miércoles, 17 de agosto de 2022

Toponimia piquereña a través de la documentación eclesiástica (I)

En el Archivo Diocesano de Cuenca o en el Provincial de la misma ciudad, encontramos referencias de interés que nos sirven para conocer muchos de los nombres con los que antaño se mencionaban algunos de los parajes o enclaves de cada término municipal, en este caso gracias a las relaciones de propiedades que hallamos en los diversos documentos vinculados con las delimitación de fincas agrícolas que los peritos labradores efectuaban para constatar los lindes de aquellas tierras que se recogían en un testamento o durante el traslado documental del patrimonio de una fundación eclesiástica, tal y como sucede en el caso que vamos a exponer.

Es por ello, y gracias al cruce de estos datos que obtenemos de manera indirecta, cuando uno comienza a imaginar y entender como ha sido la evolución o aspecto que ha ido presentando el territorio, pues no olvidemos que la toponimia acaba convirtiéndose en una disciplina auxiliar de la historia con la que resulta más fácil comprender como ha sido el trascurso de un lugar en el tiempo.

Al respecto, en esta ocasión quisiéramos centrarnos en la fundación de las dos capellanías que realizará durante la segunda mitad del siglo XVI el clérigo don Garci Ruiz de Alarcón, hijo de los señores de Piqueras, y que como ya hemos esbozado en nuestro libro sobre la historia y linajes del municipio, además de dejar una descendencia que se prolongará hasta el día de hoy, adquirió una serie de bienes, necesarios para esos vástagos que no aflorarán públicamente hasta trascurrido un tiempo, y por los cuales obviamente era indispensable dejar bien atadas una serie de voluntades que les garantizarán unas posibilidades mínimas con las que mantener su estatus, como miembros de la nobleza local que eran, a pesar de vivir en un segundo plano.

El documento con el que estamos trabajando el presente artículo se ciñe a una transcripción del año 1764, elaborada por el escribano Pedro Ruiz de Alarcón (curiosamente descendiente directo por línea de varón del párroco fundador), en el que se trasladan las propiedades vinculadas en las capellanías que fundó don García Ruiz Girón de Alarcón, y recopiladas en un libro presente en el Archivo Diocesano de Cuenca sobre las fundaciones piquereñas existentes durante la segunda mitad del siglo XVI, y que en el caso del párroco derivarán del testamento que este mandó redactar en el año 1577.

Cabe decir que de entre los numerosos topónimos que se citan en las hojas del libro de fundaciones, apreciamos muchas referencias a accidentes geográficos o elementos geomorfológicos, no obstante, merecen nuestra atención los relativos a la presencia de diversos puentes, y que se reducirían a pasos o zonas de conexión que cruzarían por arriba los puntos de cierto desnivel, como sucedería lo largo de algunos puntos del cauce del Río Piqueras.

Al respecto llama nuestra atención el Puente el Villar, una estructura que según se desprende se situaba en “la junta de los ríos”, siendo probablemente uno de los arroyos que de forma perpendicular corta el Río Piqueras, y por el que fue obligada la ejecución de dicha obra.

Tampoco podemos pasar por alto, la abundancia de topónimos vinculados con la economía ganadera, o el de la Ermita del Sacejo, así como otros referidos a familias asentadas en el lugar. Otra característica que apreciamos en el momento de la delimitación de las lindes de cada propiedad, es la abundancia de citas a las fundaciones de patronatos y capellanías que sirven como línea divisoria con las tierras, hecho que nos indica que la propiedad en Piqueras se hallaba agrupada en grupos familiares, que a través de estas figuras que los aglutinaban, daban un mayor control del territorio y consiguiente calidad de vida a sus poseedores.

Así pues, de una setentena de propiedades que consolidaban las capellanías del hijo de los Señores de Piqueras, apreciamos más de una cuarentena de tierras adscritas a vínculos, patronatos y capellanías del municipio que lindan con estas, hecho que como decíamos reflejan por un lado el poder de la iglesia local, así como el control de la tierra por parte de determinados linajes locales, y que estancarán ese patrimonio en lotes con tal de permitir el crecimiento social de alguno de sus miembros. Así ocurrirá con el vínculo de Julián Ruiz y Juan Antonio de Zamora (citado cinco veces), el vinculo de Julián de Alarcón, la capellanía de Ana Rodrigo (mencionada diez veces), el patronato de Francisca Gil (ocho veces), el patronato de Matías de la Fuente, el vínculo de Juan Cano, la capellanía de Miguel Abad, la capellanía de Catalina López (citada en siete ocasiones), el patronato de Melchor López (lindera seis veces), el censo de Martín Gil (escrita en un par de ocasiones), la capellanía de Crespo (y que creemos que debe asociarse con la de Miguel Abad), así como la capellanía de Matías Barambio.

Entre los topónimos que se recogen en la referida documentación, transcribimos el siguiente listado, y que siguiendo la fecha en la que se traslada el conjunto de tierras que comprenden las citadas capellanías, deberíamos suponer que como mínimo su gran mayoría proceden con toda seguridad de la Baja Edad Media, momento en el que comenzamos a tener las primeras referencias que acreditan la existencia de Piqueras del Castillo.

-La Puente el Villar (situado en la junta de los ríos)

-La Puente el Vadillo

-La Puente el Horcajo

-La Puente Somera (este lindante con “La Dehesa”. De ese conjunto de topónimos se desprende que Piqueras contó con diferentes puentes para transitar de un margen a otro de sus arterias fluviales -y que pensamos que se ubicarían en su mayoría sobre el lecho del Río Piqueras-).

-La Cavada

-El Legarto

-La Moraleja

-San Sebastián (en relación con una ermita dedicada a este mártir del cristianismo primitivo)

-La Fuente las Hoyas

-La Hoya Navarro

-El Rincón de Magdalena

-Fuente el Espino

-Los Perales

-La Fuente del Dado

-El Rincón de Cañada Gorda

-El Rincón de la Hoya

-La Pedriza

-El Majadal de la Pedriza

-La Balsilla

-Hondo del Sacejo

-El Camino del Vadillo

-La Vadera

-La Fuente Molina

-La Senda del Ramadero

-El Morrón

-El Gollizno

-El Fresno de Navarro

-El Quintanar

-La Sima Grande

-El Llano del Cerrillo

-La Lavadera

-El Río Viejo

-Los Poderazos

-La Fuente el Enebro

-La Ermita del Sacejo

-Las Calzadillas

-El Agua Somera

-La Honguera

-El Rincón del Prado la Cruz

-La Cañadilla de Cañada Lengua

-La Cañadilla el Corno

-Huerta los Cáñamos

-El Palomar

-Viñas Yermas

-La Cañadilla Mateo

-El Solano

-La Navilladerra

-El Molino Caído

-El Llano de Matahambre

-La Hoya el Asno

-Vallejo del Corral de Torralba

-Umbría del Pilancón

-La Hoya el Colmenar

-Vallejo Cambronero


David Gómez de Mora

Cronista Oficial de Piqueras del Castillo


Referencia:

* Archivo Diocesano de Cuenca, Parroquia de Piqueras del Castillo. Capellanías y fundaciones (1759-1769), 231 fols.

davidgomezdemora@hotmail.com

Mi foto
Profesor de enseñanza secundaria, con la formación de licenciado en Geografía por la Universitat de València y título eclesiástico de Ciencias Religiosas por la Universidad San Dámaso. Investigador independiente. Cronista oficial de los municipios conquenses de Caracenilla, La Peraleja, Piqueras del Castillo, Saceda del Río, Verdelpino de Huete y Villarejo de la Peñuela. Publicaciones: 25 libros entre 2007-2024, así como centenares de artículos en revistas de divulgación local y blog personal. Temáticas: geografía física, geografía histórica, geografía social, genealogía, mozarabismo y carlismo local. Ganador del I Concurso de Investigación Ciutat de Vinaròs (2006), así como del V Concurso de Investigación Histórica J. M. Borrás Jarque (2013).