domingo, 29 de enero de 2023

Los lobos y los zorros antaño en nuestro territorio

Los lobos y los zorros son dos cánidos que antaño crearon enormes quebraderos de cabeza a los agricultores y ganaderos de nuestra tierra, no es por ello casual que todavía en determinados lugares o partidas de los términos municipales de la franja norte de la provincia de Castellón, se recuerden anécdotas o leyendas sobre sus incursiones nocturnas.

Si la población de lobos fue desapareciendo durante las primeras décadas del siglo XX tras una intensa persecución que ya venía arrastrándose desde centurias anteriores, no sucedería lo mismo con los zorros, un animal que como sabemos sigue dejándose ver por nuestros campos, tras haber sobrevivido a las diferentes políticas de gestión cinegética, en las que se premiaba su captura, y donde se intensificó su caza.

Cierto es que el daño que los lobos y los zorros generaban en las masías y corrales donde había comida a su disposición, siempre fue un gran problema, especialmente en los entornos aislados o ubicados en medio de la montaña, donde se promovieron sin muchas dilaciones la persecución de ambas especies.

Sobre los lobos no son pocas las historias que nos han llegado, donde relatos verídicos y mitos darían para extenderse un tiempo considerable, destacando así las preocupaciones que tanto llegaron a atormentar a muchos de nuestros antepasados, ya que su entrada dentro de un corral o establo podía desencadenar daños irreparables para aquellas familias que tenían reses o aves como único recurso con el que poder sobrevivir.

La mallada de la rabosa (Serra d'Irta, Peníscola)

Conocemos reseñas que nos hablan de su presencia en la Serra d’Irta siglos atrás, habiendo alguna mención en la que se informa de que en las entrañas de este paraje natural era normal encontrar ejemplares de esta especie. Algo parecido ocurrirá con los zorros, tal y como sigue sucediendo, y que como comprobamos la toponimia nos indica. Así pues, nombres como el del barranc de la rabosa o la mallada de la rabosa, son solo un caso más. La presencia de designaciones con siglos de historia que hacen alusión a estos mamíferos en puntos no muy alejados de nuestra área septentrional, la veremos por ejemplo en les Coves de Vinromà (el corral del llobero, les llobateres, la cova de la rabosa, la rabosera o la font y corral de la rabosa).

La mallada de la rabosa, al fondo con el corral de l'església vella (Serra d'Irta entre los términos municipales de Santa Magdalena de Polpís y Peníscola)

Para cazar a los lobos, los masoveros y labradores, además de las escopetas, empleaban cepos, estos de un tamaño mayor que para los zorros, teniendo pues una altura por encima de los 20 centímetros, así como una anchura superior a los 30 cm., y una longitud que solía encontrarse entre los 60-85 centímetros. En cambio para el caso del zorro, estos eran de menores dimensiones, es decir, unos 15-20 centímetros de alto, con un ancho variable que iría entre los 15-25 centímetros, y una longitud de alrededor 30-55 centímetros.

Antaño ambas especies eran muy buscadas cuando se realizaban batidas, de ahí que por cada ejemplar que se mostraba cazado, se llegaban a realizar recompensas. No debe de extrañarnos pues una noticia de la primera mitad del siglo XX, en la que la prensa local cita como una gran gesta la caza de un gato montés dentro del término municipal de Vinaròs, cuando ya por esas fechas era sabida que su población estaba en un acelerado proceso de regresión.

David Gómez de Mora

davidgomezdemora@hotmail.com

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Profesor de enseñanza secundaria, con la formación de licenciado en Geografía por la Universitat de València y título eclesiástico de Ciencias Religiosas por la Universidad San Dámaso. Investigador independiente. Cronista oficial de los municipios conquenses de Caracenilla, La Peraleja, Piqueras del Castillo, Saceda del Río, Verdelpino de Huete y Villarejo de la Peñuela. Publicaciones: 25 libros entre 2007-2024, así como centenares de artículos en revistas de divulgación local y blog personal. Temáticas: geografía física, geografía histórica, geografía social, genealogía, mozarabismo y carlismo local. Ganador del I Concurso de Investigación Ciutat de Vinaròs (2006), así como del V Concurso de Investigación Histórica J. M. Borrás Jarque (2013).