Entender
la importancia del tradicionalismo y la devoción católica en la
sociedad buenachera, es una cuestión crucial para reconstruir parte
de su historia general, así como de los diferentes sucesos que irían
viviéndose entre sus gentes desde siglos atrás.
Este
enclave durante el pasado se presentó como una apacible localidad,
asentado sobre una economía poco diversificada, proclive a políticas
matrimoniales escasamente abiertas a pesar de las posibilidades de
las que se disponía para estar conectado con otros focos cercanos.
Desde el mismo, se afianzará el nacimiento de muchos linajes
locales, que poco a poco consiguieron darle nombre tanto al propio
emplazamiento como a sus familias.
De
obligada consulta es la obra de Tomás López (Diccionario Geográfico
de España), cuando entre los folios 189-190, se dedican una serie de
reseñas a personajes ilustres de la localidad, y que cabe matizar,
no vemos precisamente en todas las poblaciones que el autor describe.
Hecho que resulta especialmente llamativo, pues como bien sabemos el
número de residentes en Buenache no era excesivamente elevado.
La
evolución demográfica es un tema sobre el que queda muchísimo por
investigar, aunque ciertamente las primeras líneas sobre la cuestión
ya han sido abordadas por Domingo Terencio (2016, pg. 71), y de quien
podemos interpretar como la hebilla de las 1600-2000 personas, fue
una de las cantidades medias sobre la que se moverá el número de vecinos durante el trascurso de la época moderna.
Mapa
de Buenache de Alarcón representado en la obra de Tomás López,
Biblioteca Nacional de España
Ahora
bien, resulta necesario contextualizar estas cifras, puesto que en
momentos concretos (como ocurrió a principios del siglo XVIII), ni
tan siquiera se superó el millar de almas. Datos que nos sorprenden
cuando los extrapolamos con la profusión de linajes que consiguieron
prosperar desde dentro del ámbito eclesiástico.
El
referido Tomás López cuando describe Buenache llega a mencionar
hasta una quincena de personalidades vinculadas con el brazo del
clero (y eso sólo en un margen de varias centurias), que en cuestión
de escasos siglos consiguieron medrar y dar a conocer su figura más
allá del ámbito local. Pasamos a describirlas a continuación:
-Bachiller
Alonso Pérez Parra, Comisario del Santo Oficio en 1599.
-Don
Bartolomé de la Parra, cura y Comisario del Santo Oficio a
principios del siglo XVII.
-Don
Francisco de Torres, Sargento Mayor de la Plaza de Maniela y Alguacil
Mayor de la Inquisición de México. Este caballero envió a la
imagen de Nuestra Señora de la Estrella un vestido de plata, todo de
filigranas, guarnecido de varias piedras preciosas como rubís y
diamantes.
-Don
Fray Juan de Rojas. Religioso de la Merced Calzada, Obispo de
Nicaragua y escritor, quien además donó un rico cáliz para la
Ermita de San Cristóbal y que luego pasaría a integrarse a la
colección de la Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol.
-Doctor
Don Diego de Reyllo, Calificador del Santo Oficio, Prior de la
Colegiata de Belmonte, fundador a su vez de varias capellanías,
memorias y un mayorazgo con Señorío en las villas de Marín y
Zarza, contiguas al río Júcar y ermita de Nuestra Señora de la
Estrellla.
-Don
Marco de la Parra, Comisario del Santo Oficio.
-Don
Julián de Moya, Comisario del Santo Oficio.
-Maestro
Andrés García, capellán Mayor de Su Majestad.
-Don
Mateo de la Parra, Comisario del Santo Oficio.
-Don
Francisco Ximénez-Moreno, Racionero de la Catedral de Cuenca y
Comisario del Santo Oficio.
-Doctor
Don Francisco de Barambio y Blanco, confesor de las descalzas de
Madrid y teólogo destacado por su nivel de erudición.
-Don
Francisco López de Gonzalo, Doctor en Sagrada Teología y capellán
mayor de su Majestad Felipe V.
-Don
Diego Vieco, Racionero de la Iglesia de Cuenca, Secretario de su
Ilustrísima con gracia de canónico.
-Don
Matías de Buedo y Alarcón, confesor del Serenísimo Infante Don
Manuel de Portugal.
-Reverendo
padre Don Marcos Burriel, quien además fue un prolífico escritor.
Mencionar
que Tomás López se dejaría otras tantas igual de importantes en el
tintero, por lo que el computo final sería superior. Es por ello que
las familias de la burguesía local y la nobleza rural, integrarán
un conglomerado heterogéneo que conformará la élite local, que a
través del poder que ofrecía el clero, aprovecharán como
plataforma para proyectarse, como especialmente para extender el
nombre de su familia. Obviamente el escenario de base era más que
proclive, si entendemos que en ese lugar con poco más de un millar y
varios centenares de habitantes se han documentado hasta 10
cofradías, así como una cifra similar de edificios de carácter
religioso, básicamente integrados por ermitas.
En
este sentido conocemos algunas como la de San Antón, San Antolino,
San Sebastián, San Miguel, u otras como la de las Nieves, Trinidad,
o de la Estrella, sin olvidar el principal edificio religioso, la
iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol. Dentro de la misma
línea, las cofradías serán igual de variadas, como sucedió con la
del Santísimo Sacramento, Ánimas, Cristo de la Viga, Virgen de las
Nieves, Concepción, Santísima Trinidad, Virgen del Rosario, Nuestra
Señora de la Estrella, Jesús y de San Pedro ad Víncula.
Iglesia
de San Pedro Apóstol en Buenache de Alarcón. Imagen de
wikipedia.org
Es
evidente que Buenache ha sido durante siglos (a pesar de su escasa
dimensión) un municipio profundamente católico, en el que la
fundación de capellanías ha ido acompañado por una notable
devoción, que de nuevo vuelve a manifestarse en el número de
capellanes que afloraron en la localidad. Obviamente este clima
religioso explica la importancia que tuvo el ideario carlista entre
el vecindario tras el estallido de la primera guerra, y que todavía
veremos en los años setenta de la misma centuria. No será por ello
casual que Don Domingo Forcadell (Comandante General del Ejercito de
Aragón, Valencia y Murcia), y que en 1837 iba acompañado por Don
Ramón Cabrera, se uniera precisamente a la Expedición Real
justamente en este mismo emplazamiento.
David
Gómez de Mora
Referencias:
*
Archivo Diocesano de Cuenca.
Sig. 24/50. Capellanías de
Buenache de Alarcón. Años 1791-1864
*
Biblioteca Nacional de España. Diccionario geográfico de España de
Tomás López
*
Terencio Silvestre, Domingo (2016). Buenache de Alarcón, arte, historia y religiosidad popular: V Centenario de la creación del Archivo Parroquial. 1514-2014