domingo, 5 de septiembre de 2021

El tesoro perdido de la Iglesia de Villarejo de la Peñuela a finales del siglo XVII

Como muchas parroquias de las tierras conquenses, hubo iglesias con un rico patrimonio religioso que daba fe de la bonanza económica alcanzada por su vecindario o alguna de las familias más potentes del momento.

Recordemos que el poder se demostraba a través del mecenazgo y la tenencia de unos bienes, que además de servir como un distintivo social, se emplearán como un acto positivo a los ojos de Dios, para así conseguir limpiar pecados y acelerar la salida del Purgatorio una vez llegada la muerte, reactivando un círculo en el que se destinaba una importante cantidad de encargos a artistas y orfebres, que a su vez fomentaban la economía artesanal del territorio. Como veremos, muchos de esos principales talleres se distribuían proporcionalmente en mayor masa en la misma capital de Cuenca.

Siguiendo un inventario del segundo libro de fábrica de Villarejo y que fecha del año 1680, apreciamos un recuento de los bienes presentes en este templo, siendo párroco Miguel de la Peña y mayordomo Francisco López. De este se destaca en un apartado la platería de la Iglesia, existiendo poco más de una docena de piezas, y que trascribimos a continuación:

-Una cruz de plata grande

-Una cruz de madera sobredorada

-Un cáliz y una custodia de plata sobredorada con patena

-Otro cáliz de plata llano

-Otras dos patenas de plata

-Un vaso de plata para la extremaunción, junto con otro que había en el sagrario

-Unas crismeras de plata

-Un incensario de plata

-Una naveta con su cuchara de plata

-Un incensario viejo de cobre

-Un crucifijo pequeño de plata

Parece ser que no todo este inventario englobaría la totalidad, pues se cita “una lámpara que está delante del Santísimo en mitad de la capilla, que costó 116 reales, cuando Juan de Sotoca, sacristán de dicha Iglesia, fue a por ella a Madrid”.

Ahora bien, cabe analizar a fondo el primer libro de fábrica, para entender cuales de estas piezas ya estaban presentes desde la centuria anterior, así por ejemplo, podemos citar un inventario redactado en una visita pastoral de 1579, es decir, casi un siglo antes al que hemos descrito, y en donde se comenta entre la platería la presencia de una cruz de plata con un crucifijo de balaustre, el cual tenía en una de sus caras unas piñas doradas, mientras que en la otra parte un San Bartolomé, acompañado por otras imágenes. Es de suponer que esta pieza podría ser la cruz grande que se cita un siglo después, y que como veremos está representada por el patrón del templo.


Baptisterio y pila bautismal de la Iglesia de San Bartolomé de Villarejo de la Peñuela. Fotografía: Raúl Contreras

También se menciona una custodia de plata, con un crucifijo pequeño encima, decorada con dos ángeles a los lados, siendo toda sobredorada, lo que igualmente nos hace suponer que sea la misma del inventario posterior.

Apreciaremos del mismo modo otros dos cálices de plata con una patena y su parte interior dorada, además de unas crismeras de plata en tres ampollas. Todo sin olvidar un relicario de plata con su crucifijo, y que por aquellos tiempos se posicionaba al lado del sagrario. De esta descripción más antigua se puede entender que de casi toda las piezas más importantes que existían a finales del siglo XVII en la parroquia de San Bartolomé, buena parte ya procedían del fondo existente cuando se hizo la gran reforma de la Iglesia durante la segunda mitad del siglo XVI, y en la que muy probablemente se realizaría alguna de las mismas.

En la obra de Víctor Almagro (2007, 250) se nos informa que durante la guerra civil el templo sufrió graves daños, al ser saqueado y destrozado con ensañamiento como ya advirtió Cirac, conservándose de la orfebrería un cáliz dorado y grabado del siglo XVII, así como por otro lado una corona repujada y un copón del siglo XVIII que por su cronología todavía no existían en el listado de 1680. Se informa que para el depósito Diocesano se destinaron dos lienzos y una imagencita de un Obispo.

Queda pues claro que en 1936 se arrasaría con gran parte de esa colección, cuyo origen como mínimo en muchas de sus piezas se remontaba al menos hasta el siglo XVI.

David Gómez de Mora


Referencias:

* Archivo Diocesano de Cuenca. Libro primero de fábrica de Villarejo de la Peñuela (1577-1639). P-2112, sig. 113/1

* Archivo Diocesano de Cuenca. Libro segundo de fábrica de Villarejo de la Peñuela (1642-1852). P-2113, sig. 113/2

* Vega (de la) Almagro, Víctor (2005). Tesoro artístico y guerra civil: el caso de Cuenca. Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha, 434 pp.

davidgomezdemora@hotmail.com

Mi foto
Profesor de enseñanza secundaria, con la formación de licenciado en Geografía por la Universitat de València y título eclesiástico de Ciencias Religiosas por la Universidad San Dámaso. Investigador independiente. Cronista oficial de los municipios conquenses de Caracenilla, La Peraleja, Piqueras del Castillo, Saceda del Río, Verdelpino de Huete y Villarejo de la Peñuela. Publicaciones: 20 libros entre 2007-2023, así como centenares de artículos en revistas de divulgación local y blog personal. Temáticas: geografía física, geografía histórica, geografía social, genealogía, mozarabismo y carlismo. Ganador del I Concurso de Investigación Ciutat de Vinaròs (2006), así como del V Concurso de Investigación Histórica J. M. Borrás Jarque (2013).