En el año 1631 mandaba realizar su testamento Alonso López, solicitando que su cuerpo descansase "en la sepultura que está enterrado su bisabuelo Gonzalo Pérez Patiño, y que sita en el coro de la nave mayor" de la Iglesia Parroquial de San Miguel Arcángel de La Peraleja. Este pide un total de 166 misas por la salvación de su alma, familiares y ánimas del purgatorio, además de crear un mayorazgo.
El mayorazgo era un sistema de reparto de bienes que beneficiaba al mayor de los hijos, de forma que el grueso del patrimonio de una familia no se diseminaba, sino que solo podía aumentar. No obstante, Alonso, y que tuvo dos mujeres (la última María Rojo), parece ser que no dejó descendencia. Por ello nombrará como heredera a su sobrina Ana Izquierdo, hija de Pedro Izquierdo y María López (su hermana). El mayorazgo de los López descendientes de los Patiño estaba formado por unas casas de morada, una tierras de 6 almudes de cebada, "un huerto con un olivar y muchos árboles frutíferos" y dos tierras en la Calzada del Vallejo (todo dentro del término municipal de La Peraleja).
A cambio el poseedor de este lote, tenía la obligación anual de dedicar tres misas en la memoria de Alonso López (una cantada y el par restante rezadas) en tres días concretos.
Veremos cómo se repite en diversas ocasiones a lo largo del testamento que lo que dejaba creado Alonso López era un mayorazgo, al cual se atenían una serie de cláusulas, características en la creación de esta institución que formaba parte del derecho civil. El documento referido se puede consultar en la Caja Nº8 de los protocolos notariales de La Peraleja (Archivo Municipal de Huete).
David Gómez de Mora