Que la familia Ximénez de Buenache intentara demostrar un entronque con la histórica casa de los Ximénez de Cisneros, es algo que ya desarrollamos en nuestro trabajo sobre la “Historia y linajes de Buenache de Alarcón” (Gómez de Mora, 2021, 185-188).
Y es que como bien sabemos, algunos de los integrantes de esta casa bonachera, intercalaron el apellido Cisneros con otros más comunes como el de López o Ximénez, revindicando con el trascurso de varias generaciones, su parentesco con la histórica familia del Cardenal.
Evidentemente el relato tenía cierto interés, a diferencia de otros que podemos leer sobre familias que invocan asociaciones de sangre con casas de la alta nobleza, ya que desde hacía un tiempo, se había extendido por estas tierras un discurso que acreditaba que una línea segundona de la familia, se había afincado en Buenache, como otros puntos de la zona, y que incluso veremos plasmada en genealogías impresas. La tradición invocaba a que algunas familias de esta tierra, por medio de determinados descendientes del linaje, guardaban un parentesco común con esta casa de hidalgos, quienes para no faltar a la verdad, con anterioridad al siglo XV, poco se habían escuchado dentro del ámbito nobiliario, a diferencia de como posteriormente nos harán ver tratados genealógicos que los entroncarán ni más ni menos que directamente con la casa real.
Los Ximénez de Cisneros de Buenache de Alarcón, eran otra más de esas líneas que revindicaba un nexo, sobre el que a día de hoy los investigadores seguimos ahondando, en busca de respuestas, que puedan arrojar luz sobre qué hay de cierto en ese discurso que los vincula con esta familia de hidalgos, así como cuando comienza a extenderse dentro de nuestro marco geográfico de estudio.
Desde las muchas limitaciones que nos proporciona la documentación local con la que trabajamos esta serie de cuestiones, consideramos necesario hacer una puesta al día, para que futuros investigadores continúen ahondando esta temática, en busca de respuestas que nos permitan una mayor comprensión sobre este tema, y del que hasta la fecha, creemos que la historiografía en el área que nos ocupa, no ha entrado a indagar con detalle.
Si seguimos los árboles genealógicos a través de partidas sacramentales que relacionan los Cisneros con Buenache, llegamos a un matrimonio entre un Juan Ximénez de Cisneros y su esposa Ana Martínez, y que probablemente tuvo que producirse durante la primera mitad del siglo XVII. Desde el mismo, apreciamos como se invoca en algunos descendientes el uso del apellido Cisneros.
Conocemos casos, como ocurre con el de Miguel López de Cisneros, quien casará a mediados del siglo XVII con Emerenciana Martínez. Este tendrá como hija a Ana Martínez de Cisneros, esposa del alcalde de Buenache, Juan Pérez de la Parra. Si seguimos los datos genealógicos, veremos como todavía los bisnietos emplearán este apellido con el paso del tiempo.
Por otro lado, la hermana de Miguel López (Ana de Cisneros), casaría con Juan Alonso, línea de la que nacerá un vecino llamado Antón García Patrón, quien tendrá como vástago a Ana Ximénez. Ahora bien, esbozada esta breve genealogía de los Cisneros, cabe realizarse la pregunta de ¿quiénes son ese Juan Ximénez de Cisneros y Ana Martínez que aparecen en las partidas de sus hijos?
Por ahora no podemos afirmar con rotundidad que conocemos su ascendencia. A pesar de que en 1609 leemos una partida en Buenache entre un Juan Ximénez y Ana Martínez.
Si consultamos la partida sacramental de 1609, veremos que en el fol. 8 del II volumen de matrimonios, leeremos que Juan Ximénez es hijo de Pascual de la Casa y Ana Ximénez, mientras que su esposa Ana Martínez, de Miguel López y Ana Martínez.
Ahora bien, si se acepta esta línea como la correcta, surge otra duda, y que es la de por qué la línea descendiente de Juan Ximénez y su esposa, intercalará en algunos de su vástagos el apellido García-Patrón, el cual sabemos estaba vinculado con la familia, pero no aparentemente por ser directo, sino por la que podría ser una de las hermanas de ese Juan que casa en 1609, es decir, Magdalena de Olivares. No obstante, el problema es que los apellidos que ascienden a esta familia, a pesar de que aparece una mujer llamada Ana Ximénez (y que sería la madre de Magdalena y Juan), en ningún momento se invoca en la documentación el apellido de Cisneros.
Genealogía de los García-Patrón y su relación con los Olivares. Genealogía familiar (elaboración propia)
Sobre los asociados con la línea de la familia que casa en 1609, y al margen de su hipotética relación genealógica, veremos a los integrantes del linaje de la Casa y los Olivares, sobre quienes también se podrían comentar diferentes cuestiones, que nos ayudan a comprender mejor si cabe, el desarrollo de esa nobleza local, sobre la que tantos matices se podrían realizar.
Yendo por partes, y por lo que atañe a los de la Casa o Lacasa, veremos que esta familia es reconocida como miembro del estado noble en alguno de los municipios de esta tierra, hecho que ya demostró Ignacio de la Rosa (2016), siendo el caso concreto de Motilla del Palancar, lugar donde curiosamente estaba otra línea de Cisneros que reclamaba su parentesco con el linaje del Cardenal. Casualidad o no, durante el siglo XVI en Motilla del Palancar se reconoce la condición de hidalgos de los miembros de la familia de La Casa.
Genealogía de los Olivares. Apuntes genealógicos (elaboración propia)
Entonces, ¿desde cuándo tenemos constancia de estos en Buenache? Si seguimos los libros parroquiales, podemos decir sin miedo a equivocarnos que desde los primeros momentos en que tenemos referencias escritas a través de los antiguos volúmenes parroquiales, lo cual nos indica como mínimo, las primeras décadas del siglo XVI. La mención de diferentes líneas entre los años veinte y treinta de esa centuria, a través de nombres como Juan de la Casa, Miguel de la Casa y Benito de la Casa, nos dan ya una idea de como no sería descabellado incluso remontarnos a una presencia en este lugar de la familia, ya con casi seguridad al menos en el siglo XV.
Si analizamos los matrimonios y alianzas que establecen, así como su aparición en diversas partidas de bautismos, donde los veremos como padrinos o asociándose con gente destacada del lugar, podemos intuir el peso que estos ejercerán desde ese momento en el municipio.
Por lo que toca a los Olivares, tampoco es un error el decir que eran una familia sobre la que se tenía una consideración social buena por parte de sus vecinos, cuando en el siglo XVIII, se menciona para el ingreso de uno de sus descendientes (aunque no portase su apellido por línea recta de varón), que estos eran miembros del estado noble. Una mención que se apoya en unas referencias trasladadas de unos escritos, que por ahora no se han podido demostrar que existieron, pero que al menos sirven para reconocerlos dentro de este grupo distinguido.
De la misma forma que ocurre con los Cisneros o los de la Casa, este apellido lo veremos por algunos puntos de la comarca asociado a gente con estatus, es el caso de Castillo de Garcimuñoz, donde los Olivares también estaban reconocidos como miembros del estado noble.
David Gómez de Mora
Fuentes consultadas:
*Archivo Diocesano de Cuenca. Volúmenes parroquiales de Buenache de Alarcón: libro I de matrimonios (1571-1606), Sig. 24/27, P. 575; libro II de matrimonios (1606-1651), Sig. 24/28, P. 576; libro III de matrimonios (1651-1678), Sig. 24/29, P.577; libro I de defunciones (1571-1592), Sig. 24/37, P. 585; libro II de defunciones (1593-1629), Sig. 24/38, P. 586 y libro III de defunciones (1629-1693), Sig. 24/39, P. 587
*Real Academia de la Historia. Signatura 9-266
*(de la) Rosa Ferrer, Ignacio (2016). “¿Había hidalgos en Motilla del Palancar en el siglo XVI?”. En:historiadelcorregimientodesanclemente.blogspot.com. Publicado el 31-7-2016
