Ya casi ha transcurrido una década, desde
la entrada de una masa de aire frío que vivió nuestro territorio a
mediados del mes de diciembre del año 2001. En aquella ocasión, los termómetros en
Vinaròs registraron máximas que oscilaron alrededor de los 3º y 4º
grados, un factor decisivo, que permitió que los habitantes pudiésemos
observar una de las estampas más inusuales de enclaves mediterráneos
como el nuestro.
Y es que en zonas como las superficies de
vehículos y terrazas de viviendas, se acumuló temporalmente una fina
capa de nieve, que no llegó a cuajar en el casco urbano, pero que en el
Puig de la Misericòrdia, consiguió permanecer un poco más de tiempo.
Este tipo de episodios, son más
comunes cuando se dan esta serie de situaciones, ya que por los factores
climáticos que entran en juego en el área de Vinaròs, muy difícilmente
la nieve puede caer en cantidades abundantes como para permanecer varios
días en sus calles. Un hecho muy improbable, pero no imposible, y que
muchas gente todavía recuerda.
David Gómez de Mora
Autor de las fotografías: Emili Fonollosa
Número de fotos: 9