miércoles, 14 de septiembre de 2022

Las cofradías de Villarejo de la Peñuela

Corría el año 1682 cuando en la partida de defunción de un párroco villarejeño (el licenciado Miguel de la Peña), este dejó por escrito una serie de mandas, en las que especificaba con detalle cuales eran las cofradías que existían en ese momento en la población. Así pues, antes de finalizar la centuria del siglo XVII, en la localidad existían hasta tres cofradías: la del Santísimo Cristo de la Vera Cruz, la de Santa Ana y la de la Virgen del Rosario.

La familia Peña ya hemos comentado en más de una ocasión que por esas fechas era sin duda una de las más ricas del municipio, habiendo medrado alguno de sus parientes y familiares dentro del Santo Oficio, ocupando por ello cargos de cierta entidad incluso en la ciudad de Huete, prueba de que la estrategia por medrar entre sus miembros estaba convirtiéndose en una realidad.

El licenciado solicitó un total de 1250 misas por la salvación de su alma, familiares y ánimas del purgatorio, además de hacer un donativo de seis reales a cada una de las tres cofradías del pueblo. Ahora bien, en las cláusulas de su testamento realizó una serie de voluntades, que reflejan en parte la preferencia que cada vecino tenía por cada una de las hermandades locales. Así pues, Miguel centra su interés en la del Santísimo Sacramento, mandando a la misma todas las tierras de pan llevar que tenía en el término de Villar del Horno, y que concretamente se hallaban ubicadas en la Vega de la Higueruela, todo ello a cambio de que anualmente se celebrase una fiesta el día de su onomástica, así como en la víspera del referido día, con misa cantada de réquiem, junto otras mandas.

Villarejo de la Peñuela (fotografía de Raúl Contreras)

Resultan interesantes las solicitudes que expresa el religioso, pues además de que esa cofradía debía hacer una misa los tres primeros jueves de cada año, además de poner en días concretos velas en el altar mayor, especifica “que dicha tierra no se ha de poder arrendar a ningún vecino de la villa de Villar del Horno, si no es que las arrienda siempre a vecinos de esta villa de Villarejo de la Peñuela”, es decir, que se contrate a jornaleros de su localidad, a pesar de que las propiedades se encontrasen fuera del pueblo donde vivía el cura, algo que pensamos que haría evidentemente con la idea de favorecer a sus vecinos.

Recuerda finalmente que todas esas tierras no se podían vender, cambiar o fragmentar, ya que de lo contrario, si la cofradía elegida (la del Santísimo Cristo), no cumpliera con las obligaciones estipuladas, entonces “es su voluntad que en las dichas tierras entre la Cofradía de la Virgen del Rosario de esta dicha villa de Villarejo de la Peñuela”, ósea, favorecer como castigo a otra cofradía del pueblo.

Salta a la vista que cada una de las hermandades tenía sus intereses particulares, además de como de notable era la devoción religiosa en un pequeño municipio donde se contaba con tres agrupaciones de estas características.

David Gómez de Mora

Cronista Oficial de Villarejo de la Peñuela


Referencia:

*Archivo Diocesano de Cuenca. Libro III de defunciones de Villarejo de la Peñuela (1623-1764), Sig. 113/15, P. 2126

davidgomezdemora@hotmail.com

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Profesor de enseñanza secundaria, con la formación de licenciado en Geografía por la Universitat de València y título eclesiástico de Ciencias Religiosas por la Universidad San Dámaso. Investigador independiente. Cronista oficial de los municipios conquenses de Caracenilla, La Peraleja, Piqueras del Castillo, Saceda del Río, Verdelpino de Huete y Villarejo de la Peñuela. Publicaciones: 20 libros entre 2007-2023, así como centenares de artículos en revistas de divulgación local y blog personal. Temáticas: geografía física, geografía histórica, geografía social, genealogía, mozarabismo y carlismo. Ganador del I Concurso de Investigación Ciutat de Vinaròs (2006), así como del V Concurso de Investigación Histórica J. M. Borrás Jarque (2013).