lunes, 16 de julio de 2018

Notas genealógicas sobre el Santo Oficio en la villa de Buenache de Alarcón



A raíz de la tesis realizada por Lorena Ortega Gómez, y cuyo título es el de “Inquisición y sociedad: Familiares del Santo Oficio en el mundo rural de Castilla la Nueva (siglos XVI-XVIII)”, año 2013, podemos leer diferentes reseñas de notable interés por lo que respecta al municipio de Buenache de Alarcón. Y es que recordemos que Buenache gozó de un considerable protagonismo siglos atrás, debido al asentamiento de diferentes familias de la burguesía como la nobleza rural, que alimentaron la situación económica que por aquellas fechas se vivía en esta región de la actual Manchuela.
Algunos de estos linajes destacados, solían guardar una relación muy estrecha con el clero, de ahí que el Santo Oficio, era sin lugar a dudas, un punto de conexión, desde el que estos podían proyectarse y alcanzar un prestigio reconocido, que además de proporcionarles una serie de comodidades y ventajas (tanto sociales como económicas), permitían a sus integrantes ubicarse en una situación de influencia política a nivel local. Y es que “las familiaturas siempre fueron cargos atractivos. La protección jurisdiccional de un tribunal especial, ciertos privilegios sociales, el poder portar armas, la limpieza de sangre que se consideraba implícita, la exención de alojamientos, etc. eran prerrogativas que les asimilaban a la nobleza y marcaban cierta distancia entre los servidores inquisitoriales y el resto de convecinos. Los familiares, que no eran nobles por nacimientos, es decir, la mayoría, jurídicamente no dejaban de pertenecer al estado llano, pero su posición tampoco era la del común” (Ortega, 2013, 189).
Como decíamos, en la tesis de Lorena leemos diversas referencias a personajes de esta localidad. Por un lado, tenemos al Licenciado don Miguel Luís Sánchez, quien fue un vecino de la villa Alarcón, pero que estuvo muy arraigado a Buenache tal y como veremos. Sabemos que Miguel ejerció la abogacía, además de formar parte del Santo Oficio. Este personaje es citado junto con otro del municipio, el señor Pedro Merchante, vecino de Buenache de Alarcón, y de oficio mercader. Ambos serán la cabeza visible del Santo Oficio durante los años de la segunda mitad del siglo XVI en esta zona.
Ortega Gómez añade que Miguel Luís Sánchez, era un servidor de la alta nobleza que llegó a ejercer el cargo de corregidor de la villa de Cuenca (2003, 113), referencia que extrae de los protocolos del archivo histórico provincial de Cuenca, P-2001, fol. 63. Dentro de este completo estudio, podemos ver también que oficios desempeñaban los integrantes de este colectivo, siendo en su mayoría los que por normal general encuadramos dentro de las ocupaciones propias de las élites que por aquellos tiempos integraban la nobleza y la burguesía rural, pues además del referido abogado o mercader, también tenemos muchos representantes que ejercían labores administrativas, es el caso de juristas, notarios, secretarios, contadores y escribanos. No olvidemos el ámbito de la sanidad, en donde a médicos, cirujanos y boticarios se les adjudicaron muchas familiaturas. Igualmente son muy destacados los presbíteros y clérigos que desde el brazo eclesiástico integrarán las filas. De igual mención son aquellas personas dedicadas a oficios mecánicos, donde agruparíamos a los labradores y ganaderos, y otros de carácter más gremial o asociados por tradición a las clases burguesas, es el caso de barberos, mesoneros, carpinteros o tundidores, así como otros muchos que darían para una extensa lista. Entre todos estos uno de los más llamativos era el de aquellos miembros que ocupaban el cargo de criado. En realidad, esos criados solían servir a grandes familias destacadas de la nobleza, con las que muchas veces guardaban algún nexo parental.
Escudo de un miembro del Santo Oficio (Priego, Cuenca). Foto de José Manuel Cañas Reíllo (2008).
Por lo que respecta a los Merchante, son sin lugar a dudas una de las familias destacadas que en esas fechas hay en la villa. Los veremos ejerciendo el control de alcaldías, además de ocupar cargos destacados. Esta influencia se extiende por otros lugares de la zona, pues en nuestras anotaciones personales tenemos constancia de que por ejemplo en 1595 Alonso Merchante era escribano de Gascas.
Y es que como bien añade la autora, “el Santo Oficio se construyó como un foco de poder y de encuadramiento social a lo largo del siglo XVI. Fue entonces cuando las rivalidades o las ansias de exclusivismo despertaron el interés por las familiaturas entre individuos ricos y pudientes quienes hasta el último cuarto del Quinientos, no se convencieron plenamente de que pertenecer al Santo Oficio les podría ayudar a ver cumplidas sus expectativas o asentar su posición social” (Contreras Contreras, J., 1982, 107; en Ortega, 2013, 73).
En este sentido, nos gustaría reseñar las relaciones parentales que existen entre este conjunto de familias, ya que como en muchas ocasiones se ha publicado, y en relación con lo que comenta Lorena Ortega, entre las élites locales, era habitual que mantuvieran lazos sanguíneos mutuos, que fortalecía más si cabe un puesto seguro dentro de las familiaturas.
Por ejemplo, en el tomo I de matrimonios de Buenache de Alarcón, vemos como Juan Martínez Merchante es marido de María Moreno. Fruto de ese matrimonio nació María de Espinosa, quien optó por portar el apellido de sus antepasados. Decir que los Espinosa eran una familia hidalga, reconocida con solar en el cercano municipio de Iniesta, fenómeno que remarca de nueva esa conexión entre la nobleza rural y las élites burguesas del entorno.
Otro miembro de esta familia es Diego Martínez Merchante, marido de Ana de Chumillas, y cuya hija Magdalena Merchante, casa en 1604 con Gaspar García (vecino del Peral).
Por otro lado vemos al referido Pedro Merchante (miembro del Santo Oficio), quien está casado con Juana Gómez. Éste tiene una hija que nace en 1556, y casa en 1579 con Martín Donate (vecino de Quintanar, y de una familia también influyente en el lugar). Dicho Pedro, falleció en 1590, y entre sus hijos menciona a Felipe Merchante así como a Magdalena Merchante, dice que su abuela es María de Monteagudo, además de que sus suegros son naturales del lugar de Arguisuelas. La cifra total de misas que deja en su testamente son 444, además de efectuar una memoria perpetua. Este tipo de enlaces como decimos no son casuales, ya que podemos comprobar como buscan en muchas ocasiones que sus hijos casen con miembros de otras familias destacadas de lugares cercanos, de modo que así expandían su área de poder en lo que hoy denominaríamos como la escala comarcal del lugar. 
El poder integrar este selecto grupo, comenzó acentuar su exclusivismo, de modo que “algunos autores han relacionado la presencia de individuos ricos desde finales del siglo XVI en las filas inquisitoriales con el aumento de los costes de obtención de título” (Ortega, 2013, 74).
Todos estos personajes están relacionados entre sí, pues gracias a los libros parroquiales de Buenache hemos conseguido establecer la relación de parentesco. El citado Pedro Merchante, familiar del Santo Oficio, es el tio-abuelo de la referida María de Espinosa, ya que su padre, Juan Martínez Merchante, marido de María Moreno, era su sobrino, puesto que su padre, Juan Martínez Carnicero Merchante (casado con Elvira de Torralba) era su hermano. Respecto a Diego Martínez Merchante, el marido de Ana de Chumillas, sabemos que era hermano del referido Juan Martínez Merchante, y por lo tanto, sobrino de Pedro Merchante (familiar del Santo Oficio).
Por lo que respecta a la familia de los Sánchez antes referidos, vemos como se produce un matrimonio entre don Miguel Luís Sánchez en 1618 con doña María Pérez de la Parra Laínez. Ahora bien, sabemos que los padres del referido Miguel Luís son miembros de la alta nobleza tal y como escribe Lorena Ortega en su tesis. Pero, ¿Quiénes son los de su esposa?, Pues precisamente gentes de Buenache, también relacionadas con el Santo Oficio, fenómeno que vuelve a demostrar esas relaciones que retroalimentan el poder entre las élites del lugar.
En el tomo II de matrimonios de Buenache no se dice nada respecto a los padres del matrimonio de don Miguel Luís y su esposa. No obstante, tenemos en nuestros apuntes datos sobre la familia de ella, y de la que podemos sacar diversas conclusiones que van en la línea de los matrimonios entre las élites. 
Hemos averiguado que María Pérez de la Parra Laínez, era hija de don Mateo de la Parra y doña Ana Laynez Ramírez, y nieta paterna de don Martín de la Parra y María Pérez Rubio (ésta hermana de Licenciado Alonso Pérez). El referido don Martín era primo hermano de don Francisco de la Parra, también familiar del Santo Oficio. 
Entonces, ¿todas estas relaciones parentales eran fruto de la mera casualidad?, obviamente no, y muy probablemente en la mayoría de casos se trataría de enlaces planificados, que perseguían como principal objetivo, fomentar la proyección del linaje, en este caso, con miras más allá del ámbito municipal.
David Gómez de Mora

davidgomezdemora@hotmail.com

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Profesor de enseñanza secundaria, con la formación de licenciado en Geografía por la Universitat de València y título eclesiástico de Ciencias Religiosas por la Universidad San Dámaso. Investigador independiente. Cronista oficial de los municipios conquenses de Caracenilla, La Peraleja, Piqueras del Castillo, Saceda del Río, Verdelpino de Huete y Villarejo de la Peñuela. Publicaciones: 20 libros entre 2007-2023, así como centenares de artículos en revistas de divulgación local y blog personal. Temáticas: geografía física, geografía histórica, geografía social, genealogía, mozarabismo y carlismo. Ganador del I Concurso de Investigación Ciutat de Vinaròs (2006), así como del V Concurso de Investigación Histórica J. M. Borrás Jarque (2013).