domingo, 25 de mayo de 2025

Colores, creencias y simbolismos en las zonas externas de las viviendas de nuestros antepasados

En diferentes entradas de este blog, ya hemos comentado el significado que tenía antaño el color azul, por interpretarse que funcionaba como un elemento protector, que se aplicaba pintando las puertas de las casas y sus marcos, así como otras partes de la fachada. Esto sucederá a lo largo de nuestro país como en diferentes zonas del Mediterráneo. No olvidemos que esta cromática tiene un simbolismo muy intenso con lo divino, y especialmente con la tonalidad del Cielo.

Igualmente, este tipo de creencias las veremos que se aprecian en otros pueblos de cultura musulmana. En el caso peninsular, apreciaremos que además del azul, otro color que estará presente en esa parte de la vivienda será el verde. Algo que de manera inconsciente se mantendrá con el trascurso de los siglos como un tema meramente estético, pero que ahonda en la mentalidad y percepciones de antaño. 

Es por ello que no debe extrañarnos, que sobre las capas de cal que se acaban desprendiendo de muchas fachadas de casas antiguas, afloren todavía restos de ese característico azul índigo o añil, así como verde esmeralda, y que en tiempos pasados decoraba nuestras viviendas.

Mucha gente cree que el empleo de este tipo de colores, es algo que se debe a razones decorativas o estéticas. Obviamente, esto es lo que hoy ocurre, aunque no en el caso de siglos atrás. 

Si analizamos a fondo algunos elementos de la cultura musulmana, comprobaremos por ejemplo que precisamente el color verde, guarda una significación muy importante, lo que podría explicar que en muchas localidades de raíces moriscas, este de manera inconsciente, se ha mantenido en la forma de decorar la vivienda, aunque en origen su trasfondo se deba más bien a razones religiosas o de otras creencias. 

Por otro lado, es igual de cierto, que la costumbre de emplear el verde en la decoración de las viviendas de nuestro país, no siempre hay que buscarla en la influencia de tierras africanas, y es que por ejemplo, en la zona atlántica del norte, veremos como en muchas casas, a pesar de no haber existido un grado de influencia notorio con el área septentrional africana, era normal que antaño se pintasen puertas y marcos de ventanas con esa misma tonalidad, al asociarse el verde con la armonía y las buenas cosechas. 

Sobre el uso del color verde en la decoración de muchas viviendas del medievo, o que luego tendrán una influencia morisca tras la reconquista, es interesante apreciar algunos aspectos del Islam, como ocurre con las vestiduras del Paraíso, o también el aprecio que hacia este color tenía el Profeta Mahoma.

Por otro lado, el hecho de que se pintaran o marcaran con diferentes colores las viviendas de antaño, lo apreciaremos en más culturas y religiones. Sin ir muy lejos, pensemos que los antiguos israelitas ya se encargaron de desmarcarse del pueblo egipcio, pintado con la sangre de sus ofrendas los marcos de las puertas de sus casas, demostrando así su fidelidad a Yahveh, para de este modo no padecer el mismo final que los egipcios, tal y como nos recuerda el libro de Éxodo. 

También ya hemos hablado en más de una ocasión, sobre la importancia del simbolismo que poseen los dientes de sierra o de lobo, y que veremos en los aleros de las casas, combinándose con esos colores anteriormente descritos, donde arraiga una costumbre, que estará presente en la decoración de edificios religiosos como civiles, lo que nos retrotrae al simbolismo del triángulo, y que recordará la Santísima Trinidad, donde se incide en el denominado Ojo de la Providencia, en el que se plasma la mirada constante de Dios, sobre esas criaturas que ha creado, cuidando constantemente de nosotros, a la vez que las hileras repetidas de los aleros, evocan su sabiduría infinita, remarcando además los tres atributos por los que se distingue: omnipresencia, omnisciencia y omnipotencia.

David Gómez de Mora