domingo, 16 de junio de 2019

Linajes locales de Castillejo del Romeral durante los siglos XVI-XVII


Castillejo del Romeral es otro de esos municipios con un pasado sobre el que existen muchos elementos por estudiar. En nuestro caso, queríamos centrarnos en algunas de las familias que durante finales del siglo XVI y principios del siglo XVII, tuvieron un peso importante, dentro de lo que fue su modesta sociedad a nivel local, donde la agricultura fue el principal motor económico de la localidad.

Desde la perspectiva demográfica, Castillejo padece la misma problemática que el resto de lugares que conforman el territorio rural de la Alcarria, no obstante, en su espacio geográfico durante siglos pervivieron un conjunto de familias, entrelazadas por nexos sanguíneos, de las que incluso a día de hoy sigue habiendo descendencia directa, y que son el testimonio de ese pasado sobre el que abordaremos algunos retazos.

Castillejo se consolida desde la Edad Media como un enclave en el que los labradores tendrán un papel fundamental, que complementándose con la producción ganadera que le proporcionarán sus vecinos, conseguirá darle una personalidad, que siempre establecerá lazos muy directos hacia los municipios vecinos de Valdecolmenas de Arriba y Abajo, así como Villarejo de la Peñuela, tal y como se desprende de las relaciones matrimoniales que hemos observado en las partidas de sus libros parroquiales.

Sin lugar a dudas la pequeña burguesía agrícola, integrada por linajes de labradores, que se dedicaron con especial intensidad al cultivo de vid, olivo y gramíneas, representarán el sector mejor posicionado de la localidad hace más de 400 años atrás. Tampoco hemos de olvidar el ganado que aglutinaron algunos de sus vecinos, enfocado especialmente hacia la producción de explotación lanar de ovejas.

Una pequeña muestra de la cantidad de ingresos que se movieron en Castillejo por aquellas fechas, la apreciamos en varias de las piezas artísticas de la Iglesia, y que desde esos tiempos hasta el siglo XVIII, nos hablan del nivel económico de algunas de sus familias. Sin lugar a dudas, es de destacar las tablas que conforman el retablo del templo, y que proceden del famoso taller conquense de los Gómez, más concretamente con autoría de Martín Gómez -el viejo-, una renombrada saga de pintores renacentistas, que trabajarán para diferentes lugares de la provincia, además de la Catedral de Cuenca.

Sobre ese espacio reducido, pocas eran las salidas a las que podían aspirar los habitantes con ciertos recursos, de ahí que el poder tener algún hijo que metiera la cabeza en el Santo Oficio, además de la consecución de un plaza como clérigo, o controlar la escribanía municipal, junto con la posesión de patrimonio agrícola, eran casi exclusivamente pocas de las alternativas con las que sus vecinos podían medrar socialmente o tener un nivel de vida aceptable.

Leyendo la documentación local, sería imposible obviar el caso de las familias Saiz, Sánchez o Sainz (ya que los podremos ver de las tres formas a pesar de ser un mismo apellido), así como sucederá con el caso de los Romo, de la Fuente, López y Fernández. La mayoría como sabemos son apellidos muy comunes, y que probablemente nos remonten al Medievo hasta antiguos cristianos viejos, labradores de estas tierras de la Alcarria, que con el paso de las generaciones fueron acrecentando o manteniendo su patrimonio agrícola.

Por lo que respecta a los Sánchez, hubo dos líneas genealógicas, y sobre las que creemos que pudo existir un parentesco estrecho, pero que en estos momentos seguimos estudiando. Una de esas era la casa que descendía por Julián Sánchez, marido de Juliana Pérez. Este señor tuvo varios hijos, que enlazaron con gentes de familias con una situación similar o idéntica a la suya. Por ejemplo una de sus hijas casó con Gil de Arcas, personaje de un linaje, que en Huete estaba reconocido como hidalgo. Un fenómeno similar al de Quiteria, que en 1590 celebró su nupcia con Esteban Romo, rico labrador del lugar y cuyo apellido estaba también asignado como representante del estado noble en la capital optense. Tampoco se nos pueden pasar por alto los dos hijos de Julián y Juliana, que casarón probablemente en un matrimonio acordado con otros dos hermanos, procedentes de la familia López-Lozano, y sobre la que escribiremos algunas líneas más adelante.

Genealogía de los Sánchez de Castillejo, por la línea de Julián Sánchez (genealogía familiar)

Como decíamos, esta saga sólo fue una más, ya que destacadísima era en Castillejo la casa de Francisco Saiz, quien en su partida de defunción, tras fallecer en 1601, pidió más de 260 misas y ser enterrado en la sepultura de su padre.  El funeral se celebró a lo grande, y en su cláusula Francisco se encargó del pago de una casulla colorada y una capa para la Iglesia de Castillejo, además de otras donaciones en forma de limosna.

Francisco -el viejo-, tuvo  varios hijos que casaron con familias bien posicionadas, es el caso de Francisco -el mozo-, quien tuvo tres mujeres. La primera fue María Rubio Casero, familia conocida por nosotros ya en un artículo sobre las élites de Saceda del Río, puesto que su hermana Francisca Rubio, casó en 1594 con Alonso del Olmo Martínez (descendiente de la acomodada familia de los Martínez “de Unda” y los López-Lobo). La segunda boda fue en 1598 con Ana Romo, mientras que una tercera boda se celebró con Ana Pérez tras enviudar de nuevo Francisco. Este personaje mandó enterrarse en la sepultura de su madre Juana de Solera, y del mismo modo que su padre, pagó más de 200 misas, junto un total de 12 bulas. El entierro fue sin lugar a dudas de los más vistosos que se recordaban por los detalles que nos da de su ceremonia el libro de defunciones, fundando además una memoria de aniversario que recaería por la línea de Francisco Sánchez de Alcázar.

Otro hermano de Francisco fue el Licenciado Benito Sánchez, un hombre de notable relieve en la localidad, y que veremos de manera abundante firmando y escribiendo en los libros parroquiales. Igual de interesante nos resulta remarcar que Juan Sánchez, vecino de Castillejo, era escribano de su majestad, quedando en el aire que grado de parentesco tenía con alguna de las dos líneas aquí expuestas. Otra hermana del Licenciado era Elvira Sánchez, quien casó con un representante de la casa de los de la Fuente, y que como bien sabemos, tuvieron un poder destacado en algunos de los municipios de la Alcarria. Fruto de su enlace nació Juana de la Fuente, mujer de Diego de Alcázar de Arcas, rico propietario y bien asentado de una familia que ya hemos estudiado en el caso de las élites locales de Caracenilla.

Genealogía de los Sánchez de Castillejo (genealogía familiar)

Otro de los linajes con recursos de Castillejo fue el de los Romo, gentes con propiedades y que en Huete eran reconocidos como miembros del estado noble. Por ahora ignoramos que relación existió entre esta casa y la de la ciudad optense.

En el caso de Castillejo será Esteban Romo el progenitor del linaje, que a través de su primer matrimonio dejará una descendencia que con el paso de las generaciones perdurará en el tiempo. Esteban falleció en 1613, y mandó más de 120 misas. De su primer matrimonio tuvo por hija a Ana Romo, quien en 1599 murió con pago de más de 90 misas, además de mandar enterrarse en la sepultura de su bisabuela y fundar una fiesta de aniversario. Su hermano Esteban será quién dejará la descendencia del apellido en la localidad. Por otro lado, su padre en 1572 casó en la Ventosa con Catalina Escribano, de quien nacerá María, y que en 1598 celebrará la segunda nupcia con el antes referido Francisco Sánchez.

Genealogía de los Romo de Castillejo (genealogía familiar)

La familia de los Sánchez y los Romo, también mantuvieron lazos estrechos con la casa de los Fernández. En origen vemos como la línea más destacada procede de Miguel Fernández de Herado e Isabel Fernández, y sobre la que creemos guarda alguna relación la familia de Ana Hernández (la esposa de Esteba Romo), y cuyo marido manda misas para el clérigo Juan Fernández.

Genealogía de los López-Lozano de Castillejo (genealogía familiar)

Por último, otro linaje local que nos parece importante destacar es el de los López, a través de la línea de Domingo López y Catalina Lozano, cuyos hijos casarán con gentes destacadas de casas ya antes citadas, es el caso del doble enlace entre los hermanos López-Lozano con los hijos de Julián Sánchez.

En este sentido será importante la descendencia de los hijos de Pedro López-Lozano, ya que dos de sus vástagos sellaran alianza matrimonial con dos hijas de Domingo Pintado, sin olvidar tampoco otra hija, llamada Catalina, que celebrará sus bodas con Alonso de la Fuente, hijo de Miguel de la Fuente, y sobrino del clérigo de Castillejo, Alonso de la Fuente, fallecido en 1614, y fundador de una memoria sobre un viñedo de más de 2000 cepas, y que mandó además el pago de unas 160 misas tras el momento de su fallecimiento.

David Gómez de Mora


Referencias:

-Archivo Diocesano de Cuenca. Libro I de defunciones de Castillejo del Romeral, 1599-1629. P-2241, sig. 117/16. 212 fols.

-Archivo personal. Notas genealógicas sobre las familias de Castillejo del Romeral.

davidgomezdemora@hotmail.com

Mi foto
Profesor de enseñanza secundaria, con la formación de licenciado en Geografía por la Universitat de València y título eclesiástico de Ciencias Religiosas por la Universidad San Dámaso. Investigador independiente. Cronista oficial de los municipios conquenses de Caracenilla, La Peraleja, Piqueras del Castillo, Saceda del Río, Verdelpino de Huete y Villarejo de la Peñuela. Publicaciones: 25 libros entre 2007-2024, así como centenares de artículos en revistas de divulgación local y blog personal. Temáticas: geografía física, geografía histórica, geografía social, genealogía, mozarabismo y carlismo local. Ganador del I Concurso de Investigación Ciutat de Vinaròs (2006), así como del V Concurso de Investigación Histórica J. M. Borrás Jarque (2013).