En el año 1747 mandaba redactar su testamento el religioso peralejero don Juan González Rojo, quien ejercía como presbítero en la localidad de Bólliga. La situación económica del cura no era nada mala, cuando apreciamos que entre La Peraleja y Bólliga tenía cerca de un centenar de propiedades.
Entre sus parientes cita a Juan Rojo, padre de María Rojo, así como a sus primos Juan Martínez (vecino de Gascueña) y Ana González. Este en total pedirá 1700 misas por la salvación de su alma, junto familiares y ánimas del purgatorio. Además, cabría sumar como obras de caridad, la donación de limosna y comida para los pobres de ambos municipios; sin olvidar que regalaría todas sus prendas al presbítero de La Peraleja, don Juan José Vicente de la Peña, además de una viña con la obligación de rezar una misa anual por su alma el día de San Juan Evangelista.
Mandará también a don Juan Nicasio Parrilla, un capote de barragán de Cuenca, por la buena relación y estima que siempre mantuvieron, dando a la Iglesia de Bólliga sus casas y viñas, y nombrando como legítima y universal heredera de sus bienes restantes a la Iglesia Parroquial de La Peraleja.
Entre las partidas que se citan en algunas de las fincas de La Peraleja, leemos los nombres de parapán, arroyo Galindo, fuente de Mari Ramos, el collado del coscojar, cantadero, la jarra, el cerro de Santa Ana, la ermita de San Sebastián y desa (dehesa) del canto blanco.
David Gómez de Mora
Cronista Oficial de La Peraleja
Referencia:
*Archivo Histórico Provincial de Cuenca. Testamento de don Juan González, signatura: 1487/6