Definimos en términos geomorfológicos una loma como aquella elevación, que a pesar de contar con una escasa altura, presenta una pendiente que le permite sobresalir destacando respecto los alrededores del relieve en el que se encuentra, disponiendo por ello de una visual diferente en comparación a la que apreciaremos en su zona más baja.
Cualquiera que visite Piqueras será consciente de que su torre-fuerte no se mandó edificar en el lugar en el que se encuentra por motivos casuales. Simplemente hemos de pasear por las inmediaciones del casco urbano, para comprender que en la parte más alta encontraremos los dos edificios históricos principales del municipio, distando entre ambos a un simple tiro de piedra, siendo este el caso de la referida torre y la iglesia parroquial.
Si atendemos a los patrones que definen la geografía física piquereña, apreciamos que esta edificación aprovecha la cota de los 933 m.s.n.m. para arrancar 17 metros adicionales en altura, y así divisar mucho mejor los cuatro costados de la zona en la que se dispone la población.
Como sabemos a lo largo del período de la reconquista, será normal que los asentamientos se emplacen en puntos con una buena visual para controlar entornos apartados que favorecerán una comunicación con enclaves vecinos.
La zona exacta sobre la que se edificó la torre-fuerte es sin duda la mejor que en su momento se podía haber escogido, puesto que además de vigilar con precisión el área más inmediata de la ribera del río y el camino que conecta con los municipios del entorno, apreciamos como tanto por el flanco sureste, como especialmente también en la cara oeste-suroeste, su pendiente es muy pronunciada.
Un área que queda también reforzada en la vertiente noroeste, al ofrecer sus paredes una verticalidad de la roca descarnada que en algunos puntos llega a tener un corte de más de tres metros de altura, haciendo pues que prácticamente la única parte que tiene una cierta accesibilidad hasta ese punto sea la que queda en el flanco noreste, donde no por casualidad, esa sección de la loma comunica con la parte vieja del área residencial, espacio donde la pendiente se expande por lo que hoy son las casas del pueblo, puesto que en origen esa zona referida es según nuestra opinión el área más antigua del municipio, es por ello que consideramos que el viario que circunda el perímetro de la zona alta de la iglesia hacia abajo, deberíamos interpretarlo como uno de los primeros entornos habitables que se aprovecharon durante las primeras generaciones que aquí se establecieron, pues la idea fundamental de sus vecinos era edificar sus casas lo más cerca posible de la torre-fuerte.
David Gómez de Mora
Cronista Oficial de Piqueras del Castillo