El espacio que geoestratégicamente ha ocupado la localidad de Peñíscola, le ha servido como escusa para ser retratada en múltiples estudios históricos. Así ocurrirá con Vicente Biendicho, quien en su gran obra (más concretamente en la primera parte del libro II, capítulo 6 de su crónica de Alicante), nos informa acerca “De la venida de los fenicios moradores de Tiro, y Sidón a poblar a España, y que fundaron en ella a Peñíscola, y a Alcira” (fol. 159).
Siguiendo la corriente historiográfica de su tiempo, Peñíscola siempre se ha descrito como un lugar clave ocupado permanentemente por todas las culturas que se han asentado en nuestro marco peninsular.
Al respecto, el citado autor comenta algunas palabras, que merecen como menos ser expuestas, para que nos hagamos una idea de que aspecto se tenía de esta población en el siglo XVII a los ojos de un foráneo que fue cronista de la ciudad de Alicante.
“Corriendo de Levante a mediodía dieron en un peñasco empotrado, que se levanta a la lengua del agua en una gran llanura, ceñido de agua por todas partes, excepto una harto estrecha que la viene a hacer Chersoneso o Península, tiene dentro una bella fuente y población pequeña llamada gaja. Desearon los fenicios guarecerse en ella por ser semejante a su ciudad de Tiro de fenicia ribera del Mar Mediterráneo, de quien afirma Plinio que distaba de tierra 700 pasos hasta que Alejandro Magno en la guerra que la continuó la movió con la tierra, haciéndola península, era fertilísima, y con la contratación vino a ser la República más célebre del mundo. Su memoria hizo aficionarse a los fenicios de la que hablamos, y así aumentaron la población, y se quedaron muchos en ella llamándola Tyriche, porque hasta el nombre fuese parecido a su querida y amada patria, y cobró el de Chersoneso, así la llama Estrabón y Flavio, cuando dice que los discípulos de Santiago en ella celebraron un Concilio (…) de manera que antes se dijo Tyriche, así la nombra Avieno, por hacer memoria del antiguo que tuvo, después se dijo Chersoneso, en griego que en latín es lo mismo que Península, y que nosotros llamamos Peñíscola” (fols. 159 v. -160).
David Gómez de Mora