El carlismo manchego ha sido hasta
la fecha un tema de estudio tremendamente infravalorado desde la historiografía
conquense, sobre el que quedan multitud de retazos y aportaciones por efectuar.
La búsqueda de información presente en archivos de ámbito local, resulta una
herramienta crucial para reconstruir parte del clima político e ideológico, que
por ahora muchos han ignorado, pero que para nosotros no cabe ninguna duda que
fue una realidad vivida intensamente.
Comprender los distintos
fenómenos sociales acaecidos durante esta centuria, en lo que hoy son enclaves
amenazados por una imparable despoblación, se convierte en una ardua labor de
investigación, vital para entender la forma de pensar de nuestros antepasados, que
a duras penas conocemos por testimonios y tradiciones orales de abuelos y
familiares, que tiraban en el tiempo varias generaciones atrás.
En esta ocasión quisiéramos
ceñirnos a diversos episodios acontecidos durante finales de verano y siguiente
estación de otoño del año 1837, que en enclaves variopintos de la provincia,
registraron parte de esta tensión sobre lugares aparentemente tranquilos, pero
en los que durante la Primera Guerra Carlista se sucedieron múltiples episodios
trágicos.
A través de los datos que proceden
de los partes recibidos de la Secretaria del Estado y del Despacho de la
Gobernación, se nos informa que en Valdemoro del Rey “una facción con la fuerza de 30 á 40 caballos
sorprendió en el día de ayer el pueblo de Valdemoro del Rey en el que, y por
instigación de un vecino del mismo que se había unido, asesinaron inhumanamente
al Alcalde Constitucional, cuyo cadáver dejaron en medio de la plaza,
dirigiéndose hacia la Peraleja”(BOE, nº1001).
Este parte que data del día 25 de
agosto de 1837 fue firmado don Ramón del Exido, Excmo. Secretario de Estado. La
desamortización y las políticas seculares generaron un caldo de cultivo, en el
que jornaleros y labradores locales tomaron conciencia de una idea
proteccionista, que potenciada desde el clero local, y con el que además
guardaban un estrecho parentesco, además de poseer una fuerte influencia a
principios del siglo XIX, explicarán este tipo de situaciones. Ciertos paralelismos
se apreciaban en el pequeño Valdemoro, donde entre tres y cuatro párrocos
vivieron en la localidad durante la segunda mitad del mismo periodo.
Grabado de la Guerra Carlista en
España. La toma de Cuenca. Año 1874. Procedencia: Diario Inglés de Agosto de
1874. Título: The War in Spain, The Taking of Cuenca
Y es que aunque desde algunos
círculos academicistas se pretenda dibujar una visión pobre y poco influyente
del carlismo en el territorio conquense, este movimiento que algunos han
querido asociar con acciones aisladas de poca monta, tuvo una repercusión
notable en los muchos vecindarios de localidades, en los que sin necesidad de
una implicación directa en el conflicto, se permitió y ayudó logísticamente a
muchos de los sublevados.
Así
lo presenciamos más hacia tierras meridionales escasos días después, cuando en
Gabaldón, Olmedilla y otros enclaves surgían simpatizantes que engrosaban las
filas rebeldes a medida que se desarrollaba la expedición de Don Carlos por la
Manchuela. Será justo en ese espacio geográfico cuando Forcadell y Cabrera se
unieron en Buenache de Alarcón. Municipio que sin lugar a dudas pudo no ser
casual, debido al nutrido número de seguidores que afloraron, y que con el
trascurso del tiempo siguieron apoyando intervenciones como la ocurrida en “la
noche del 17 de noviembre de 1837, a consecuencia de noticia que tuvo el
alcalde de Buenache de Alarcón de la aparición de unos facciosos en aquel
término, que se pusieron sobre las armas (…) corriendo al término y hallándose
en número de 11 en el monte de Santiago donde mataron tres, hiriendo otros
tantos, entre ellos al sargento que les acaudillaba, y les hicieron
prisioneros, los 11 fusiles y escopetas y otros efectos” (BOE, nº1093).
Valgan
pues estas notas, como referencias adicionales que sirvan para explicar mucho
mejor de qué manera el carlismo tuvo su representatividad en determinadas zonas
de la provincia conquense.
David Gómez de Mora
Referencias:
-BOE, Gaceta de Madrid, nº1001,
año 1837, 28 de agosto.
-BOE, Gaceta de Madrid, nº1093,
año 1837, 26 de noviembre.