El área residencial de Buenache de Alarcón en los tiempos de la Baja Edad Media, aprovechaba la disponibilidad de una loma que se realzaba sobre dos escorrentías con agua permanente, que a modo de foso, servían para delimitar una línea de defensa que resaltaba su posición. Un enclave, en el cual a pesar de no contar con un relieve abrupto, al menos se disponía de un espacio natural favorable para salvaguardar un entorno poblado en una especie de llano.
Si seguimos las curvas de nivel de la localidad, junto con un croquis de Tomás López, y en el que no todos los arrabales que hoy conocemos estaban presentes, podemos hipotetizar como desde el área que hoy ocupa la iglesia parroquial y sus alrededores, irían expandiéndose con el trascurso del tiempo hacia el norte las viviendas del municipio.
Pensemos que las dos vías fluviales que casi encorsetaban la trama antigua bonachera, provocarán que a esta únicamente se pudiese acceder con facilidad a través del flanco septentrional, ya que el resto del casco urbano se veía condicionado por el trayecto del vallejo de San Pedro por el flanco este y el barranco del cubillo por el oeste, contando con una serie de puentes para permitir su acceso. En el siglo XIX veremos todavía tres en el barranco de San Pedro (llamados del Pilar, la callezuela y la poza), así como por el barranco del cubillo el de la ontanilla y el cura.
A medida que la población creció, fue necesario ir ampliando la franja habitable, saliéndose por tanto de ese perímetro cerrado, y exponiéndose al llano. No obstante, el espacio adjunto a ese cerrillo, y que quedaría mejor resguardado que otras partes del pueblo, será la plaza del ayuntamiento, desde donde buscaría su salida natural el casco medieval.
No sabemos a partir de en qué momento se produjo aquello, aunque si que sobre esa plaza rectangular que se edificará posteriormente, será donde se emplazarán las diferentes edificaciones que seguirán en importancia a la iglesia, siendo ejemplo la anterior casa de la villa o ayuntamiento (la cual se alzó donde hoy se encuentra el edificio de La cañada o Asociación de Jubilados y Pensionistas), así como la antigua residencia de los señores de Buenache de Alarcón, y que pensamos formaría parte de la vivienda señorial que todavía hoy queda en pie en el costado este de la plaza.
David Gómez de Mora
Referencia:
* Biblioteca Nacional de España. Diccionario geográfico de España de Tomás López