martes, 15 de octubre de 2019

El linaje de los Silva en Buenache de Alarcón


Los Silva de Buenache son una familia hasta la fecha poco investigada, sobre la que hay muchas cuestiones por esclarecer. La primera de ellas es su origen, pues desconocemos si guardan algún parentesco con la línea fuerte del apellido, y que se proyectó con especial intensidad en el ámbito nobiliario a través del Condado de Cifuentes, o por el contrario se trata de una casa de conversos que medró social y económicamente, habiendo adquirido un apellido que le era ajeno.
Son variados los interrogantes que en estos momentos nos plantea esta línea, puesto que en Buenache consiguieron asentarse de forma satisfactoria. Así lo vemos en la figura de Rodrigo de Silva, progenitor del linaje, que tendrá como descendiente a su hija Estefanía de Silva, quien casó con el noble don Bernabé de Reyllo, hidalgo local, de donde surgirá una descendencia prolífica al haberse asociado con los Castillo. Así sucedió con el que fuera Prior de Belmonte, junto otras personalidades destacadas de la nobleza conquense, y que en la ciudad de Cuenca emparentaron con familias como los Mendoza.
Entre los Silva más conocidos, mención a parte merece la figura del padre Silva. Un personaje que vivió durante el siglo XVI en Buenache, y que era conocido con el nombre de Rodrigo. Éste fue un clérigo municipal que tras fallecer mandó crear una memoria perpetua, además de enterrarse en la sepultura que sus padres poseían dentro de la Iglesia de San Pedro. En la respectiva partida de defunción cita a su sobrino Francisco de Reyllo (también clérigo), e hijo de su hermano Francisco de Reyllo Silva.
El difunto cura era por tanto vástago de Bernabé de Reyllo y de Estefanía de Silva, por lo que adoptó el nombre y apellido de su abuelo materno. Rodrigo obviamente no vivió nada mal, dejando entre sus bienes varias casas que tenía en el pueblo. La familia del clérigo emparejó con linajes destacados ya durante la segunda mitad del siglo XVI, tal y como resultó en el caso de su sobrina Catalina de Reyllo y de Silva, quien celebró sus bodas con Pedro de Artiaga. Fruto del enlace conocemos la figura de otro Rodrigo, en este caso apellidado como de Silva y Artiaga, quien también se dedicó a la vida religiosa, continuando así con la costumbre familiar.
Por desgracia el nombre de los Silva se vio involucrado en diferentes acontecimientos muy negativos, que salieron a la luz a principios del siglo XVII. Todos iban en dirección hacia Rodrigo (el hijo de Bernabé y Estefanía), pues fue señalado de varios delitos, y que obviamente manchaban su honor como el del linaje familiar.
El expediente presente en el fondo de la Inquisición del Archivo Diocesano de Cuenca (legajo 355, nº 5045, año 1602) revela una serie de situaciones deshonestas, que empiezan señalándolo como responsable de intentar amancebarse con una prima hermana del Licenciado Parra.
Recordemos que la casa de la familia Parra era una de las más ricas y prósperas que por aquellas fechas había en Buenache, pues nadie discutía de su influencia sobre el Santo Oficio a escala local, además de la intensa proyección social que consiguieron efectuar en el municipio desde el siglo XVI.
Armas de los Silva (misapellidos.com)
Para desgracia de Rodrigo y su familia, todo no quedaba en rumores aislados, pues existían más acusaciones. Por un lado tendríamos a la bonachera Ana Saiz, mujer de Pedro Medel, quien denunció al clérigo por pretender mantener relaciones con ella a cambio de dinero. A este polvorín cabría sumarle otras declaraciones, como ocurrió con María Rubio, hija de Martín Rubio, y que detalló como Rodrigo se dirigía hacia ésta de muy malas maneras.
La cosa iba empeorando a medida que uno lee el expediente de acusaciones, pues igual de grave era el testimonio de Ana Romero (mujer de Juan de Toro), y que denunciaba como tras acudir al párroco, éste le hizo una preposición indecente. Para mayor de los colmos los testigos que aparecen en el proceso relataban que el señor Silva era descendiente de turcos, hecho que agravaba su situación, pues no hay que olvidar que para la Inquisición la pureza de sangre era crucial, pues una de sus principales sus exigencias era que los antepasados de todos los integrantes de la Iglesia habían de ser ascendientes de cristianos viejos por todos y cada uno de sus costados (cosa que como sabemos era prácticamente imposible a medida que documentalmente uno va analizando los datos de cada linaje generación por generación). Todo ello, junto con otras imputaciones, que obviamente dañaban de pleno no sólo la figura del religioso, sino que de todo el linaje de los Silva de Buenache, acabaron plasmándose en la causa del referido legajo que lleva escrito su nombre en la portada.
Finalmente aquel conjunto de denuncias nunca llegaron a probarse, pues el proceso se suspendió, lo que podría explicarse por el fallecimiento del párroco muy poco tiempo después. Desconocemos si tras el escándalo y las duras acusaciones vertidas sobre las raíces religiosas de la familia, la Inquisición tomó cartas sobre el asunto, pues los Silva quedaban poco menos que tachados de ser descendientes de moriscos, un impedimento insalvable por aquellas fechas para cualquier tipo de persona que pretendiera ingresar en el campo eclesiástico y nobiliario. Una situación enormemente delicada, especialmente en un pueblo como Buenache, donde nadie olvidaba los sambenitos de sus vecinos.
Genealogía de la familia Silva de Buenache de Alarcón (apuntes genealógicos). 
Creemos que finalmente todo aquel cúmulo de declaraciones que afectaban a los Silva no serían muy tenidas en cuenta, pues apreciamos que varias décadas después, uno de los descendientes de esta casa, y por lo tanto pariente de Rodrigo, alcanzó el cargo de Prior. Se trataba de don Diego de Reyllo y del Castillo, célebre y destacado cura, que tras seguir una carrera prestigiosa dentro del ámbito sacerdotal, consiguió alcanzar la máxima autoridad de la Colegiata de Belmonte.
Suponemos que don Diego a pesar de gozar de enormes influencia (pues no olvidemos que su familia consolidó en la ciudad de Cuenca el linaje de los Castillo-Reyllo del que ya nos habló Trifón Muñoz en su obra), sería bastante precavido en el momento de ocultar cualquier tipo de nexo que lo vinculara con los Silva, remarcando de este modo el apellido Reyllo, lo que le reportaba una nobleza indiscutible, que por aquellos tiempos era vital para consolidar nexos sociales a pesar de las sospechas que acechaban otra línea de su familia, y que era famosa por portar la sangre de una de las grandes casas conversas de la Manchuela: los Castillo.

David Gómez de Mora

Referencias:

* Archivo Diocesano de Cuenca. Legajo 355, nº 5045. Expediente contra Rodrigo de Silva. Año 1602
* Genealogía familiar. Apuntes genealógicos

davidgomezdemora@hotmail.com

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Profesor de enseñanza secundaria, con la formación de licenciado en Geografía por la Universitat de València y título eclesiástico de Ciencias Religiosas por la Universidad San Dámaso. Investigador independiente. Cronista oficial de los municipios conquenses de Caracenilla, La Peraleja, Piqueras del Castillo, Saceda del Río, Verdelpino de Huete y Villarejo de la Peñuela. Publicaciones: 25 libros entre 2007-2024, así como centenares de artículos en revistas de divulgación local y blog personal. Temáticas: geografía física, geografía histórica, geografía social, genealogía, mozarabismo y carlismo local. Ganador del I Concurso de Investigación Ciutat de Vinaròs (2006), así como del V Concurso de Investigación Histórica J. M. Borrás Jarque (2013).