Caracenilla es otra de esas tantas localidades de la zona que estamos estudiando de la Alcarria conquense, cuya historia debemos de vincular con los asentamientos producidos a raíz de la reconquista cristiana. La necesidad de controlar y asentar pobladores en una franja tan difícil de defender por su fácil accesibilidad como ocurrirá con todos los núcleos ubicados junto a la vega del río Mayor, obligaba en parte a una inclusión rápida de gente que viera factible el poder vivir con garantías en ese lugar.
Todavía a día de hoy quedan vestigios en diferentes tramos de la actual iglesia que nos conducen a esa primitiva época y que nos remonta a la Baja Edad Media. Y es que el actual templo de tres naves de estilo neoclásico se alza en parte sobre el espacio que en origen ocupaba la antigua iglesia románica de una sola nave y cuya orientación iba en dirección este-oeste.
De esta etapa primigenia del edificio se conserva una sección del muro occidental, así como un tramo del meridional. Como todas las iglesias románicas que hemos analizado, esta tendría una cubierta de madera, de la que precisamente todavía quedan restos de una viga.
Ya en el siglo XVI el templo se vería inmerso en una reforma importante en la que Juan de Toca había trabajado, de ahí que poco después no resulte extraño ver al artista a escasos kilómetros de distancia en el cercano Villarejo de la Peñuela con su taller de cantería. A finales del siglo XVIII se ampliará el crucero, remodelándose el edificio y marcando por tanto el último momento de cambio de imagen de la Iglesia.
Entre los elementos de interés, cabe destacar la pila bautismal, “de pie cilíndrico con triglifos; copa con arcos apuntados, rellenos con gallones convexos y rosetas entre los arcos, así como festón de ramos ondulados y borde de soga” (CMDC, 1987, 82). Todo apunta a que esta por la tipología de su copa se enmarque dentro del arte gótico del recinto, donde todavía no se había producido la reforma del siglo XVI, de ahí que llegara a ser empleada desde la fase más antigua del edificio, convirtiéndose por tanto en una de las piezas más importantes por su cronología y estilo de entre las existentes dentro del lugar.
David Gómez de Mora
Referencia:
(1) Catálogo Monumental de la Diócesis de Cuenca, año 1987, 2 Volúmenes