sábado, 3 de junio de 2023

El Corral de les Annetes (Vinaròs)

El Corral de les Annetes es una construcción de tipo ganadero que ofrece una planta irregular que todavía conserva las dependencias auxiliares que integran el conjunto de sus instalaciones. La superficie que ocupa se encuentra por encima de los 400 metros cuadrados, ubicándose al Noroeste del Puig de la Misericordia, y accediendo hasta el mismo por uno de los laterales del camino trasero que conecta con el ermitorio (el camí dels llauradors). Sabemos que antaño en el Puig de la Misericòrdia había diferentes construcciones dedicadas a estas necesidades, ejemplo de ello son los restos del Corral de Alejo (posicionado en la vertiente Este del mismo cerro), además de las infraestructuras que iban anexas a otras explotaciones como era el caso de las que había en Les Closes.

Corral de les Annetes (google maps)

Tengamos en cuenta que el Puig es una zona próxima al riu Cervol, y por tanto hasta hace un siglo, un espacio con disponibilidad de agua, que a pesar de no ser su cantidad excesivamente significativa, podía abastecer a muchos de los animales que se cuidaban por esta zona.

A lo largo de los alrededores donde se sitúa el Puig, podemos ver los restos de otra serie de corrales, que a pesar de haber sido destruidos muchos de ellos por la expansión de las fincas de regadío en nuestro término, no deben hacernos olvidar el pasado ganadero que antaño hubo en esta población (especialmente ovino y caprino), pues topónimos en determinados entornos, como ocurre en el caso de la costa norte de Vinaròs, son reflejo de ese sector económico hoy ya prácticamente desaparecido.

David Gómez de Mora

La Virgen de la Misericordia de Vinaròs

El origen de la veneración a la Verge de la Misericòrdia en Vinaròs es una cuestión sobre la que existen muchos interrogantes por responder. Como sabemos la tradición local relata que la imagen fue traída hasta nuestra localidad en tiempos de la Reconqusita por Jaume I. Precisamente, nuestro insigne historiador José Antonio Gómez Sanjuán, trataría el tema de una forma monográfica, en un artículo redactado en la sección del Partenón de Vinaròs News (más concretamente en la edición 144 del año 2002, en un escrito que llevaba por título “La virgen de la Misericordia”). En el mismo, el autor esboza elementos de interés que nos ayudan a contextualizar historiográficamente qué pudo haber de cierto sobre esta cuestión.

Borràs Jarque comenta como durante el siglo XVI ya se menciona la devoción hacia la Virgen, con presencia de vecinos procedentes de localidades cercanas que llegaban hasta nuestro ermitorio. Antaño la festividad se enmarcaba durante el día 25 de marzo, y no en junio como sucede en la actualidad. Recordemos que durante esta centuria el edificio sufre una reforma, que posiblemente se debe a la notoriedad que ha llegado a alcanzar, lo que nos lleva a pensar como hipótesis en una devoción anterior, y que se adelantaría a ese “boom renacentista”, que como sabemos en Vinaròs se traducirá con el surgimiento de una nueva burguesía local que comenzará a gozar de una influencia destacada más allá del marco municipal.

Como ya se ha indicado, la leyenda que sitúa durante el siglo XIII la presencia de la Virgen en la localidad al ser traída por el propio Jaume I, es recogida por el mismo Sarthou en su obra de principios del siglo XX. Al respecto, Gómez Sanjuán incidirá en otro artículo y que publicará en el siguiente número (edición 145) de la revista digital Vinaròs News bajo el título los orígenes de la “Merced”, esa asociación entre el origen de esta Virgen y la época que vincula la leyenda de Sarthou, indicando que desde el siglo XIII el culto podía haber sido una realidad.

Por desgracia, la falta de documentación entre el momento de la fundación cristiana y el siglo XVI, es un intervalo complejo para quienes investigamos el pasado de Vinaròs, ya que la falta de registros escritos que detallen o nos den un atisbo a la respuesta de estos interrogantes, dificulta en buena medida precisar este tipo de cuestiones. Para nosotros, como ya hemos planteado con anterioridad en diferentes artículos de prensa local, no cabe duda que en el lugar que hoy se halla nuestro ermitorio del Puig de la Misericòrdia, hubo desde el medievo y tras el afianzamiento de los cristianos en estas tierras, un espacio de culto, y que evidentemente iría presidido por una imagen que acabaría teniendo con el trascurso del tiempo la que le otorgaría esa relevancia. Y es que dudamos que ese trasiego de pelegrinos desde diferentes lugares que llegan hasta aquí súbitamente durante el siglo XVI, no beba de un sustrato anterior y que en ese momento ya se consolida a nivel comarcal, precisamente por el nombre que ya se venía arrastrando desde tiempo atrás.

Imagen de la Verge de la Misericòrdia (fuente: vinarosnews.net)

No podemos olvidar tampoco un relato que la tradición local nos recuerda, y que de ser cierto como mínimo nos remonta a las primeras décadas del siglo XV, cuando se indica que hasta antes del estallido de la guerra incivil en 1936, en la Ermita de la Misericòrdia se conservaba una butaca que entre nuestros vecinos siempre se dijo que pertenecía al Papa Luna, un personaje que como podemos suponer, sin temor a plantear algo excesivamente aventurado, se dejaría ver por nuestra localidad durante el tiempo en que se hallaba residiendo en el Castillo de Peñíscola. De la misma forma, ese mismo año, desapareció la preciosa talla gótica de madera que había de la Imagen de la Misericòrdia.

Para nosotros no cabe duda del peso ejercido por las poblaciones mozárabes y consiguiente fidelidad del cristianismo bajo la dominación sarracena en esta franja geográfica, lo que muchas veces se podía compensar con el obsequio de imágenes religiosas en esos momentos iniciales. Tampoco resulta necesario pensar que la llegada de esta Virgen viniese de la mano del mismo rey, ya que su recepción puede explicarse desde otras posibilidades, no obstante, y como hemos recalcado, su presencia en el medievo la consideramos muy factible, entendiéndose como una hipótesis que puede explicar ese fervor y honores que ya tenemos registrados en el siglo XVI para un lugar en donde sólo había aparentemente una simple ermita, de la que curiosamente la tradición invoca un culto incluso anterior bajo la advocación de San Antonio.

Otra de las características que no podemos pasar por alto de la Verge de la Misericòrdia, es el de su asignación como imagen a la que el pueblo se encomendaba en momentos de falta de lluvias, cuando las sequías ponían en riesgo el futuro de las cosechas. Así pues, tenemos diferentes rogativas pro-pluviae recogidas por el historiador Borràs Jarque, siendo destacada la del año 1816, cuando se informa que a propuesta del Ayuntamiento, debido a la necesidad de agua en los campos, los vecinos bajarán desde la ermita hasta la localidad la imagen. Casi un siglo antes, la documentación nos recuerda que en 1726, el pueblo ya se mostró agradecido por la intercesión de la Virgen, tras haberse registrado precipitaciones de agua y nieve.

Tenemos rogativas más antiguas, como la que menciona Borràs Jarque en el año 1682, cuando indica que se solició baixar a la Mare de Deu de la Misericordia, primer de tot se li fen rogatives en la Parroquia, cantant-se una Missa i les Lletanies durant tres dies; acabades les rogatives se pujava a l’Ermita i celebraven una Missa a intent de la Vila els Beneficiáis que havien pujat, i se’n cantava un’altra aixis les Lletanies de la Mare de Deu, demanant-li el benefici que es volia alcanzar. En eixa rogativa de que fem menció, només en pujar a l’Ermita va ploure en abundancia i no va caldre baixar la Santa Imatge a la Vila” (Borràs, 118, 1929). Años después (1687, 1700, 1738, 1770, 1776, 1788...) las rogativas continuarían repitiéndose, teniendo como principal finalidad la llegada de la tan necesitada agua que saciara la sed de los campos, donde como sabemos, el modelo productivo económico de la localidad fundamentado en la agricultura, era clave para el mantenimiento y sustento de muchas de las familias del lugar.

En ocasiones, si la situación empeoraba con periodos de caristia, en los que afloraban enfermedades o aparecían plagas, era necesario combinar estas rogativas con la intercesión conjunta de otros santos, como sucederá con la plaga de langostas que se vivió en el año 1756, de manera que las rogativas a la Virgen se sumaron a las de nuestro copatrón San Sebastián, a quien como sabemos se le acudía como intercesor para la defensa del pueblo en el momento de la aparición de enfermedades contagiosas.

David Gómez de Mora


Bibliografía:

-BORRÀS JARQUE, Joan Manuel (1929, edición facsímil de 1979). Història de Vinaròs (I tomo)

-GÓMEZ SANJUÁN, José Antonio (2002). La virgen de la Misericordia. Ed. 144, Vinaròs News

-GÓMEZ SANJUÁN, José Antonio (2002). El orígenes de la “Merced”. Ed. 145, Vinaròs News

-SARTHOU CARRERES, Sarthou (1913).Geografía General del Reino de Valencia dirigida por Francisco Carreras Candi

davidgomezdemora@hotmail.com

Mi foto
Profesor de enseñanza secundaria, con la formación de licenciado en Geografía por la Universitat de València y título eclesiástico de Ciencias Religiosas por la Universidad San Dámaso. Investigador independiente. Cronista oficial de los municipios conquenses de Caracenilla, La Peraleja, Piqueras del Castillo, Saceda del Río, Verdelpino de Huete y Villarejo de la Peñuela. Publicaciones: 20 libros entre 2007-2023, así como centenares de artículos en revistas de divulgación local y blog personal. Temáticas: geografía física, geografía histórica, geografía social, genealogía, mozarabismo y carlismo. Ganador del I Concurso de Investigación Ciutat de Vinaròs (2006), así como del V Concurso de Investigación Histórica J. M. Borrás Jarque (2013).