La Peraleja ha sido un municipio con un profundo arraigo católico, donde la tradición y los valores del cristianismo se trasmitían de forma natural entre sus habitantes. Es lógico pensar que tras el Concilio de Trento, y trascurrida toda la centuria del siglo XVI, el clero secular que había en estas tierras comenzó a acrecentar su poder y protagonismo en estas pequeñas sociedades rurales, donde el brazo eclesiástico ejercía un peso importante en el ámbito social. Ya en los años cincuenta del siglo XVII, veremos entre las figuras destacadas al religioso Juan del Olmo ejerciendo en la parroquia del Arcángel San Miguel durante varios años, para poco después ocupar este cargo el licenciado Miguel Chamorro (este con raíces en La Ventosa).
La presencia de varios miembros como Bernardo Felipe y Vázquez-Pallarés se alargaría hasta casi los años veinte, cuando leeremos firmando y redactando documentos eclesiásticos a otro integrante de las familias peralejeras destacadas, siendo este el caso del licenciado Tomás González Palenciano. Le seguirá durante un periodo importante el licenciado Francisco-Xavier del Campo y don Julián de Montoro. Tengamos en cuenta que en el municipio había varios religiosos ejerciendo al mismo tiempo, así pues, en el Catastro de Ensenada, se nos recordaba pocos años después que la localidad contaba con un total de cuatro clérigos presbíteros.
David Gómez de Mora
Cronista Oficial de La Peraleja