Andrés Cortijo.
1644- Antonio García y Gerónimo Saiz.
1645- Antonio García y Luís de la Parra.
1648- Domingo de Rojas.
1649- Cosme del Monte.
1650- Damián García.
1653- Juan Saiz de Arias.
1654- Damián García y Gerónimo Saiz.
1655 y 1656- Miguel Moreno de la Fuente y Pedro de la Parra Donoso.
1657- Pedro Cerrillo de Ayuso y José García.
1659- Fernando Saiz Moreno y Sebastián López.
1661- Juan García de Villora y Cristóbal Hortelano.
1663- Antón García Patrón y Alonso Ximénez Moreno.
1664- Cristóbal Hortelano y Miguel de Villora Cantero.
1665- Pedro de Rojas Arcos.
1667- Fernando Saiz y Diego de Arias Calleja.
1681- ¿Miguel García de Villora?
1682- Diego Muñiz Hortelano y Marcos López de Gonzalo.
1683- Alonso de Ávalos (menor) y Bartolomé de la Orden.
1692- Alonso de Tébar.
1695- Francisco Martínez y Gil Blanco.
Entrando a valorar la historia de algunos de esos personajes y siguiendo nuestros apuntes genealógicos, podemos aportar los siguientes datos:
Empezamos con Pedro de la Parra, quien casó en 1618 con María Pérez, siendo éste hijo de Pedro García y Ana García. Respecto a los Ruipérez, sabemos que fueron hidalgos reconocidos en algunos municipios de los alrededores.
Martín Pérez desciende del linaje burgués de los Pérez, y que consideramos como uno de los más importantes durante la segunda mitad del siglo XVI, ya no sólo en este municipio, sino que con gran influencia en enclaves de los alrededores.
Nicolás Beltrán desciende de otra notable familia, cuyos parientes mantendrán enlaces con miembros destacados de la nobleza de la Manchuela.
Igualmente Blas Bermejo desciende de la línea de Juan Bermejo e Isabel de Silos y de Sotomayor, ambos gente bien posicionada.
No hemos de olvidar a Fernando Saiz Moreno y Bartolomé Moreno, descendientes de la línea de Fernando Saiz Moreno y Quiteria Cano, poseedor este de uno de los vínculos más destacados de la historia de Buenache de Alarcón.
Pedro de Cuenca está relacionado con la línea del antes referido Pedro de la Parra y María Pérez. Dicha María es hija de Pedro de Cuenca y Juliana Martínez, fenómeno que vuelve de nuevo a reforzar la consanguinidad habida entre las familias que ocupan estos cargos de la administración.
Pedro de la Orden, dejó por descendiente a Pedro de la Orden, marido de Isabel de Moya, y progenitores de una destacada línea del linaje de la Orden en Buenache. Fenómeno idéntico sucede con otro personaje de la familia, Juan de la Orden. Años más tarde Bartolomé de la Orden, casado en 1656 con la hidalga Juana de Flores, ocupará la alcaldía del municipio. Éste fue hijo de Francisco López de Vera y María de la Orden, una familia también con renombre. Ello confirma el estatus de los miembros de la saga de los de la Orden a lo largo de este siglo.
Andrés Cortijo es también descendiente del linaje Cortijo, viniendo muy probablemente del bien posicionado Andrés Cortijo y su esposa Leonor García.
Pedro del Castillo Reyllo es miembro de la nobleza local, una familia de las más destacadas y que entronca con los Señores de Buenache de Alarcón. El mismo Mártir Rizo en su obra histórica de Cuenca, remarca la importancia de este linaje.
La familia de Rojas, es miembro del estado noble, lo cual les permitirá proyectarse con enorme facilidad dentro de la localidad.
Igualmente de destacadísima es la casa de Cosme del Monte (marido de Ana Saiz), descendiente de hidalgos locales (Cosme del Monte y doña Catalina del Castillo), el cual además de ser alcalde, es seguido después por su hijo Gerónimo Saiz, casado en 1626 con María Pérez, ella también descendiente de la burguesía rural.
Tenemos también referencias como la de que Juan Saiz de Arias es descendiente de la línea hidalga de Juan Saiz de Arias y doña María de Reyllo.
Miguel Moreno de Fuentes, es otro de los miembros que están relacionados con los Saiz Moreno, casando en 1641 con Catalina Cerrillo, y siendo hijo del ex-alcalde anteriormente mencionado Fernando Saiz Moreno.
Tampoco podemos olvidar los diferentes miembros de la familia García, entre los que hemos de destacar a José García, quien en 1629 casa con Ana Bermejo. Dicho José es hijo de Diego Rentero y Juliana García (descendiente por lo tanto de la reputada familia de don Domingo de Campos). En el caso de Damián García, éste es un fiel representante de la burguesía local rural, en la que sus ancestros ya venían desempeñando un papel destacado. Fenómeno idéntico sucede con la línea de los García de Villora.
Otra familia con mucho recorrido son los Saiz Carrión, y que están relacionados con la familia descendiente de Miguel Saiz Carrión y María Pérez. Parece ser que los Carrión también fueron reconocidos como miembros del estado noble en diferentes lugares.
Valgan pues estas notas, como información adicional que nos permita conocer un poco mejor la historia de las élites rurales que existieron en este lugar. 
David Gómez de Mora


Bibliografía:
-Libro de la capellanía Campos (Vol. I), 1627-1786. Archivo Diocesano de Cuenca.
-Libros de matrimonios de Buenache de Alarcón. Volúmenes II, III y IV. Archivo Diocesano de Cuenca.
-Genealogía de la familia Gómez-de Mora y Jarabo. Inédito.

davidgomezdemora@hotmail.com

Mi foto
Profesor de enseñanza secundaria, con la formación de licenciado en Geografía por la Universitat de València y título eclesiástico de Ciencias Religiosas por la Universidad San Dámaso. Investigador independiente. Cronista oficial de los municipios conquenses de Caracenilla, La Peraleja, Piqueras del Castillo, Saceda del Río, Verdelpino de Huete y Villarejo de la Peñuela. Publicaciones: 25 libros entre 2007-2024, así como centenares de artículos en revistas de divulgación local y blog personal. Temáticas: geografía física, geografía histórica, geografía social, genealogía, mozarabismo y carlismo local. Ganador del I Concurso de Investigación Ciutat de Vinaròs (2006), así como del V Concurso de Investigación Histórica J. M. Borrás Jarque (2013).