El
veranillo del almendro es un ascenso de las temperaturas que durante
este año hemos visto como volvía a producirse a inicios de febrero,
y que haciendo honor a su nombre, ha permitido que los almendros
vuelvan a florecer, de modo que muchas de las fincas del término
municipal nos han regalado una preciosa estampa de blancos y rosados,
que se contrastan con el paisaje de nuestro municipio costero.
La
subida térmica se produjo entre las jornadas de los días 5-7 de
febrero. Siendo precisamente en éstas cuando se alcanzaron registros
máximos de hasta 20º entre la 15:00 y 16:30 de la tarde.
Recordemos
que precisamente durante el año pasado, el día 5 de febrero se
obtuvo igualmente el valor máximo del mes (con una temperatura de
21º), un fenómeno que vuelve a manifestar la importancia que juega
este veranillo en nuestra climatología local, y que estamos
analizando cada temporada con un mayor detalle.
De
igual forma, en las jornadas posteriores (tal y como sucedió un año
atrás), los termómetros han vuelto a caer, algo normal teniendo en
cuenta la época en que nos encontramos, pues es pleno invierno, y ya
está a la vuelta de la esquina el característico frío de carnaval.
David
Gómez de Mora