Cualquiera que interprete la dinámica poblacional que ha vivido Verdelpino, apreciará como el número de residentes casi siempre se ha mantenido de modo regular hasta la entrada en el siglo XX, fase crítica, y que especialmente después del estallido de la guerra civil marcará un punto de inflexión, ya que comportará una decaída sustancial de sus vecinos por cuestiones migratorias, y de la que por desgracia nunca más volverá a recuperarse.
Durante buena parte de su historia, Verdelpino ha contado con un vecindario que se movería entre los 400 y 500 habitantes, es decir, entre unas 100 y 130 viviendas. Cifra que no será elevada, pero que al mantenerse siempre de manera regular, junto con las políticas matrimoniales cerradas que se desarrollarán entre muchos de sus vecinos, permitirá que la trama urbana no experimente grandes cambios a lo largo de su historia.
Obviamente Verdelpino de Huete no ha sido diferente, y por ello, como decíamos, al igual que la gran mayoría de municipios de este territorio se ha visto azotado por los estragos del despoblamiento. La privilegiada posición aislada en la zona alta de la montaña, tampoco fue defensa segura con la que evitar las diferentes epidemias que se expandían por el marco peninsular, como ya queda patente a finales del siglo XVI en la localidad de Huete.
En nuestro caso estudiamos con detenimiento el primer volumen de defunciones presente en el archivo parroquial de Verdelpino. Del mismo podemos desprender que las enfermedades y contagios en momentos críticos eran una realidad, hecho que comprobamos cuando desde el 20 de octubre de 1609 hasta el 9 de noviembre del mismo año, fallecieron un total de 8 niños en la localidad. Una cantidad importante para la dinámica natural que solía registrarse.
David Gómez de Mora
Referencias:
*Archivo Parroquial de Verdelpino de Huete. Tomo I de matrimonios y defunciones, sig. 4-1
*Apuntes
de Verdelpino de Huete (Mariano Chorén y Emilio Alcázar, inédito)