El temor a las tormentas y los
consecuentes riesgos que estas pueden provocar, ha sido un tema de preocupación
que siempre ha perseguido al ser humano, seguramente desde los primeros
momentos de su existencia.
Un hecho, que cobra más fuerza,
cuando hablamos de elementos cuyo origen siglos atrás era desconocido, y por lo
tanto atribuido a las divinidades o entes sobrenaturales.
Todo ello, ha derivado en
diferentes interpretaciones, que cada pueblo (dependiendo de su cultura o
religión), conseguiría materializar a través de imágenes, encargadas de
proteger a la sociedad ante riesgos que podían acecharles de modo repentino y
sin previo aviso.
En ese sentido, y dentro del
cristianismo, Santa Bárbara, ha jugado un papel muy importante en lo referente
al peligro que contrae el desarrollo de una situación de inestabilidad
atmosférica.
Así, la creencia popular señala
que esta imagen se invoca para paliar la aparición de tormentas con actividad
eléctrica (rayos) o fuertes vientos, no obstante, también se incluyen las
lluvias de hielo o “pedregaes”, tal y como las denominamos en Vinaròs.
Es por este motivo que en
nuestro folklore popular, todavía se recuerdan diferentes refranes u oraciones,
que relacionan la acción salvaguardadora de esta con las temidas
granizadas.
Esta preocupación ante el temor
de la ocurrencia de una precipitación de este tipo, es algo que en la
actualidad todavía puede apreciarse. Un argumento perfectamente comprensible
siglos atrás, en poblaciones cuyo único sustento económico eran los campos de
cultivo, pues los frutos u hortalizas que se recolectaban, muchas veces eran el
único recurso con el que una familia podía sobrevivir en su día a día.
Muchas personas, decían que el
origen del granizo, venía ni más ni menos que del mismo Satanás. Cuestión que repercutía de forma decisiva, en la búsqueda de algún santo, encargado de
luchar contra la ira del demonio.
A raíz de ahí, comienzan a
surgir diferentes oraciones y refranes, que dependiendo del enclave al que nos
dirijamos de la geografía peninsular, derivarán en unas u otras expresiones. En
este aspecto, sabemos que las gentes de antaño recurrían de forma muy habitual
a través de plegarías, a la acción de Santa Bárbara, para así prevenir la ocurrencia
de lluvias de granizo.
Resulta interesante destacar
que todavía conocemos algunas frases que son empleadas por las gentes de Vinaròs. Entre
las que destacamos las dos más famosas:
- “Santa Bàrbara bendita, que
ens guarde la collita”. Recuerda la acción protectora de esta imagen ante el
riesgo de una tormenta que puede echar al traste las cosechas de la temporada.
- “Només s' enrecorda de Santa
Bàrbara quan trona”. En este caso, se trata de una crítica a aquellas personas
que sólo veneran o se acuerdan de la Santa en los momentos más complicados.
Pero, ¿y qué hay de Santa
Bárbara en Vinaròs?. Lo cierto es que algunas personas desconocen que una de
las vías perpendiculares que desemboca en la transitada calle del Pilar, se
encuentra dedicada bajo la advocación de esta Santa que ya no sólo
lucha contra las tormentas, sino que también es la patrona de los mineros,
pirotécnicos y artilleros, debido a que estos manejan explosivos, un elemento
que ha sido relacionado con la leyenda del rayo que mató al padre de Santa
Bárbara.
David
Gómez de Mora