sábado, 22 de junio de 2019

Apuntes históricos sobre linajes de Mazarulleque


Mazarulleque es otro de esos pueblos que albergan las tierras de la Alcarria Conquense. Un enclave donde siglos atrás labradores y jornaleros representaban la gran mayoría de su tejido económico, y que tradicionalmente apostó por el cultivo de productos como el trigo, centeno, aceite y vid. En el caso de Mazarulleque la ganadería no fue menos, y por ello también tuvo su importancia, destacando especialmente la explotación de ganado lanar y cabrío.

Sobre este espacio, que tenía anexo el desaparecido municipio de Cuevas de Santiago, y que ya en tiempos de Madoz se encontraba completamente abandonado, fue forjándose el día a día de muchas familias, que a lo largo de los siglos mantuvieron relaciones muy estrechas con los pueblos de los alrededores.

Gracias a parte de la documentación que hemos podido investigar sobre nuestros antepasados en el Archivo Diocesano de Cuenca (donde se custodia todo el fondo de los quinque libri que décadas atrás había en su Iglesia Parroquial), cualquier curioso puede esbozar algunos retazos sobre el pasado de las familias que residieron en la localidad, y que junto con otro tipo de referencias de ámbito histórico, nos ayudan en su conjunto a situar la importancia y destino que corrieron algunas de las gentes que desarrollaron su vida en ese marco geográfico tan preciso.

Si queremos hablar de linajes, sin ningún tipo de dudas, el más destacado por antonomasia es el de los Garrido. Una antigua familia, asentada en este lugar desde como mínimo finales del Medievo, que con el paso de sucesivas generaciones, consiguió medrar y reconocer su privilegio de nobleza durante el siglo XVII.

Los Garrido, junto con los apellidos Domínguez y de Lirio, serán algunas de las principales casas con las que contará Mazarulleque, especialmente en el intervalo que comprenderá el periodo de entre finales del siglo XVI hasta parte del siglo XVIII.


Imagen de Mazarulleque, mispueblos.es

Como relatábamos, el linaje Garrido se encuentra arraigado en este territorio desde las primeras referencias que nos llegan por los libros eclesiásticos. Mediante la información parroquial, hemos conseguido identificar dos líneas de la familia, una que sería la más afortunada, y que en este caso, fue la que pudo ennoblecer, y una segunda, que a pesar de hallarse instalada en la anexa pedanía de Cuevas de Santiago, no consiguió proyectarse de la misma forma, de ahí que se viese abocada a ser una línea segundona, que desarrollará su forma de vida entre las Cuevas y Mazarulleque.

La estrategia de ascenso social de los Garrido comienza como siempre desde una escala municipal, en la que sus representantes irán estableciendo relaciones matrimoniales con familias del vecindario, y que una vez que han consolidado un estatus a nivel local,  a continuación ponen sus miras en zonas más grandes, donde la nobleza y la burguesía rural, les permite seguir en esa fase de desarrollo patrimonial y de renombre.

Bien entrado el siglo XVI, Pedro Garrido casó con Juana García. Con mujer de idéntico apellido lo hizo Sebastián Garrido, de quién descenderá una prole que representará la familia mejor asentada de Mazarulleque, y que serán inmediatamente los que buscarán el reconocimiento como hidalgos. La estrategia de ascenso era clara, por ello ya a finales de esa centuria, los Garrido sitúan sus miras más allá del pueblo, así se demuestra con el enlace que en 1588 celebrará Pedro García Hidalgo, vecino de Torrejoncillo, con María Garrido, hija de Sebastián Garrido. La jugada será idéntica, a la que efectuará Pedro, cuando casa a su hija Isabel con el bien posicionado Pedro de Soria (vecino de Alcohujate), y de cuyo matrimonio nacerán varios hijos, destacando especialmente el que será el cura de la localidad, don Marcos de Soria Garrido. Además de Marcos, nacieron otros hermanos, como Bernabé de Soria, quien selló alianzas con una familia del municipio, así como Francisco de Soria, que en 1604 fue casado con su tía Juana Garrido, es decir, la hermana de su madre Isabel Garrido.

Insertados en el siglo XVII la línea hidalga de los Garrido comienzan efectuar enlaces que los conducen hasta la ciudad de Huete, principal feudo de la nobleza de la Alcarria Conquense, ya que allí se sitúa la casta de las tierras septentrionales de la provincia.

Si atendemos al volumen más antiguo de defunciones, leeremos que en 1604 Sebastián Garrido -el viejo-, mandó el día de su entierro un pago de 500 misas, así como su mujer dos años después otras 200 misas. Ya en el siglo XVII, los integrantes de la familia, ahora con un don antepuesto, efectuarán pagos más espectaculares, tal y como sucedió con don Manuel Garrido, quien en 1677 solicitó el pago de 1800 misas, o el caso de don Juan Garrido, que fue a su vez el padre de otro don Juan Garrido, y que falleció siendo alcalde por el Estado Noble, donde pagó para su entierro en 1681 un total de 2000 misas (además de donar varios cientos de reales). Obviamente en esta época la familia Garrido nada tenía que ver con la de sus ancestros que 100 años antes, a pesar de ser gente bien posicionadas y con recursos, todavía estaban medrando, en busca de un refortalecimiento de su estatus. Sólo transcurrieron tres años, cuando en diferencia de seis días murió el alcalde antes citado, don Juan Garrido, quien se enterró en la primera grada que subía al altar mayor, pues junto con su esposa habían adquirido este lugar para descanso de sus restos mortales. En esta ocasión se solicitó un pago de 1012 misas. Por otro lado, su mujer doña Margarita de Aparicio Pizaño, tenía su sepultura en la grada última del altar mayor, al lado del Evangelio. Esta mandó un total de 500 misas, y al entierro acudió su hermano don Juan de Aparicio y Pizaño, Caballero Religioso de la Orden de Santiago de Uclés. El hijo de don Juan Garrido y doña Margarita era el Licenciado don Nicolás Garrido Pizaño, que en 1715 aparece como párroco en la Iglesia del pueblo.

Durante el año 1636 se celebró la boda entre Sebastián Garrido (viudo de Úrsula Muñoz), quien casó con doña Isabel Cabeza, hija de los optenses don Juan Cabeza y María Domínguez. Dicho Sebastián mantuvo un pleito contra su cuñado Pedro Muñoz, estudiante de la Universidad de Alcalá y heredero de su padre Nicolás Muñoz, por una de deuda de 12.156 maravedís por la restitución de la dote de la difunta Úrsula Muñoz (AHN, 1652/1653).

Por otro lado, moviéndose entre Cuevas de Santiago y Mazarulleque se hallaba la línea segundona de los Garrido, que hacía alarde del mismo apellido, aunque con la gran diferencia de que no formaba parte del Estado Noble. La estrategia de esta rama era muy parecida a la de sus primos de Mazarulleque, aunque obviamente con políticas matrimoniales de un escalafón social menor, donde pequeños labradores sellaban alianzas conjuntas entre varios hermanos de otras familias. Así resultó con los Pérez de Rejas o los Tinajas. Estos últimos a mediados del siglo XVII tuvieron como figura destacada al Licenciado Juan Maestre de Tinajas, quien falleció en 1702 con pago de 200 misas. Sus testamentarios fueron don Sebastián Garrido y Manuel Gregorio Garrido (el escribano de la localidad por aquellas fechas).

Línea segundona de los Garrido. Apuntes genealógicos (elaboración propia)

Corría principios del siglo XVIII, y en los libros de fundaciones de Mazarulleque podemos leer como había una memoria creada por María Garrido, un vínculo fundado por el Licenciado Marcos de Soria Garrido, un patronato de Juana Garrido, así como una capellanía que fundó Fabián de Lirio. Quedaba claro quien mandaba en el pueblo, de ahí que era indiscutible el dominio de los Garrido, pero curioso tampoco dejaba de ser el caso de los Lirio, otra familia asentada en este municipio desde antes de que se iniciaran los libros parroquiales, y que obviamente buscó como sus vecinos, un ascenso social entre varios de sus integrantes.

Así se detalla la situación de Gabriel de Lirio, quien a través de un documento presente en el Archivo  Histórico Nacional, refleja algunas informaciones sobre él y su familia, pues se le efectuó un expediente de información y licencia de pasajero a Indias, ya que se llevó consigo a Nueva España a sus dos criados Pedro de los Ríos, natural de Fuente Ovejuna y a Pedro Jiménez de Alaras, natural de Los Palacios. La jugada era clara, y Gabriel como muchísima gente de aquella época, iría a hacer las Américas, en busca de un sueño que mejorará su calidad de vida.

Aunque sin lugar a dudas, otra de las grandes familias que se asentaran en Mazarulleque será la de los Domínguez, con personajes destacados desde finales del siglo XVI, como sucederá en el caso de Miguel Domínguez, que en la década de los noventa estaba formándose como Maestro en Artes por la Universidad de Alcalá, así como Mateo Domínguez, escribano de la localidad en 1610.

De los Domínguez conocemos varias líneas, en las que destacan muchos de sus integrantes por la disponibilidad de recursos. Es el caso de Juan Domínguez (hijo de García Domínguez), que casó con María Catalina Ballesteros, fruto de cuyo matrimonio nació Juan Domínguez, que en 1640 celebró nupcias con María Fernández, y que era a su vez hija de Bartolomé Fernández, alcalde ordinario de Mazarulleque justo en el momento en que Gabriel de Lirio realiza su expediente para partir a las Indias.

Otro caso lo vemos en 1679, cuando Catalina Domínguez fallece con un pago de casi 200 misas y la fundación de un vínculo, o unos cuantos años después el Licenciado don Juan Domínguez Ballesteros, quien realiza un gran testamento, donde paga un total de 800 misas, además de mandar enterrarse en la primera grada de la capilla mayor, al lado de la epístola. Dicho Juan efectuó una partición de su hacienda y bienes en varias partes, que iría racionando a sus hermanas (que adoptarían el apellido Ballesteros en primer lugar), a diferencia de otros hermanos como Mateo Domínguez (fallecido poco antes, con pago de 250 misas), o su hermana Juliana Domínguez, quien estaba soltera y recibió todos los bienes muebles, tanto de dentro como fuera de su hacienda, además de una parte de la bodega y casa que tenía en la calle Real de Mazarulleque, todo ello como resultado de que Juliana vivía con él y lo atendía siempre que podía.  El mismo año, Alonso Domínguez, hijo de Alonso Domínguez paga 250 misas el día de su entierro.

Relaciones genealógicas entre los Domínguez, de Lirio y Conejo durante el siglo XVII en Mazarulleque. Apuntes de la genealogía familiar (elaboración propia).

En 1694, falleció María Domínguez, mujer de Pedro Conejo, con pago de más de 100 misas, o por ejemplo en 1696 otra María Domínguez, viuda de Pedro Centenero, hizo testamento y mandó el pago de 232 misas. Aunque si queremos hablar de contundencia en la cifra de misas, esto se comprobaría en el entierro de Ana Domínguez, mujer de Juan de la Ropa, quien solicitó un total de 2000 misas. A lo largo del siglo XVII la familia estrechará lazos con los Centenero junto con los Conejo, estos últimos labradores de Cuevas de Santiago, y que del mismo modo que la línea segundona de los Garrido, establecerá nexos muy estrechos con las familias de Mazarulleque.

David Gómez de Mora


Referencias documentales:

-Archivo Diocesano de Cuenca, libro I de matrimonios de Mazarulleque. Años 1567-1611. P-2861.

-Archivo Diocesano de Cuenca, libro II de matrimonios de Mazarulleque. Años 1613-1758. P-2862.

-Archivo Diocesano de Cuenca, libro I de defunciones de Mazarulleque. Años 1591-1610. P-2865.

-Archivo Diocesano de Cuenca, libro II de defunciones de Mazarulleque. A partir de 1635. P-2866.

-Archivo Histórico Nacional. Expediente de pasajero de Indias de Gabriel de Lirio. Año 1622. Contratación, 5381, nº 27.

-Archivo Histórico Nacional. Pleito de Pedro Muñoz contra Sebastián Garrido. Años 1652/1653. Universidades, 199, Expediente 50.

-Archivo Personal. Apuntes genealógicos sobre antepasados y linajes de Mazarulleque.

davidgomezdemora@hotmail.com

Mi foto
Profesor de enseñanza secundaria, con la formación de licenciado en Geografía por la Universitat de València y título eclesiástico de Ciencias Religiosas por la Universidad San Dámaso. Investigador independiente. Cronista oficial de los municipios conquenses de Caracenilla, La Peraleja, Piqueras del Castillo, Saceda del Río, Verdelpino de Huete y Villarejo de la Peñuela. Publicaciones: 25 libros entre 2007-2024, así como centenares de artículos en revistas de divulgación local y blog personal. Temáticas: geografía física, geografía histórica, geografía social, genealogía, mozarabismo y carlismo local. Ganador del I Concurso de Investigación Ciutat de Vinaròs (2006), así como del V Concurso de Investigación Histórica J. M. Borrás Jarque (2013).