Tal día como hoy, desde tiempos que van más allá de lo que recogen los documentos que nos han llegado de la parroquia de La Peraleja, sabemos que cada 29 de septiembre en el municipio se celebraba una misa y festividad en honor a su advocación el Arcángel San Miguel, a quien como sabemos está dedicada esta jornada.
En las sagradas escrituras leemos que este Arcángel (de entre los siete que había), es uno de los tres cuyo nombre aparece en la Biblia, además de ser considerado el líder de los ejércitos angelicales, cosa que precisamente no solo sucede en nuestra religión.
Veremos igualmente como San Miguel es mencionado en el Antiguo Testamento, además de ser muy apreciado históricamente en municipios como el que nos ocupa, ya que durante este día, se dice que las misas realizadas ayudaban más si cabe a las almas del purgatorio en su ejercicio de purificación, para así encontrar su salvación.
Se le reconoce como el Príncipe de la Iglesia y Príncipe de la Milicia Celestial, siendo el principal oponente que se enfrenta a Satanás, para encargase de la salvación de las almas en el momento de la muerte de Lucifer, de ahí que quien dedicase oraciones en esta jornada siempre recibía una ayuda adicional en el proceso de purificación. Era por ello muy habitual que siglos atrás muchas peralejeras aprovechando que el templo estaba abierto, pasaban horas rezando por las almas de padres, abuelos, hijos o maridos si ya habían fallecido.
Recordemos que San Miguel siempre se representará con una armadura de general romano, así como empuñando una espada con la que amenaza al demonio, a la vez que en la otra mano sostiene una balanza, ya que es con esta mediante la que pesará las almas, pues la tradición nos recuerda que él formará parte del Juicio Final.
David Gómez de Mora
Cronista Oficial de La Peraleja