La extensión del linaje Alarcón por las tierras de Cuenca como otras zonas de la península, dará lugar a la aparición de diferentes familias, que muchas veces, sin tener nada más en común que la coincidencia de su apellido, y un reconocimiento que les atribuía un privilegio de hidalguía, comenzaron a usar diferentes emblemas heráldicos, que servirán en principio para distinguirse de otras ramas que había en el territorio.
No obstante, esto como veremos no siempre obedecía a una lógica como la que nos dan a entender los tratados heráldicos, pues la extensión del apellido, y aparición de diversas líneas genealógicas, dará lugar a la mezcla y surgimiento de variables de esas representaciones, que si intentamos entenderlas desde unas características o detalles concretos, veremos que esto puede resultar una labor estéril o casi imposible de conseguir, pues la superposición de elementos y diversas tradiciones que se irán estableciendo, sumadas a la abundante literatura que se escribirá sobre la familia, generarán un conglomerado de emblemas y representaciones en armoriales, que no se ajustarán a una normativa o diseños exactos.
Alonso Fernández de Madrid, en su armería o blasones de la nobleza castellana, dedica en un par de hojas una serie de observaciones sobre la heráldica de los Alarcón, que consideramos interesante plasmar por escrito, para así comprobar los criterios que según este heraldista, debían caracterizar el escudo de la línea principal de este linaje.
Sobre los Alarcones relacionados con la línea de Almodóvar del Pinar, consideraba que “los de Alarcón señores de Valverde en el obispado de Cuenca, proceden de Hernán Martínez de Ceballos, cuyo solar es en las Asturas de Santillana, las armas pintan de dos maneras, la una cruz hacia de oro en campo colorado con una orla azul con aspas amarillas, la otra en campo de plata tres fajas negras. Hay muchos privilegios confirmados de personas ilustres de este nombre especialmente los que concedió el rey don Alonso a Santillana, año de 1166, confirma en ellos Rui González de Ceballos, de quien desciende Diego Gutiérrez de Ceballos, almirante de Castilla” (fol. 88).
En campo de gules, una cruz de Calatrava, de oro, hueca; bordura de azur, con ocho aspas, de oro (Blasonari.net)
En campo de plata, tres fajas de sable (Blasonari.net)
De esta forma, tanto las características fajas de sable, como la cruz de Calatrava con bordura azul, serán diseños asociados con la tradición del caballero que rememora la toma de la ciudad conquense de Alarcón. Cuestión en la que incide hojas más adelante, cuando al hablar sobre la línea de los Señores de Buenache, comenta que “hubo un hijo que se llamó Martín Ruiz de Alarcón, y sus armas como digo son un escudo colorado con una cruz blanca de oro con una orla azul con aspas amarillas. En la crónica del Cid, Ruiz Díez, se dice que uno de los principales caballeros que era uno que se decía Diego Ruiz de Alarcón, en este linaje eran dos mayorazgos, el uno era en la villa de Zafra, el cual Lope Ruiz de Alarcón trocó con el maestre de Santiago don Juan Pachecho y mudose el mayorazgo en otros lugares, el otro es la villa de Buenache, con otros heredamientos las armas que dice la orla pusolas aquel señor que tomó el día de señor San Andrés a la villa de Alarcón” (fol. 132).
Ahora bien, sabido es que en las tierras de Cuenca, aparecerán diferentes líneas en lugares variopintos, especialmente de la Manchuela, donde cada vez que aparecía una línea de hidalgos asociada a este apellido, pretenderán vincularse con la línea fuerte que invocaba a la toma de Alarcón, cuando seguramente, estos nada más lejos de la realidad, su apellido era solamente alusivo al lugar de procedencia de la familia, sin tener por ello nada que ver con el relato de los Ruiz de Alarcón.
Algunas de esas líneas de Alarcones, usarán la cruz floridesada, pero que en ocasiones también podrá verse con el diseño de la de Calatrava. De Ahí la práctica imposibilidad de pretender uniformizar por linajes específicos cada uno de esos escudos. Otra característica que hemos observado, es que algunas de las líneas relacionadas con los Ruiz de Alarcón, añadirán la bordura jaquelada, para así intentar distinguirse de los diferentes Alarcones que habrá en el territorio, no obstante, esto tampoco es garantía para sacar conclusiones, pues como ya se ha comentado, la variedad y diversidad de formas con las que se representará el escudo, no permiten realizar distinciones tan precisas, aunque si veamos en algunos casos, tendencias concretas.
En campo de gules, una cruz flordelisada de oro, bordura de gules, con ocho aspas de oro (Blasonari.net)
En algunas localidades conquenses apreciaremos como los Ruiz de Alarcón emplearán el escudo cuartelado en cuatro partes, donde en el primer y cuarto emblema se colocará la cruz florideasada, así como las fajas en el segundo y tercero. Los habrá que usarán elementos más distintivos, siendo el caso de panelas o un castillo, que de la misma forma veremos en el sello del concejo de la ciudad fortificada de Alarcón.
David Gómez de Mora
Cronista Oficial de Piqueras del Castillo
Referencia:
* Fernández de Madrid, Alonso (1740). “Armería o blasones de la nobleza castellana [Manuscrito] / escrito por autor curioso que vivía por los tiempos de los Reyes Enrique, Fernando e Isabel y del Emperador Carlos V, su autor Alonso Fernández de Madrid ...; fue copiado en Madrid por Francisco de Quero y Taboada”. Biblioteca Nacional