lunes, 6 de junio de 2022

La antigua trama urbana de La Peraleja. Cuestiones por esclarecer

Durante la Baja Edad Media se iría conformando parte de la red geográfica de municipios que con el trascurso de los siglos consolidarán el territorio conquense que nuestros antepasados ya conocieron. El periodo ininterrumpido en el que culturas como la ibérica, romana, musulmana y finalmente cristiana, fueron dando forma a un territorio que en muchas ocasiones aprovecharía los mismos recursos y enclaves explotados por los pueblos que le precedieron, fue algo más normal de lo que las visiones simplistas nos impiden imaginar.

La Peraleja por su toponimia es uno de esos enclaves que aparentemente parece no arrastrar unas raíces milenarias, pero que una vez que se empieza a indagar a fondo en la historia y pasado de sus inmediaciones, se comprueba bien por la toponimia, como por diferentes yacimientos, que la vida en sus proximidades desde épocas antiguas fue una realidad que todavía la historiografía regional no ha estudiado con detalle.

Calle Constitución de La Peraleja

Por lo que respecta al casco antiguo de esta población, apreciamos diferentes viarios, que por su trazado, ubicación e interpretación dentro del contexto de la antigua geografía urbana del lugar, demuestran que este enclave pudo ya haber florecido al menos en tiempo de la Baja Edad Media.

Como ya apuntamos, el núcleo medieval de La Peraleja se cimienta en su zona alta, un lugar resguardado, con una buena visual de la llanura alcarriense en la que se alza, aprovechando los recodos que la modesta geomorfología de la Sierra de La Peraleja otorogan al enclave. Un espacio que junto otros municipios de sus alrededores, pensamos que arrastraría unas raíces que como mínimo ahondan en el periodo de la dominación islámica, antes de que el lugar cayese en manos de los hombres de Álvar Fáñez. Sabemos que la fortaleza de Huete se hallaba dentro de una malla defensiva de fortificaciones y espacios habitados, que conectaban un territorio que se cimentaba en un sistema de comunicaciones entre localidades que ya venía reciclado de culturas anteriores.

Plaza Escuelas (La Peraleja)

En el caso de La Peraleja, llama nuestra atención el parcelario desordenado que discurre junto a la zona elevada y anexa a la Iglesia, donde apreciamos evidentes rupturas de su trama, sobre la que después se intenta adaptar el parcelario, a medida que se produciría una prolongación natural del enclave cuando el municipio iría creciendo. Esta evolución demográfica se percibe en las diferentes partidas sacramentales que registran la cifra de habitantes, a través de los volúmenes manuscritos pertenecientes a su antiguo archivo parroquial.

La ausencia de un callejero rectilíneo en el corazón de esa zona superior, donde convergen precisamente los edificios más representativos de estas sociedades de la reconquista, son uno de los varios argumentos en los que nos basamos para formular esta hipótesis urbanística.

Calle Zacatín de La Peraleja

El espacio o hito que vertebra el núcleo poblacional es el área que discurre desde la plaza de las escuelas, junto a la misma y en una zona de clara ruptura de pendiente se instala la Iglesia, siendo como sabemos uno de los edificios más antiguos del municipio. Desde este punto afloran diferentes calles que conforman el viario de sus alrededores y que nosotros definimos como el casco antiguo, sucediendo así con las calles mártires y calle constitución, además de la calle zacatín, topónimo que por cierto ya nos está indicando un uso concreto. Recordemos que esta palabra proviene del árabe-hispánico saqqaṭtín, más concretamente del plural saqqáṭ, haciendo alusión a un lugar en el que se venderían telas y paños, el cual y no por designios del azar se acabaría concentrando junto a esta zona más antigua del pueblo.

Las Casillas de La Peraleja

A medida que el municipio fue creciendo su trama iría expandiéndose por sus alrededores, discurriendo pendiente abajo, integrando algunas barriadas periféricas a las calles del municipio. Precisamente, uno de esos espacios que por norma general quedaba en las afueras de las localidades por ser zonas de menor consideración, eran las características cuevas o viviendas excavadas en la roca, y que como veremos en el caso de La Peraleja, todavía conserva algunas de estas. Estas construcciones reciben el nombre de “Las casillas”. Se trataba de obras residenciales que se realizaban excavando directamente la roca del terreno al resultar una superficie facilmente maleable, lo que permitía su aprovechamiento como zona residencial, sin necesidad de contar con sillería o el espacio abierto que demandaría cualquier vivienda al uso, y que obviamente conllevaba un coste superior. Estas las veremos citadas en la documentación de la época, aprovechándose de forma complementaria junto con corrales o puntos de bodega en los que se resguardaban las tinajas de vino.

David Gómez de Mora

Cronista Oficial de La Peraleja

davidgomezdemora@hotmail.com

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Profesor de enseñanza secundaria, con la formación de licenciado en Geografía por la Universitat de València y título eclesiástico de Ciencias Religiosas por la Universidad San Dámaso. Investigador independiente. Cronista oficial de los municipios conquenses de Caracenilla, La Peraleja, Piqueras del Castillo, Saceda del Río, Verdelpino de Huete y Villarejo de la Peñuela. Publicaciones: 25 libros entre 2007-2024, así como centenares de artículos en revistas de divulgación local y blog personal. Temáticas: geografía física, geografía histórica, geografía social, genealogía, mozarabismo y carlismo local. Ganador del I Concurso de Investigación Ciutat de Vinaròs (2006), así como del V Concurso de Investigación Histórica J. M. Borrás Jarque (2013).