La historia de la familia Santacruz o Santa Cruz, es tan extensa como las diferentes líneas de su genealogía, y que se irán expandiendo por diversos municipios del área de influencia de la tierra de Huete, además de otros lugares mucho más alejados.
El caso de la localidad de Mazarulleque, lo conocemos con bastante detalle a partir de la segunda mitad del siglo XVI, momento en el que sus libros parroquiales harán mención de estos antiguos judíos optenses, que consiguieron ennoblecer e insertarse entre la élite de la zona.
Si queremos seguir la relación de los Santacruz con la localidad de Mazarulleque, es importante tener en cuenta los legajos nº5, expediente 117, así como el nº54, expediente 802 del fondo inquisitorial del Archivo Diocesano de Cuenca, ya que a partir de los mismos, se puede trazar una descendencia del matrimonio de Diego Rodríguez de Santacruz y Juana Rodríguez de Alcocer, es decir, los progenitores de la rama a la que nos estamos refiriendo.
Diego era hermano de Rodrigo de Huete, este reconocido como hidalgo en dicha ciudad, además de su padre. Ambos eran hijos de Fernando Álvarez de Santa Cruz, de quien se dijo que junto con su vástago Rodrigo, gracias a los servicios ofrecidos a la corona, se verían agraciados con la distinción de caballeros, a pesar de las máculas conversas que pesaban sobre su familia.
La línea descendiente de Diego, tuvo cierta entidad en Mazarulleque durante el periodo final de la centuria del siglo XVI. Y es que a pesar de que contemos por ahora con escasos datos, observamos como en la iglesia parroquial de este pueblo, los Santa Cruz ya eran gente con poder, ejerciendo uno de los suyos como teniente cura. Hecho que apreciamos en la figura del religioso Pedro de Santa Cruz.
Hemos de decir que aunque estos en las partidas no son remarcados con un “don” u otra fórmula que indicara su estatus, aquello tampoco les hacía falta, ya que a diez kilómetros, en la ciudad de Huete, su familia era por aquel entonces una de las más notables con las que contaba la localidad.
Del referido sacerdote conocemos su partida de defunción, esta la podemos encontrar en el libro primero de defunciones del municipio (fol. 13-v), y en la que se indica como el 11 de diciembre de 1595, fallecía el padre Pedro de Santa Cruz, quien mandó 50 misas por la salvación de su alma, junto otra decena para sus padres y ánimas del Purgatorio. El religioso efectuó algunas donaciones monetarias, de las que saldrá una casulla para la iglesia parroquial del lugar.
Diez años más tarde moría Álvaro de Santa Cruz, concretamente el 9 de enero de 1605 (fol. 37-v). Este solicitó una cifra superior a 80 misas, habiendo antes casado en más de una ocasión tras enviudar de su primera esposa.
Respecto al libro primero de matrimonios, hemos de mencionar dos partidas que nos parecen interesantes, por citarse dos hijas que descienden de este linaje. Una es la boda celebrada (fol. 74) entre Juan Bautista García, hijo de Martín García y María Bartolomé (vecinos de Huete), con Isabel de Santacruz, esta hija de Álvaro de Santacurz y Brígida Díaz. Otra es la producida en 1600 (fol. 109) entre Francisco de Villalba (hijo de Aparicio de Villalba y Quiteria de Yebras), con María de Santacruz, ella hija de Álvaro de Santacruz e Isabel de Távira, figurando todas las partes como vecinos de Mazarulleque.
Con esto arrojamos un poco más de luz sobre las líneas descendientes de esta casa, que como se ha indicado con anterioridad, veremos que tendrán una movilidad muy fluida en diferentes lugares de la geografía conquense, especialmente en este área de estudio. Hemos de recordar que por aquel entonces el linaje ya empleaba un escudo heráldico, del cual también efectuamos una reconstrucción, partiendo de la información dada por Manuel de Parada (2002), y que si lo comparamos con el usado por otras gentes del mismo apellido, se aprecia en el caso del cuartel del león y el castillo que estos se invierten. Otro elemento heráldico es la cruz, la cual se asocia con el nombre del linaje, y cuyo diseño puede ir cambiando, estando en ocasiones floreteada o adoptando la forma griega.
Escudo del licenciado Juan de Santa Cruz, adaptándolo y partiendo de las referencias que aporta Parada (2002, 45)
Podemos comprobar como en este caso se prescinde de la banda que veremos en algunas de las ramas de Huete, pero donde si se hace uso de las cruces, el león rampante y el castillo, aunque invirtiéndose como se ha indicado estos dos elementos en su disposición, hecho ya advertido por Parada (2002, 45), indicando que “el león y el castillo los del reino, están ordenados al contrario de cómo es usual, por concesión particularísima del monarca que quiso de esta manera premiar los servicios” de los integrantes de la familia optense.
David Gómez de Mora
Fuentes documentales y bibliografía:
-Archivo Diocesano de Cuenca. Legajo 5, expediente 117
-Archivo Diocesano de Cuenca. Legajo 54, expediente 802
-Archivo Diocesano de Cuenca. Libro I de matrimonios de Mazarulleque (1567-1615). P-2861
-Archivo Diocesano de Cuenca. Libro I de defunciones de Mazarulleque (1591-1613). P-2865
-Varios autores. Parada y Luca de Tena, Manuel (2002). “Los patrones de las capillas mayor y de San Ignacio”, pp. 43-49. Esplendores de la devoción en San Nicolás el Real, a propósito de la exposición conmemorativa del III centenario de la hermandad de Nuestra Señora de Loreto (Huete, 1702-2002), 150 pp.
Enlace:
-heraldicahispana.com/escudos?var=Santa%20Cruz%202#res