¿Son
las plazas costeras que hay en la franja litoral del antiguo casco
urbano de Vinaròs, un resquicio de los efectos de la Pequeña Edad
de Hielo?
Planteado
así el interrogante, nos puede costar un poco imaginar ciertos
aspectos que podrían valernos para entender el porqué hay en Vinaròs
unas cuantas plazas, casi literalmente abiertas hasta la zona de mar.
Hemos
de partir de que estos puntos espaciosos de la trama urbana, en
algunos casos vienen existiendo desde más de cuatro siglos atrás,
por lo tanto, no son un capricho de la arquitectura actual, sino que
un registro fósil de como ha ido creciendo nuestra población con el
transcurso de los años.
La
explicación a este fenómeno, podría deberse a que durante el
periodo que comprendió la Pequeña Edad de Hielo (1.500-1.700), en
nuestro municipio se dispararon una serie de variables climáticas
sobre el medio físico, además de otras internas de ámbito
antrópico, originadas por las sucesivas repercusiones que tuvo un
avance continental sobre la línea costera del momento, ocasionado
ello como resultado de un enfriamiento global, que vivió por aquellas
fechas todo el continente Europeo. Así, la bajada térmica a nivel
global registrada en todo el planeta, produjo el enfriamiento y
consecuente congelación de las masas oceánicas, hecho que se
tradujo en que la tierra ganara un área de terreno, que durante los
siglos anteriores nunca tuvo. Es decir, el efecto inverso a lo que
hoy millones de personas denominan “calentamiento global”.
Es
cierto que esto no deja de ser una mera hipótesis geográfica, con
un contenido ambiguo a la hora de entender la evolución del entorno
sobre el que nos asentamos, aunque tampoco es un error, decir que es
precisamente durante este intervalo de tiempo, cuando nuestro
municipio crece hacia el espacio litoral. Algo que prueba físicamente
la cartografía histórica de la población.
Así,
durante el siglo XVI-XVII, vemos como cobra protagonismo la
existencia de plazas sobre lo que antes fueron las desembocaduras de
antiguos paleobarrancos:
1)
En el caso de la plaza de San Antonio (y que popularmente conocemos
como de la Alameda), transcurría un antiguo barranco que bordeaba el
flanco meridional de Bynalaròs. Curiosamente, este punto de desagüe,
se localizaba junto a este enclave abierto.
2)
Respecto a la plaza de San Agustín (y que la gran mayoría de la
gente llamamos con el nombre de “la del Mercado”, sucede lo
mismo). Pues de acuerdo a las reconstrucciones paleogeográficas que
otros autores han efectuado sobre este lugar, ésta como la plaza de
San Telmo, eran un amplia desembocadura que ya recogía las aguas
superiores de lo que hoy son el Camí Fondo y Camí Carrero. Una
antigua vía pluvial, que todavía en momentos de precipitaciones
torrenciales como las ocurridas en noviembre del pasado año, vuelve
a cobrar vida.
3)
Por lo que concibe a la plaza San Sebastían, vemos como su ubicación
coincide precisamente con una antigua área albuferenca, en la que
desembocaba el barranco de l'Estany, cuyo resquicio es la parte alta
de la que hoy llamamos calle de San Pascual o popularmente como
“calle del barranco”.
Dicho
esto, uno ya puede imaginar que no sería un hecho casual que todo el
casco antiguo de Vinaròs, tenga una plaza justo en el espacio donde
se sabe que desembocaba un antiguo paleobarranco..., por ello, tal y
como hemos dicho, la respuesta a ese interrogante estaría en esa
franja de terreno que se gana al mar en cuestión de pocos años,
como consecuencia de un brusco enfriamiento del medio.
Suponemos
que este fenómeno, rápidamente fue aprovechado por los pobladores
del momento, dejando así una serie de oberturas, en cuyos bordes se
levantarían viviendas, que a su vez les permitirán defenderse mejor
desde el interior de la muralla, ante las incursiones de los piratas
berberiscos, y que por aquel entonces tenían atormentados a gran
parte de los habitantes de las zonas costeras.
Para
cerrar el artículo, hemos de ver que los tres puntos antes
señalados, son lugares que precisamente no existen durante los
siglos XIII-XIV, pero que a partir de las centurias del XVI-XVII (la Pequeña
Edad de Hielo), comienzan a estar documentados.
1)
Plaza de San Antonio: en el siglo XVI ya aparece citada por Borràs
Jarque, quien la denomina como “dels Femers”.
2)
Plaza de San Agustín - Plaza de San Telmo: en el siglo XVII vuelve
de nuevo a aparecer con Borràs Jarque, quien las denomina “plaça
de Sant Agustí” (actual plaza de San Agustín) i la “illeta de
l'hospital” (actual plaza de San Telmo).
3)
Plaza de San Sebastián: a principios del siglo XVII ya aparece
documentada en un registro notarial la existencia de una zona de
aguas estancadas (l'estany), que luego dará paso al área que hoy
ocupa la plaza.
David
Gómez de Mora
En color rojo, la línea de costa de
Vinaròs alrededor del siglo XII, según J. A. Gómez Sanjuán. Poco antes
de la fundación del Vinaròs cristiano en 1241. Google Earth (Elaboración
propia).
Flechas amarillas: dirección del flujo
de aguas pluviales; superficies rojas: actuales plazas costeras; en
línea azul: trayecto de la franja de costa a comienzos de la Pequeña
Edad de Hielo. Google Earth (Elaboración propia).
Superficies verdes: actuales plazas
costeras (todas ya dentro del área continental) y en línea roja: la
franja de costa a finales de la Pequeña Edad de Hielo. Google Earth
(Elaboración propia).