domingo, 22 de septiembre de 2019

Breves notas sobre familias de caballeros hidalgos en la franja Este de Huete

El pasado 27 de septiembre del año 2018 publicamos un artículo donde se redactó un modesto compendio sobre las familias más importantes que habitaban el área periférica del marco geográfico de la ciudad de Huete. Un entorno con una importancia destacada siglos atrás, donde a pesar del escaso peso demográfico existente si se compara con otros puntos de nuestra península, pudieron consolidarse diferentes localidades, que potenciadas a través de un conjunto de familias, y que mayoritariamente se adscribían a lo que denominaríamos como la pequeña burguesía rural, jugaron un papel crucial en el desarrollo de los engranajes de la economía local de aquellos tiempos, puesto que en muchos casos eran propietarios de un patrimonio rústico que representaba la verdadera riqueza albergada por este territorio. 

Desde ese modesto, pero influyente entorno de poder, algunas familias, bien a través de sus influencias dentro del clero, o simplemente por sus lazos con gentes de un estatus superior, generaron un entramado social, que permitió el afloramiento y reconocimiento de varios linajes, que a pesar de no extender sus dominios más allá del ámbito municipal y comarcal, pudieron ingresar en el eslabón de lo que designaríamos como la pequeña nobleza. 

Estos linajes que en un momento concreto de su historia medraron de forma satisfactoria y reclamaron una superioridad social que se les fue reconocida (bien por la confirmación que otorgaba una ejecutoria de hidalguía, por su ingreso en una orden de caballeros, o simplemente, por haber demostrado su vinculación con familiares de un mismo apellido que se extendían por otros pueblos de los alrededores donde su reputación era incuestionable), les sirvió como un privilegio personal, que trascendía mucho más de la suerte que suponía no haber de pechar. 

Sobre ese contexto, y especialmente a lo largo de los siglos XVI y XVII, un conjunto de linajes se catapultaron en un espacio intermedio que se encajaba en un lugar preciso, posicionado por encima de las familias de la burguesía local, pero que estaba por debajo de quienes eran los señores del lugar, llegando en ocasiones a ofrecerles vasallaje o emparentando con ellos en el mejor de los casos. En esta ocasión, de forma breve, hemos querido referirnos a algunas de esas familias, que enmarcaríamos entre los municipios que comprenden el área de La Peraleja, Saceda del Río, Carrascosilla, Caracenilla y Villarejo de la Peñuela. 

Empezando con la primera localidad, notable fue el pasado de algunas casas allí asentadas, tal y como sucedió con los Suarez-Carreño, Daza, González-Breto, Oliva y Patiño. Sin lugar a dudas la escala de proyección de estos linajes en su mayoría consiguió sobrepasar el ámbito municipal, integrándose entre las líneas más fuertes asentadas en la capital de la Alcarria conquense: Huete. 

Sabemos que los Suárez-Carreño durante el siglo XV llegaron a ser alcaides de la fortaleza de esta población, demostrando con pruebas de nobleza que se adentraban documentalmente hasta lo que conocemos como el final de la Edad Media, una dilatada historia, que dejando la puerta abierta a una hipotética relación con un linaje de idéntico apellido que habría de llevarnos según sus tradiciones hasta tierras asturianas, los convirtió por aquellas fechas en uno de los linajes más importantes del lugar. Fenómeno parecido ocurría con los Daza, otra familia de peso entre la nobleza optense, y que como los Patiño supieron sacar rédito de su estatus. 

En un grupo parecido tendríamos a los Oliva junto con los González-Breto, estos últimos representantes de un linaje numeroso, que les permitió ser una de las cabezas visibles de los caballeros hidalgos que existían en el cabildo optense durante muchos años. 

Armas de los Daza de Huete y de La Peraleja. Imagen de heraldica-hispana.com 

En Saceda del Río la situación guardaba un enorme paralelismo con La Peraleja, pues mientras pequeñas casas de la nobleza local como los Felipe no se movían de su marco natural, otros como los García-Vaquero habían conseguido despuntar fuera de Portalrubio, entablando alianzas con gentes de un nivel social similar o incluso superior. Tampoco se nos ha de escapar el caso de los Martínez (apellidados a posteriori como Unda), puesto que tras ennoblecer a finales del siglo XVIII, pretendieron remontar sus raíces hasta las tierras vascas, donde existía un linaje portador de idéntico nombre. 

La historia podía parecer diferente en Carrascosilla, donde la baja densidad demográfica y un conjunto de políticas erróneas llevadas por parte de sus señores, pusieron en riesgo su propia existencia en más de una ocasión. Familias como los Graciano y Gaona tenían un reconocimiento nobiliario que ensombrecía el del resto de habitantes, pero que en sus lugares de origen si consiguieron demostrar (es el caso de los Cantero o los Agraz de Gernika). El caso de los primeros ya fue estudiado por el cronista oficial de la Ventosa, así como el de los Agraz fue sonoro durante la segunda mitad del siglo XVI, cuando llegaron a exigir en Huete su incorporación dentro del Cabildo de Caballeros de la ciudad, como legítimos descendientes de nobles que decían ser. 

Más hacía el sur, en un pequeño municipio, pero con una cantidad considerable de familias con patrimonio, teníamos a la línea de los Alcázar, que si bien no fueron identificados como miembros del estado noble, entroncaron con diferentes familias que si lo eran, y de las que se tirará de sus apellidos. Así sucedió a través de los Arcas y los Montoya, empadronados en Huete como miembros de este grupo social. 

Tampoco se nos debería de pasar por alto la situación de los Albendea, y que en Caracenilla solaparán su apellido bajo la forma Pérez de Albendea, arrastrándonos sus raíces hasta la vecina localidad de Verdelpino, donde eran una de las familias más fuertes, y cuya hidalguía en Huete era indiscutible. Los León eran otro de esos linajes de la nobleza municipal, que en Valdemoro del Rey ya gozaba de un largo recorrido. Más modesta podría habernos parecido la situación de Villarejo de la Peñuela, pues la presión ejercida por sus Señores complicaba toda operación de medraje social por parte de sus habitantes. No obstante, veremos apellidos y líneas que fuera del lugar, alcanzaron su reconocimiento como hidalgos, así lo apreciaremos en el caso de los Molina, de la Peña y Rincón.


David Gómez de Mora

La familia Huguet de Vinaròs


Els Huguet van ser una de les famílies més influents de la societat vinarossenca del segle XIX, a causa dels càrrecs polítics que els seus descendents aniran ostentant amb el transcurs dels anys, especialment dins de l'administració local.

Primer de tot, i per eliminar qualsevol tipus de confusió, hem d'indicar que quan veiem documentació referent a ells, aquests poden aparèixer escrits com Huguet o Uguet, a causa que la lletra “h” en ocasions queda omesa. Sobre els seus orígens a Vinaròs fins avui sabem escasses dades, sense una correlació contínua, indicant-nos que encara queda molt per analitzar i investigar les seves arrels primitives.

Tenim gent amb el cognom Uguet, que exerceixen diversos oficis, és el cas d'un Agustí Huguet que entre 1657-1667 era mercader de pells i “blanquer”. El “blanquer” s'encarregava de realitzar treballs vinculats amb la tova de les pells, per a després tractar-les, raspar-les, netejar-les i altres fases necessàries que garantien la seva qualitat, i posterior venda.

Per aquestes mateixes dates, veiem com també es fa esment d'un mariner anomenat José Huguet (1670), encara que com hem indicat, desconeixem si aquests són ascendents de la mateixa família que durant el segle XIX viurà en una de les cases més espectaculars amb les quals ha contat el modernisme vinarossenc.

Un fet que ja comencem a tenir més clar, són els càrrecs que aniran ocupant els Huguet que residiran en aquest municipi fa més d'un segle i mig enrere. El primer d'ells és Agustí Huguet Forner, qui va ser alcalde del nostre municipi durant 1837-1838, un moment de la història de Vinaròs bastant important, ja que ens trobem en el que seria el conflicte bèl·lic de la 1º guerra carlista.

Anys després, arribem al mandat d'Agustí Huguet Forner, quan les corts distingeixen a Vinaròs pel seu serveis i mèrits, i que el cronista Borràs Jarque descriu en la seva crònica: “Els díes 2 i 3 del mateix joriol, Vinaròs sofrí valerosament furiosos atacs de les forces carlistes que en número de 20.000 homens estaven dirigides pel pròpi Pretenent l'Infant D. Carlos. Vinaròs retxassá eixos violents atacs que tingueren gran ressonancia, i es cobrí de gloria. Les Corts aixina ho van conéixer, premiant a Vinaròs, com es feu constar en la Gaceta de madrid de 6 de novembre... Tan honrosa distinció de les Corts a Vinaròs, fon comunicada per ofici del Governador civil de Castelló; i l'ajuntament, en 21 de novembre acordá unir dit ofici a les Mans d'acòrts. Grans foren, com es veu, els servicis de Vinaròs als Poders constituíts”(Borràs Jarque, 1931, 80-81, T.II).

Poc menys de vint anys després, tenim notícies en les quals Joan Huguet és alcalde de Vinaròs per primera vegada en 1854, així com posteriorment entre 1855-1856. Un altre dels personatges més destacats d'aquesta notable família és Estanislao Huguet, qui també va ser el cap de l'Ajuntament entre 1859-1862.

Sabem de nou gràcies al nostre cronista local, que pels mèrits que temps després aniria aconseguint Vinaròs en el període de les guerres carlines, la ciutat fou guardonada en agost de 1861 amb la distinció de "Molt noble, molt lleal i molt esforçada Vila”(Borràs Jarque, 1931, 142), sent el seu principal signant, l'esmentat Estanislao Huguet.

En aquest sentit, hem de dir que el títol no va arribar a lliurar-se al complet, doncs en la Real Cèdula de la Reina, a més de tenir en compte diversos conflictes en els quals s'havien vist sumits per aquelles dates el vinarossencs amb motiu de la fidelitat al govern durant les guerres de successió, independència i la dels set anys, tal concessió es va remetre a la de “Molt noble i molt lleial”, ometent-se la designació de “molt esforçada vila” que l'alcade Estanislao va sol·licitar i afegir en el seu moment.

 
Casa dels Huguet (Redó, 2012) 

Un dels membres més cèlebres d'aquesta família va ser Joaquín Just Huguet, propulsor d'un periòdic dirigit i fundat en 1885 sota el nom “el Vinarocense”. Aquesta publicació s'emetia setmanalment, i sembla ser que s'englobava sota una tendència política republicana. "Els últims anys d'aquest segle es van veure esquitxats un gran nombre de setmanaris de diferent naturalesa, predominant polítics, i la característica comuna dels quals seguirà sent curta”(Romeu, 1982, 12-13). Un fenomen que succeirà amb aquest mitjà, i que no duraria més enllà de dos mesos.

És necessari saber que els Huguet van posseir un habitatge de talla modernista, que es va caracteritzar per la seva singularitat arquitectònica, i que per desgràcia fa un parell de dècades va acabar destruint-se. Aquest se situava al carrer Socors, cantonada amb l'actual carrer del passatge doctor Santos. Posseïa dos pisos i una terrassa, que el feia destacar pels seus tons vermells, que s'integraven des del primer pis amb una balconada central de tres finestrals, que sempre guardant la simetria, es repetia en el segon pis, encara que en aquesta ocasió, separada en tres petites finestres, que s'acompanyaven amb el seu respectiu balconet.

Finalment, a la zona superior (el terrat), aquest es rematava amb la clàssica barana i  dos tests en cada extrem. Com diem, les figures simètriques, amb formes romboïdals i aquesta tonalitat tan viva que li atorgava un color vermellós, van fer de la seua façana un referent del modernisme vinarossenc.

En ella van viure alguns dels il·lustres personatges que aquí s'han nomenat, destacant especialment l'alcade Estanislao Huguet, qui va contreure matrimoni amb una filla dels Febrer de la Torre, de la relació de la qual naixeria donya Palmira Huguet de Febrer, qui al seu torn es va casar amb Joaquín Gimeno, perquè d'aquest matrimoni naixés María Gimeno Huguet, dona de Francisco Gómez de Membrillera i Piazza.

David Gómez de Mora

(Redactat i publicat en aquest blog el dia 1 de setembre de 2013)

Bibliografia:

Borràs Jarque, J.M. (1931). Història de Vinaròs.

Redó Vidal, R. (2012). L'Enciclopèdia I.lustrada de Vinaròs.

Romeu Llorach, J. (1982). La prensa de Vinaròs (1864-1982).

sábado, 14 de septiembre de 2019

El llinatge dels Ripollés a Cinctorres


La història genealògica de la gran majoria de les famílies amb arrels a Cinctorres resulta complicada d'esclarir pel buit documental que existeix en el seu fons parroquial, ja que els volums més antics que es conserven daten de l'any 1800.

Una franja delicada per a qualsevol recerca d'aquest tipus que pretengui introduir-se de ple entre els segles XVII i XVIII. En el present article el nostre interès radica concretament en la profusió i expansió del cognom Ripollés en aquest poble.

Gràcies a la rica documentació local que es custodia en el seu arxiu municipal, així com mitjançant les referències que es poden extreure d'algunes publicacions, hem esbossat una base preliminar, sobre la que resultarà més fàcil treballar en el futur en la mesura del nostre intent per acostar-nos a les arrels d'aquest llinatge, i que es troba assentat en les terres dels Ports des d'edats molt primerenques.

Seguint referències que vam poder consultar en els llibres del Consell de l’ajuntament, veiem com se cita en 1680 al senyor Miquel Ripollés, a qui se li concedeix la cèdula de barber. Un ofici que distava bastant del que avui coneixem, ja que consistia en l'extracció de queixals així com de la realització de diferents intervencions quirúrgiques que afectaven a la boca, un dentista que aprofitant la seva destresa manual també tallava el cabell i afaitava barbes.

Sabem que existien diferents classes de barbers, de manera que alguns podien fins i tot arribar a formar-se acadèmicament, compaginant una doble vessant científica i artesanal, que els convertia en persones considerades allà on residien. Això mateix li va succeir al nostre personatge, ja que el veurem en diferents anys exercint com a membre de la corporació local. Així serà durant la dècada dels anys vuitanta i noranta del segle XVII, sent citat en 1691 (AMC, sig. 39), o durant l'any següent quan és nomenat Jurat en Cap.

Creiem que Miquel o algun parent seu deixaria una descendència que arribaria amb el cognom Ripollés fins als nostres dies, sent més endavant quan percebem esments nombrosos, i que no sabem si es tractarien dels seus fills, nebots, nets, altres tipus de familiars, o fins i tot ell mateix.

En 1696 (AMC, sig. 39) se cita dins del llibre dels consells de l'ajuntament a un Miquel Ripollés com Jurat Quart. Per una altra banda en 1697 apareix de Regidor Tercer. En 1698 ho fa de Jurat Tercer, continuant exercint el seu càrrec en política local durant 1699, 1700 i 1701. En 1702 i 1703 és Jurat Segon. En 1704 aquest continua integrant l'ajuntament, i en 1705 és proposat de nou com Jurat en Cap, ocupant el càrrec de Regidor entre 1706-1708.

Transcorreran els anys i la família Ripollés anirà creixent en la localitat, escampant-se diferent línies, que ara mateix resulta arriscat relacionar, ja que manquem de fonts genealògiques que detallen la seva vinculació. No obstant això, coneixem un cadastre de 1745, presentat en el volum II de l'obra “Cinctorres, els nous temps” (1999, 254-256). En aquesta referència es precisa dins d'un plànol que delimita tota l'àrea de l'antic nucli urbà, el nom del cap de família o propietari de cada llar.

Pel que respecta a les línies de Ripolles s'esmenten únicament quatre, i que veiem distribuïdes en tres viaris de la localitat, tractant-se de Pere Ripollés de Miquel (Ripollés) -al carrer de Les Parres-, Roc Ripollés -al carrer de la Lloma-, Josep Ripollés de la Torre (el terme “de la Torre” designa el seu habitatge, ja que el mateix on residia exercia aquesta funció militar, per ser les seves parets part de l'antic Portal de Morella, conformant un dels diversos accessos de la població), així com Josep Ripollés, que vivia just enfront d'ell (i pel qual suposem que a l'anterior bategen amb l'apel·latiu “de la Torre”), servint de distintiu per a tots dos, doncs residien en el carrer Sol de Vila, i així podien diferenciar-se.

Serà gairebé a mitjan segle XVIII quan aquests quatre Ripollés, que vivien en la franja del casc vell, expandeixen la descendència familiar, i que dècades posteriors encara es trobarà residint en el mateix viari.

Sobre els anteriorment citats només podem aportar com a referència que tant Roc Ripollés com Joseph Ripollés “de la Torre”, van ser petits terratinents que disposaren de patrimoni agrícola que els va servir per a dedicar les seves vides al món agrari dels llauradors.

Habitatge on residia en 1745 Roc Ripollés, en el carrer de la Lloma. Interpretat a través del plànol de Cinctorres (1999, 254).

Habitatge on residia en 1745 Josep Ripollés de la Torre, en el carrer Sol de Vila. Interpretat a través del plànol de Cinctorres (1999, 254). Antic Portal de Morella.

Habitatge on residia en 1745 Josep Ripollés, en el carrer Sol de Vila. Interpretat a través del plànol de Cinctorres (1999, 254).


Habitatge on residia en 1745 Pere Ripollés de Miquel Ripollés, en el carrer de Les Parres. Interpretat a través del plànol de Cinctorres (1999, 254).

Menys de trenta anys després, seguim la pista a aquestes famílies, quan diversos Ripollés son nomenats en un llistat de veïns de la localitat (AMC, sig. 43), i que gràcies a les referències baptismals del primer volum de l'arxiu parroquial hem pogut connectar. Es tracta de Joaquín Ripollés, Simón Ripollés, Pedro Ripollés, Josep Ripollés de Pere (Ripollés) i Jaime Ripollés.

Seguint les nostres anotacions genealògiques, creuades amb el llistat de noms que apareixen en l'obra que va publicar Mossèn Josep Alanyà en el “Padró de Cinctorres” de l'any 1817, ja apreciem més línies del cognom, que comença a expandir-se durant les primeres dècades del segle XIX, guardant continuïtat amb els que hem reflectit a través dels llibres parroquials, i que coincideixen en els seus noms amb els presents en aquest llistat de 1774 abans esmentat.

La majoria, curiosament, resideixen als carrers on ja ho feien els Ripollés que se citen en el veïnat de 1745, sent segurament en molts casos els seus descendents, o almenys parents, i que encara no hem aconseguit solapar en termes genealògics. És per això que a continuació adjuntem diferents arbres elaborats a través de les referències creuades de l'obra d’Alanyà, juntament amb les dades extretes de l'Arxiu Parroquial.

Genealogia de Josep Miquel Ripollés, resident en el carrer de la Lloma. Anotacions genealògiques (elaboració pròpia).


Genealogia d'Ignacio Ripollés, resident en el carrer Sol de Vila. Anotacions genealògiques (elaboració pròpia).

Genealogia de Francisco Ripollés, veí de Morella resident en el carrer Sol de Vila. Anotacions genealògiques (elaboració pròpia).


Genealogia de Manuel Ripollés. Anotacions genealògiques (elaboració pròpia).


Genealogia de Braulio Ripollés, resident en el carrer de Les Parres. Anotacions genealògiques (elaboració pròpia).

Genealogia d'Ignacio Ripollés, resident en el carrer de Les Parres. Anotacions genealògiques (elaboració pròpia).

D’alguns dels personatges citats hem pogut rescatar ressenyes d'interès, tals com per exemple succeeix amb Ignacio Ripollés i Climent (veí del carrer Sol de Vila) qui era teixidor, no sent l'únic que es dedicaria a aquests menesters, donat que Manuel Ripollés i Climent faria el mateix. Això ens porta a plantejar com a hipòtesi que els seus pares Jaime Ripollés i Joaquín Ripollés, tots dos casats amb Joaquina Climent i Teresa Climent respectivament, fossin en realitat germans, i per tant sengles línies ens portarien a la mateixa.

Manuel Ripollés i Climent apareix com a regidor de l'ajuntament l'any 1820, fenomen idèntic tenim amb Braulio Ripollés i Carceller en 1803, qui “casualment” també es dedica a l'ofici de teixidor, i per a major coincidència celebra les seves esposalles amb Francisca Climent, sent fill de José Ripollés i Francisca Carceller. El que de nou torna a evidenciar una clara relació entre les famílies dels Ripollés i els Climent de Cinctorres, quedant per tant la porta oberta al fet que els tres Ripollés fossin germans, davant aquesta triple coincidència d'oficis, a més de casar en el mateix interval de temps amb tres dones de cognom Climent.

Parcel·lari urbà on residia en 1745 Josep Climent, en el carrer de la Lloma. Interpretat a través del plànol de Cinctorres (1999, 254).

Del que no hi ha cap dubte és que els Ripollés van tenir un pes important entre els càrrecs de la corporació local. Així per exemple, Josep Roc Ripollés és citat com a regidor en 1825, a més de que escassos anys abans, entre 1820-1822 la mateixa funció és exercida per J. Miquel Ripollés.

De l’Arxiu del Regne de València (núm. 1825) hem anotat referències que van en aquesta mateixa línia, com succeeix amb la composició de l'ajuntament en 1794, ja que entre els regidors s'esmenta en primer lloc a Josep Roc Ripollés.

La representació en la política local d'aquesta família podem recollir-la de nou en els lligalls de l'Arxiu Municipal de Cinctorres. Durant l'any 1820 l'alcalde és el noble En Joaquín de Sanjuán i Sousa, estant acompanyat pels regidors Francisco García, Vito Climent, Manuel Ripollés i Manuel Querol. Un any més tard, el 13 d'agost de 1821, la corporació té per alcalde a Manuel Climent, sent els seus regidors Francisco García, Vito Climent, Josep Guardiola i Royo, juntament amb Miquel Ripollés i Polo. Per al 2 d'octubre de 1822 l'alcalde és Cristóbal Querol, sent els seus regidors Josep Guardiola i Royo, Miquel Ripollés i Francisco Boix.

Valguin doncs aquestes notes de tipus genealògic com una petita aportació històrica, que ens acosti a les arrels d'un cognom que ha calat amb el transcurs del temps entre els veïns de Cinctorres, i del que queda molt per recercar, ja que continua proliferant en diversos punts de la comarca dels Ports.


David Gómez de Mora


Bibliografia:

* Arxiu Municipal de Cinctorres. Consells de l’Ajuntament de Cinctorres. Signatura 39

* Arxiu Municipal de Cinctorres. Contingents equivalents i aiguardents que han tocat als veïns de Cinctorres en 1774. Signatura 43
 
* Arxiu Parroquial de Cinctorres. Volum I de baptismes (comença l'any 1800).

* Arxiu del Regne de València. Document de la Batllia, lletra “E”, nº 1825. Any 1794

* Alanyà i Roig, Mn. Josep (2007). El padró de Cinctorres. Any 1817 (Ports de Morella). Ajuntament de Cinctorres, 128 f.

* Varis autors (1999). Cinctorres. Els nous temps. Tortosa. Cinctorres Club, 276
 f.

domingo, 8 de septiembre de 2019

Los Salonarde y sus alianzas en Buenache de Alarcón


Ya hemos explicado en diversas ocasiones como durante el siglo XVII la familia de los Salonarde experimenta un crecimiento económico, que irá asociado a una serie de políticas matrimoniales bastante herméticas y estudiadas, potenciadoras de una situación favorable que les llevará a crecer más allá del marco comarcal en el que la mayoría de linajes estaban acostumbrados a moverse.

Los descendientes de Simón Salonarde y Ana Saiz jugarán sus bazas, así lo veremos con su hija Ana, o especialmente con Benito Salonarde, quien en el año 1659 casó con María de Torres y de Moya, fruto de cuyo matrimonio nacerán varios hijos.

Uno de sus vástagos fue el Licenciado Gabriel de Moya, quien adoptó los apellidos que le recaían por el costado materno. Gabriel falleció en 1709 y fue familiar del Santo Oficio, mandando pagar 200 misas. No obstante, igual de interesante es la figura de su hermano Benito de Salonarde, quien de acuerdo a las pruebas que más tarde se presenta por uno de sus descendientes en un expediente de la Orden de Calatrava, aparece como miembro del estado noble, estando en el padrón de hidalgos de la localidad durante los años de 1682, 1683, 1685 y 1691 (Cadenas, 1987, 51).

Su hija Quiteria Antonia, y propietaria de un amplio patrimonio, casó con el conquense don José Sancho y de Ayala, hermano del famoso Licenciado Tomás de Sancha y Ayala, quien trabajó para la casa real. Ambos eran hijos de don José de Sancha y Ayala (Regidor por Cuenca) y de doña Antonia de Cañaveras de Guadarrama y Alcázar. Sobre doña Antonia hemos comentado en alguna ocasión los bienes que ésta poseyó, y que le recaían por la riqueza que su familia había acumulado en la localidad de Huete, donde su padre tenía plaza de Regidor perpetuo. Sabemos por las referencias protocolarias que la mencionada doña Quiteria Antonia heredó de su suegra un pájaro de oro que iba introducido dentro de una jaula y que estaba guarnecido de esmeralda, además de distintos cuadros y una cruz de cristal con remates de filigrana de oro. Piezas de este calibre son una muestra del nivel de vida en el que se movían los integrantes de esta especie de aristocracia rural que atesoraba un ingente patrimonio.

Molinos de Papel, propiedad de la familia Salonarde durante el siglo XVIII. Imagen: escapadarural.com

El hijo de Antonia de Cañaveras (el Licenciado don Tomás de Sancha), lo vemos firmando en varios documentos de Buenache de Alarcón, tal y como sucede en el caso de la Cofradía del Rosario, no obstante su nombre también aparece en los libros de defunciones de la localidad, concretamente durante el año 1694, fecha en la que fallece, y manda la friolera de 3000 misas por el descanso de su alma como de algunos familiares. Parece ser que a pesar de que los Salonarde ya se establecen en la ciudad de Cuenca, ellos como sus parientes siguen vinculándose con el municipio de Buenache.

Para nosotros no hay lugar a dudas, de que el peso de las familias que entroncan con los Salonarde, resultarán también vitales para ellos mismos, y es que resulta necesario comprender el proceso de ascenso social, en el que un conglomerado de linajes acababan compensando a otros, retroalimentando y reforzando un conjunto de alianzas simbióticas, que les valdrán para poner sus miras en lugares y cargos que se encontraban distantes de lo que fue el foco natural de sus ancestros.


David Gómez de Mora


Bibliografía:

* Archivo Diocesano de Cuenca. Libro III de defunciones (1629-1693), Sig. 24/39, P. 587

* Archivo Diocesano de Cuenca. Libro IV de defunciones de Buenache de Alarcón (1694-1735), Sig. 24/40, P. 588

* (de) Cadenas y Vicent, Vicente (1987). Caballeros de la Orden de Calatrava que efectuaron sus pruebas de ingreso durante el siglo XVIII. Tomo IV, años 1784 a 1799. Números 544 a 622. Anexos I-II-III. Hidalguía, Madrid.

* Gómez de Mora, David (2018). Las élites de Buenache de Alarcón siglos atrás. Notas personales y apuntes genealógicos. En: davidgomezdemora.blogspot.com

davidgomezdemora@hotmail.com

Mi foto
Profesor de enseñanza secundaria, con la formación de licenciado en Geografía por la Universitat de València y título eclesiástico de Ciencias Religiosas por la Universidad San Dámaso. Investigador independiente. Cronista oficial de los municipios conquenses de Caracenilla, La Peraleja, Piqueras del Castillo, Saceda del Río, Verdelpino de Huete y Villarejo de la Peñuela. Publicaciones: 20 libros entre 2007-2023, así como centenares de artículos en revistas de divulgación local y blog personal. Temáticas: geografía física, geografía histórica, geografía social, genealogía, mozarabismo y carlismo. Ganador del I Concurso de Investigación Ciutat de Vinaròs (2006), así como del V Concurso de Investigación Histórica J. M. Borrás Jarque (2013).