Hace unos días tuvimos la suerte de poder visitar el castillo de Herbers de la mano de su alcalde Daniel Pallarés, un amante de su pueblo y gran conocedor de la historia de la tierra en la que se ha ido forjando el pasado de sus ancestros.
Herbers es un enclave rural que todavía preserva la autenticidad de esas casas y calles que nos recuerdan la influencia de las corrientes del urbanismo del interior castellonenc, turolense, así como del área meridional del territorio catalán. Una encrucijada cultural, cuya esencia conforma la característica región de la Matarranya, donde el duro clima de las estaciones frescas, obligó a que la ganadería fuese el principal motor económico de esta zona desde sus albores.
Para comprender la historia de Herbers, es necesario antes que nada analizar a fondo la genealogía de sus señores, una saga ininterrumpida de familias en el tiempo, que desde el periodo de la reconquista se asentaron, consolidando lo que denominaríamos como una nobleza local, que paulatinamente fue engrandeciendo e incrementando su estatus a medida que ejecutó de forma provechosa diferentes enlaces matrimoniales con familias de una condición social similar.
Las referencias medievales nos recuerdan como los primeros señores de estas tierras fueron los García de Jánovas, hecho que se traslada en un documento con motivo de un pleito en el que veremos implicados a don Rafael Ram de Viu y los vecinos Ramón Querol y José Gasulla. En el mismo se invoca a la donación medieval de la villa, en la que se recuerda como en esta “Don Blasco de Alagón, confirmada por el Rey Don Jaime, concede a Don Juan Garcés de Januas, en los años 1270 y 1272 para si y toda su posteridad la heredad de Herbers Jussans, con la extensión que en el día tiene con todos los pastos, hierbas, montes, aguas y leñas, y con todas las mejoras que en el cual tiempo se hicieron” (AMH, 1810). En este documento se especifican los lindes y propiedades de los afectados en dicho pleito, además de la venta y corte de árboles para la extracción de madera.
No olvidemos que don Rafael era heredero de los bienes y derechos de los antiguos señores medievales de la localidad, y que como veremos bebían del periodo de la reconquista, cuando Blasc d'Alagó apareció por estas tierras.
Ahora bien, para conocer con mayor detalle los diferentes elementos heráldicos que presenta este castillo, hemos recurrido a los estudios previos que hemos ido realizando durante estos años en lo relativo a la figura de la familia Ram de Viu y sus asociados (Gómez de Mora, 2014, 2020 y 2022), así como especialmente a la inestimable ayuda de nuestro compañero Joan Roig i Vidal (*), el mayor experto en genealogía y heráldica que podemos encontrar en las tierras del norte de Castellón y sud de Tarragona, por ser hasta la fecha la única persona que ha estudiado con detalle y de manera escrupulosa aquellas familias de la nobleza local, de las cuales únicamente a través de su genealogía, uno puede emprender con precisión la lectura de los emblemas heráldicos que componen los armoriales de nuestro territorio, hecho que nos ayudó a descifrar el escudo de armas de la fachada del castillo-palacio de los barones, puesto que hasta la fecha desconocíamos algunos de los cuarteles que se asociaban con la casa de los Valls-Despuig, y que posteriormente pasaremos a relatar.
Como bien nos indicaba Daniel Pallarés, el impulso económico que daría a la casa de los Señores de Herbers la familia de los Valls resultaría crucial. Así pues, tras haber entroncado a finales del medievo con los Cubells, estos siguieron medrando socialmente, pactando una serie de enlaces matrimoniales que catapultarían el estatus del linaje. Ese punto de inflexión, se produce sin lugar a duda a mediados del siglo XVI, justo cuando Luis-March de Valls i Cubells (natural de Herbers), enlaza con Jerónima-Ángela de Brusca i Despuig (esta natural de Ortells y descendiente de los señores de dicha localidad).
La representación cerámica de los diferentes emblemas que aparecerán marcados en las baldosas de la casa nos recordarán el poder que alcanzaron, y seguramente inmiscuirá una metamorfosis de la estructura del edificio, que como veremos se seguiría realizando durante las centurias venideras, especialmente en los siglos XVII y XVIII, tal y como se puede comprobar en las diferentes estancias, con una profusión muy destacada de elementos barrocos que cubren algunos de los techos de las principales dependencias del hogar.
Si analizamos a fondo el emblema heráldico de esta familia, como ya sostuvimos en el año 2014 “como hipótesis preliminar nosotros creemos que el 2º cuartel en el caso de ser un animal, podría ser un búfalo o toro (referente a los Brusca), y el cual encajaría con el 3º, y que sería una montaña, refiriéndose en realidad a los dos cuarteles principales de los Brusca y Despuig. Recordemos que Luis-March, se casa precisamente con Jerónima Ángela de Brusca y Despuig. Respecto al primero, nos encontraríamos ante una rosa (perteneciente a los Valls), y el cuarto que a duras penas puede intuirse, nos recuerda a los Cubells (Señores de Herbers)”.
El tema guarda cierto interés, ya que si apreciamos las armas esculpidas en piedra, hay confusión con un grifo en el escudo que custodia el comedor-salón del palacio, así como otro que da acceso a una habitación. Un error iconográfico a priori, pues ahí debería de aparecer el toro o búfalo, característico de los Brusca. La cuestión es tan simple, como la idea que ya nos apuntó Joan Roig, al indicarnos que el artista encargado de realizar esta obra, se equivocó de animal, al sustituir el emblema de los Brusca, por un grifo, y que como bien nos indica el experto, no encaja con la heráldica de la zona, pues solo los Guerau morellanos lo portaban, y en principio, siguiendo el desarrollo genealógico de la familia, estos no aparecen entroncando con los Señores de Herbers, de ahí que como hipótesis planteemos la idea de que el grifo del segundo cuartel de la familia, se debe a un error del artista que no representó con lo que debería corresponder: el toro de los Brusca. Un fenómeno más habitual de lo que nos imaginamos en la heráldica local, y que si se afianza en el tiempo, comporta la elaboración de copias equivocadas con las consiguientes desvirtuaciones a nivel historiográfico.
Si analizamos los apellidos que se reflejan en la presente genealogía de la órbita social que gira alrededor de la casa de los Señores de Herbers, quedan claras varias cuestiones:
La primera es que el escudo que encontramos en la fachada del castillo-palacio no incluye en ningún momento las armas de la familia Ram de Viu, por lo que podemos suponer que si el conjunto de apellidos que representan los cuarteles del citado blasón, recogen sus armas heráldicas hasta la generación de los nietos de Lluis-Gregori de Valls y su esposa Paula Jordà, cabe presuponer que este diseño es un compendio que aglutina aquellos escudos de las familias que hasta alrededor de mediados del siglo XVII habían entroncado con los señores de Herbers, obviando por tanto a los Ram de Viu, quienes como sabemos, se harán con el señorío, una vez que los varones de la familia Valls i Castelví no dejaron descendencia en lo tocante a las líneas con preferencia en el momento de heredar el señorío.
Otra cuestión es que como ya se ha ido apuntando al principio de este artículo, queda claro que la familia Valls, y que será junto con la de los Despuig las que aparecerán siempre en todos los emblemas heráldicos que hemos presenciado en la vivienda, se convierten sin lugar a duda en las que más poder económico tuvieron, y por tanto consiguieron realzar como adaptar una buena parte de la construcción palaciega que todavía podemos presenciar en lo alto de la localidad de Herbers, para remarcar así su mecenazgo y compromiso con el adecuamiento de una residencia señorial que tenía como propósito reforzar el estatus de sus integrantes.
Por último, presenciamos que el referido escudo de la fachada exterior del castillo-palacio, representa los linajes que fueron entroncando desde mediados del siglo XVI hasta las siguientes décadas de la centuria siguiente, compendiándose a lo largo del trascurso de cuatro generaciones, y solapándose sin seguir un criterio normativo en términos heráldicos, pues salta a la vista que la división de los cuarteles no guarda las proporciones estipuladas, tal y como por ejemplo sucede con el cuartel de los Cubells, y que se adhiere con el que haría pensar en los Jordà (pero que realmente es uno de los dos cuarteles partidos de los Montoliu), sin guardar el espacio de corte que en la parte superior ocupa el de los Brusca, y que como ya se ha comentado, parte de un error iconográfico, en el que se ha modificado el toro o búfalo característico de la familia por un grifo rampante.
Siguiendo un orden de izquierda a derecha, y de arriba hacia abajo, los cuarteles que presenciamos, y que hemos podido despejar en parte gracias a la ayuda de Joan Roig i Vidal, son los siguientes: Valls, Brusca, Castelví, Despuig, Cubells y Montoliu.
Salta con ello a la vista que en la parte izquierda se preservan las armas antiguas del enlace entre los Señores de Herbers y la descendiente de los de Ortells, donde posteriormente se añade en la zona derecha los procedentes de las familias de la nobleza tortosina, donde en un intento por querer aprovechar el escudo de los Oliver de Boteller (y que tiene un barril, al igual que el de los Cubells), se optó por abandonar el corte normativo, y solaparlo de este modo con el de los Jordà, aprovechando de esta forma ese cuartel para referirnos a dos familias, que a pesar de ser diferentes, estarán curiosamente también documentadas en la ciudad de Tortosa.
Queda claro que las políticas matrimoniales de los Señores de Herbers marcarán un punto de inflexión durante el siglo XVI, cuando después de afianzar su posición con la casa de los Señores de Ortells, buscarán en la nobleza tortosina un aliado con el que ir consolidando su posición. En este sentido los Oliver de Boteller, son una de las familias que más destacaron durante el periodo renacentista en la ciudad de Tortosa, ingresando como era costumbre muchos de sus representantes dentro del clero diocesano, siendo una cara visible que rivalizó con los Jordà, quienes tal y como reseña en su trabajo Rovira i Gómez (1996), son un linaje establecido en esta ciudad desde la reconquista, amasando un poder que en ocasiones fue motivo de conflictos con linajes importantes de la ciudad, dejando su impronta social más allá de la urbe tortosina, tal y como veremos en la localidad de Vinallop, donde el linaje poseía una gran heredad (Muñoz, 2013).
Por otro lado, familias como los Cubells (y que poseían desde finales del siglo XIV el Señorío de Herbers), también se moverán por el área de Tortosa, algo que sucederá igualmente con los Despuig, quienes según el relato familiar aparecen por estas tierras durante el siglo XII a raíz de la reconquista. De todo ello se desprende que la nobleza local que veremos asentada en esta franja de la Matarranya, establecerá nexos estrechos con otros linajes de similares características sociales, y que apreciaremos tanto en el área dels Ports, como también en las tierras bajas del Ebro, conformando grupos de poder que retroalimentaban esas alianzas, en las que las políticas endogámicas eran algo usual, especialmente en el momento de querer fortalecer y consolidar el patrimonio familiar que daba mayor renombre, así como unas miras que garantizaban un medraje en una sociedad profundamente jerarquizada como la de antaño.
David Gómez de Mora
Referencias:
-Arxiu Municipal d'Herbers, C-75, expedient 10. “Pleito del Ayuntamiento entre Rafael Ram de Viu, y el Ayuntamiento de Herbers y los vecinos de Herbers, Ramón Querol y José Gasulla”. Año 1810
-Gómez de Mora, David (2014). “El Señorío y Baronía de Herbers”, 5-V-2014 en davidgomezdemora.blogspot.com
-Gómez de Mora, David (2018). “Notes sobre els llinatges nobles de Tortosa a finals de l'Edat Mitjana”, 16-VII-2018 en davidgomezdemora.blogspot.com
-Gómez de Mora, David (2020). “El Barón de Herbés y Vinaròs. Breves apuntes”, 20-IV-2020 en davidgomezdemora.blogspot.com
-Gómez de Mora, David (2021). “La genealogía de don Rafael Ram de Viu”, 12-VII-2022 en davidgomezdemora.blogspot.com
-Muñoz i Sebastià, Joan-Hilari (2013, 33). Vinallop. Notes històriques. Consell Assessor de Vinallop, pp. 142
-Roig i Vidal, Joan (*). Su autor tiene finalizado un estudio muy completo de todos los linajes que encontramos en las tierras del norte de Castellón y que en un futuro saldrá a la luz.
-Rovira i Gómez, Salvador-Joan., 1996, 259. Els nobles de Tortosa, segle XVI. Consell Comarcal del Baix Ebre, 336 pp.