jueves, 10 de abril de 2025

Los lobos en Bel siglos atrás

La presencia del lobo en la actual pedanía de Bel, veremos que todavía se documenta en las fuentes del siglo XIX. No obstante, como es de suponer, la población de este cánido se hallaría en una situación claramente regresiva desde centurias atrás. Pensemos, por ejemplo, tal y como menciona Rosas-Artola (2009, 3) que se produce un declive de la especie “en los municipios centrales de la costa mediterránea de la provincia de Castelló de la Plana, entre la segunda mitad del siglo XVI y el primer cuarto del siglo XVII”. Obviamente esto no significará la extinción del animal en nuestro territorio, especialmente en la franja norte castellonense, ya que todavía seguiría habitando la zona, viéndose en momentos muy concretos, hasta que a principios del siglo XX acabará desapareciendo.

Recordemos que Madoz en los años cuarenta del siglo XIX comenta que en Bel hay caza de perdices, conejos y muchos lobos”, así como Mundina unos años más tarde (1873, 106), indica que en esta localidad existen “barrancos y despeñadores, en los cuales se crían lobos y zorras”

Bel (actual pedanía de Rossell)

Si ponemos la vista en las viviendas que antaño existían en esta localidad (y que en el espacio habitado, se reducen únicamente a las que se distribuirían en lo que se denomina como la calle mayor), llaman nuestra atención las vigas inferiores que tienen algunos de los balcones, y que realizadas en madera muy bien trabajada, simulan la pata de un león, con sus garras en el extremo, sobresaliendo hacia la calle.

Entorno natural de Bel

Más allá de un mero diseño decorativo, sabemos que este tipo de elementos guardan un trasfondo con las creencias sobre la protección del hogar, que buscaban ahuyentar desde el exterior aquellos males que antaño la gente creía que podían introducirse en la vivienda, como sucedía por ejemplo con las ánimas de los difuntos, que especialmente durante el Día de Todos los Santos, se decía que llegaban hasta las casas. Al respecto, la locución latina “Ex ungue leonem”, se traduce como ‘por la garra (se conoce) al león’, indicando de esta forma que con sólo ver una parte de algo, ya podemos hacernos una idea de como es eso al completo.

Garras de león en los balcones de Bel

El simbolismo del león en el cristianismo desde el medievo, es más importante de lo que nos podemos imaginar. Esta criatura será asociada con la justicia, el valor y especialmente la fuerza, esa misma que permite que la casa esté a salvo de cualquier peligro. Esto entronca directamente con otro motivo decorativo: el diente de lobo o “dent de llop”, el cual también poseerá esa finalidad para salvaguardar la vivienda. Por desgracia las obras realizadas en muchas casas de esta localidad, han ido acabando con este tipo de elementos decorativos que se remontan a tiempos lejanos, y que nos recuerdan en parte como era percibido el lobo en esas sociedades rurales, donde su simbolismo como significación fue más profundo de lo que nos podemos imaginar.

"Dents de llop" en una vivienda de Bel

Otra creencia de tiempos pasados, y que se asociaba como una herramienta protectora difundida entre las gentes de la época, eran las estelas discoidales de los antiguos cementerios, y que con el paso de los siglos, en lugar de desecharse, se aprovechaban, como ocurría en los muros superiores de los camposantos, ya que se creía que protegían el recinto de la llegada de lobos, al llevar una cruz esculpida en su zona central. Así pues, la creencia popular indicaba que esta impedía que aquellos animales osaran acceder hasta el interior, además de repelerlos, para que así no se acercasen hasta la entrada del pueblo.

Estelas funerarias del antiguo cementerio de Bel

Como ya se ha comentado, durante el siglo XIX, era normal ver al lobo por las tierras del término municipal de Bel, tanto cerca de los masos, como con mayor frecuencia en áreas de barrancos, donde el cánido disponía de fauna y cobijo. El medio físico obviamente se prestaba para que la especie se mantuviera más en el tiempo, además de que la presión demográfica en la zona era muy baja.

Calle mayor de Bel

La trama urbana de Bel se reduce a dos calles (la designada como mayor y Sol). La primera es realmente la que en términos históricos podemos definir como antigua. Esto permitirá que el pueblo antaño pudiese cerrar su único acceso a través de listones de madera, como ocurrirá en Fredes, donde para salvaguardarse de los lobos, sus calles se protegían de esta forma con la caída de la noche, para que así el cánido no se introdujese en los corrales o zonas bajas de la vivienda, donde casi siempre podía haber animales de la casa.

David Gómez de Mora


Bibliografía:

*Madoz Ibáñez, Pascual (1845-1850). Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar. Madrid

*Mundina Milallave, Bernardo (1988). Historia. Obra de historia, estadística y geografía de la provincia de Castellón, facsímil de Imprenta y librería Rovira hermanos, 1873. Castellón, por Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Castellón, 693 pp.

*Rosas-Artola, Manuel (2009). “Dinámica poblacional del lobo (Canis lupus Linnaeus, 1758) en la zona este de la provincia de Castelló de la Plana durante los siglos XVI-XVII (1566-1624)”. Galemys Spanish Journal of Mammalogy 21(1), pp. 3-15