La geografía es una ciencia que desde una disciplina como el urbanismo puede aportar numerosas cuestiones vinculadas con la génesis y formación de los enclaves humanos, a través de la síntesis y análisis de los testimonios espaciales que nos ofrece el territorio.
En el momento de querer realizar cualquier estudio de un lugar por pequeño que sea, es necesario complementar ese trabajo con materias auxiliares como la historia, sociología (donde la genealogía aporta un componente crucial y que por norma general es ignorado), así como especialmente la arquitectura a través del viario de ese entorno.
Partiendo de ese conjunto de parámetros, uno ya puede comenzar a hablar con cierta fiabilidad a la hora de querer interpretar o proponer modelos hipotéticos sobre la evolución del parcelario de un enclave humano. Así pues, ya desde la época clásica, autores como Estrabón nos aportan descripciones de ciudades muy conocidas de su tiempo, como el propio historiador Plinio el viejo al referirse a Pompeya, sin olvidar los textos del célebre arquitecto Vitruvio.
No obstante, no será hasta tiempos más tardíos, cuando llegados al siglo XIX, la geografía aportará una metodología más rigurosa que servirá como soporte de pruebas en el momento de querer especular sobre cómo y de qué forma ha ido variando el lugar en el que vivimos.
De los diferentes pueblos que hemos investigado, nos parece interesante el caso de La Peraleja, ya que su casco antiguo, y desde el que se expande la trama embrionaria de la población, vemos como esta obedece a un conjunto de patrones que podríamos señalar como de precedente islámico. Es decir, pensamos que el municipio en su parte alta ya se habría reedificado durante la cristianización sobre los restos de un asentamiento anterior. Un hecho nada extraño teniendo en cuenta la presencia de la cultura musulmana en estas tierras desde su llegada en el siglo VIII.
Nuestra hipótesis parte de un evidente desorden en la ordenación del parcelario más viejo, con rupturas claras de espacios regulares sobre los que después se intentan adaptar las diversas actuaciones de prolongación urbana a las que se iría sometiendo al municipio a medida que fue creciendo. La ausencia de un callejero rectilíneo en el corazón de esa zona superior, donde convergen precisamente los edificios más representativos de estas sociedades de la reconquista, como ocurrirá con el área donde se instala su iglesia, son uno de los varios elementos en el que nos basamos para formular esta hipótesis urbanística, obviamente abierta a posibles reinterpretaciones en un futuro a medida que podamos indagar en más pruebas o fuentes que apunten en esta línea.
David Gómez de Mora
Cronista Oficial de La Peraleja