A pesar de la devoción y el peso que la tradición católica ha jugado históricamente en Piqueras del Castillo, veremos como desde inicios del siglo XVI serán escasos los sacerdotes que se dejarán ver por la localidad, debido en parte a que algunos de estos mantuvieron su cargo durante mucho tiempo en el lugar, es el caso de Domingo Sánchez, apareciendo antes de 1604, y haciéndolo así de manera ininterrumpida hasta 1621, cuando justo en el año siguiente seguirá su estela Miguel Sánchez Abad (este alrededor de un intervalo de años que va entre 1622-1634 aproximadamente).
De esta forma, desde inicios de dicha centuria hasta 1634, prácticamente Domingo Sánchez, y luego Miguel Sánchez serán quienes representen a la iglesia piquereña. La cosa se volverá más dinámica a partir de 1635 cuando tendremos al licenciado Gabriel Díaz y Valdés, para luego dar entrada en 1639 al licenciado Juan Fernández de Peralta, y que hasta el año 1643 fue la cara más visibles de este linaje. Recordemos que los Peralta en algunas localidades de la zona tuvieron el reconocimiento de hidalguía. El caso de Juan Fernández lo conocemos por ser este uno de los curas que a lo largo de la historia aprovechó las prestaciones de la capellanía que fundó el hijo de los terceros Señores de Piqueras (don Garci Ruiz de Alarcón). Finalmente en 1643 se hace cargo del sacerdocio Domingo de Priego, quien seguirá ejerciendo como cura local hasta pasada la primera mitad de dicha centuria.
David Gómez de Mora
Cronista Oficial de Piqueras del Castillo
Referencias:
*Archivo Diocesano de Cuenca. Libro II de bautismos de Piqueras del Castillo. P-2584
*Archivo Diocesano de Cuenca. Libro I de matrimonios de Piqueras del Castillo. P-2587