domingo, 24 de noviembre de 2019

El linaje de los López de la Osa y Saiz de Gonzalo. Notas sobre la proyección nobiliaria en Buenache de Alarcón

Entre la documentación del Archivo Histórico Nacional, en la sección vinculada con la Orden de Carlos III, existe un expediente de notable interés que nos permite indagar genealógica y socialmente, sobre varias familias de la localidad de Buenache, que a lo largo del siglo XVIII comenzaron a cobrar un enorme protagonismo. Fenómeno que sin lugar a dudas propició el ingreso en esta corporación civil de don Pedro Andrés Burriel y López de Gonzalo, presidente de la Real Chancillería de Valladolid y Consejero de Castilla.

Gracias a este documento podemos ver como los Burriel a finales de aquella centuria se encontraban ocupando los puestos de mayor estatus social que podríamos ver en una sociedad local como la bonachera. Un linaje con raíces foráneas, del que fue uno de sus grandes representantes el padre don Andrés Marcos Burriel y López de Gonzalo, hermano del referido don Pedro Andrés, quien estudió filosofía en Toledo, así como Teología en Murcia, para acabar ejerciendo como profesor y llegar a ser director supernumerario del Seminario de Nobles de Madrid.

El padre Burriel era todo un erudito, por ello se dedicó al estudio del Archivo de la Catedral de Toledo, donde se cree que pudo transcribir alrededor de un millar de documentos. Se le ha considerado como uno de los principales artificies del movimiento literario entre el periodo de Felipe V y Fernando VI, hecho que atestiguan sus varias publicaciones. Bajo ese paraguas del ámbito académico y aristocrático su hermano presentó la genealogía familiar, resaltando además las facetas de su línea materna, ya que su madre Ana, era hija de don Marcos López Saiz de Gonzalo, quien casó con una destacada mujer que era descendiente de los Pozo, la misma casa que según la documentación tuvo tanto peso en la ciudad de Cuenca, y cuya historia es sobradamente conocida.

El referido expediente nos evidencia la dificultad que comportaba en esta localidad el que se pudiera reconocer una hidalguía, a pesar de contar con un cargo tan influyente como el del propio solicitante. Sin lugar a dudas estamos ante una cuestión que puede abrir en un futuro muchas líneas de investigación, que explicarían la dificultar de medrar por parte de algunos linajes, y que desistirían en emprender tal iniciativa, ya que desde la documentación parroquial, se citan apellidos como el de los Ramírez de Arellano, Ximénez de Cisneros o López Malo de Molina, que junto con otros tantos, pudieron haberse adscrito al estrato nobiliario, pero que finalmente nunca llegaron a hacerlo.

La relación de la familia del padre Burriel junto con su hermano por Buenache, venía de su abuelo materno, el referido don Marcos López Saiz (familiar y notario del Santo Oficio), quien había nacido del enlace entre sus padres Marcos López de la Osa y Ana Saiz de Gonzalo. La unión de estas dos familias dio origen al apellido López de Gonzalo, y que será el que todavía recaerá en segundo lugar hasta el presidente de la Real Chancillería de Valladolid. Marcos López de la Osa había nacido en Buenache, en el seno de una familia bien posicionada de la pequeña burguesía rural. Los López disponían de bienes raíces, mientras que los Osa eran conocidos por su patrimonio ganadero.
 
La información del expediente es recogida en 1789 por el abogado de los Reales Consejos el Licenciado don Sebastián Buenaventura Martínez Gabaldón, también vecino de Buenache, y sobre cuya familia no descartamos en un futuro redactar un trabajo más pormenorizado. Entre las referencias de ese año aparecen los alcaldes Alonso Martínez Carrascosa (miembro del linaje Ramírez por línea de varón y esposo de Juana de Herrero de Moya), junto Juan Antonio de Zamora y Barambio.

Genealogía de Marcos López de Gonzalo, AHN (1789).

Gracias a la información que se traslada como por las aportaciones de los testigos que aparecen contando detalles de la familia materna del pretendiente, sabemos que Marcos López de Gonzalo, siguiendo con la tradición de su padre, trabajó para el Santo Oficio, testando en 1689 con pago de 1000 misas por su alma. Éste casó con Catalina López del Pozo (natural Almodóvar del Pinar). Su madre, Ana Saiz de Gonzalo, procedía de Hontecillas. Su familia encabezaba un linaje de la nobleza local, que será conocido como el de los Saiz de Gonzalo o Gonzalo.

Por los testimonios de la documentación, sabemos que Marcos López de Gonzalo y Catalina López del Pozo, tuvieron varios hijos: el doctor don Francisco López de Gonzalo,  Marcos López de Gonzalo, Andrés López del Pozo, Catalina López, doña Ana López y María López.

Resulta interesante la información aportada por el alcalde Alonso Martínez Carrascosa quien al hablar de la nobleza que existía en Buenache añade como “es notorio que en esta villa ningún hidalgo goza de su nobleza porque la villa no admite nobles, y todos pagan los mismos tributos, y no tienen mitad de oficio como en otras villas de la comarca. Y todo el lugar sabe, que los Buedo y Castillo, vecinos de esta villa, tienen sus ejecutorias, pero sin gozar aquí distinción alguna, aunque lo han pretendido como sucedió con Don Pedro del Castillo, a cuyos hijos trató mucho el testigo, que habiendo pretendido el goce de nobleza en esta villa para que se le guardasen como en la ciudad de Cuenca” (AHN, 1789).

De las palabras de Alonso Martínez se desprende que Buenache no era el lugar idóneo para revindicar un privilegio de nobleza. Seguramente este testigo lo sabría en primera persona, pues era descendiente directo de los Ramírez de Toro. Desconocemos el motivo exacto, aunque es evidente pensar que en lugares de behetría como era el caso del municipio que nos ocupa, desde tiempos lejanos los labradores ya habrían luchado por exigir la desaparición de privilegios fiscales para los miembros de la nobleza, lo que impedía una exención tributaria. Es factible que ahí recayera la cuestión por la que diferentes familias tuvieron problemas a la hora de demostrar sus respectivos privilegios en el momento de no querer pechar.

Sabemos que la familia de don Andrés López de Gonzalo y Pozo, familiar del Santo Oficio, alojaba al Señor Comandante del Batallón de Guardias Valonas y Españolas cuando visitaba la localidad, por ser su “casa la más distinguida de este pueblo y de mayor comodidad”. El hermano de don Andrés se llamaba don Francisco López de Gonzalo, siendo capellán de honor de Su Majestad, y cuyo mayorazgo de la familia poseía su sobrino don Marcos López de Gonzalo.

En cuanto al apellido López se decía “que es verdad que por los López es esta familia muy distinguida, y de los López nobles del Villar del Saz de Navalón, en donde están gozando, y también en la villa de la Hinojosa (…) tiene entendido de oídas a personas antiguas que les corresponde las capellanías fundadas en la villa de Olivares por un tal Poveda, y lo cierto es que los de es este apellido son de los más distinguidos del país, avecinados por nobles en la villa del Castillo de Garcimuñoz” (AHN, 1789). El testigo Alonso Martínez comentaba que don Marcos López de Gonzalo se quejaba de que “en San Lorenzo de la Parrilla le corresponde el patronazgo a una capilla con panteón despojada de este derecho por descuido y ausencia de sus parientes” (AHN, 1789), teniéndolos por nobles. Esto reforzaba más si cabe la nobleza de las líneas femeninas que se habían incorporado al tronco bonachero, pues tanto los Saiz de Gonzalo, como los López del Pozo procedían de fuera, aportando así su grano de arena, a un expediente donde se pretendía resaltar la hidalguía de sus ancestros.

A continuación, un segundo testigo llamado don Alfonso García (62 años), presbítero teniente de cura de la villa y vecino de Buenache remarcaba que eran nobles las familias “Buedo, López, Castillo, Peiró y Otoneli, y otros como ¿Matías?, y Hortelano con ejecutorias, no gozan en esta villa, y si en otros pueblos, como en la ciudad de Cuenca, Palomares del Campo, San Lorenzo de la Parrilla y otras partes del país” (AHN, 1789). Éste decía que Alonso Saiz de Gonzalo vecino de Olivares, era miembro de las nobles familias de los Gonzalo y los Poveda, además de propietario de capellanías. Enfatizando que los López tenían capilla con escudo en San Lorenzo de la Parrilla.

El tercer testimonio de Buenache era don Bartolomé de Cuenca (58 años), presbítero y vecino del lugar, quien comentaba que por el apellido Pozo “son del tronco de los Señores Pozos que en la ciudad de Cuenca fundaron el Convento de Santo Domingo que obtuvieron bula de Su Santidad para que en este Obispado se rezase el dulce nombre de María Santísima, y después se extendió a toda España” (AHN, 1789).

A continuación Mateo Silverio Coronado (81 años), “advierte que en este pueblo la nobleza sólo sirve para saber la buena familia de cada uno, pero se gobierna por behetría, y no hay distinción de estados para tributos, oficios de justicia, ni otra cosa, porque todo se lleva por estado general, y esto lo sabe el testigo por haber sido muchas veces regidor, procurador, síndico general, alcalde ordinario y repartidor de reales contribuciones en esta villa, y tener muy vistos los libros, y acuerdos del ayuntamiento, en los que no se hace distinción entre los nobles de esta villa, y su estado de hombres buenos” (AHN, 1789). Mateo vuelve a citar como nobles de la villa a los Buedo, Hortelano, Castillo, López de Gonzalo y otras familias del lugar, que en algunos casos como en otros municipios circundantes ya tenían su ejecutoria de hidalguía reconocida, a pesar de que en Buenache las cosas eran diferentes. Para ello el testimonio se apoyaba en el escandaloso caso de don Pedro del Castillo y Reyllo, quien derrochó una ingente cantidad de dinero para demostrar una nobleza que para más inri si le fue reconocida en la ciudad de Cuenca, con plaza de Regidor Perpetuo incluida, estando incluso acreditada por la propia Chancillería de Granada, aunque a los ojos de Buenache seguía resultando invalida. Se menciona también el caso de los Otoneli, quienes tampoco llegarían muy lejos en su intento de consolidar su hidalguía, a pesar de tener pruebas que demostraban un origen noble.

Un quinto testigo llamado Manuel López de Vera (75 años), comentaba que en Buenache muchos hidalgos, a pesar de tener acreditada su hidalguía fuera del lugar, veían como se obviaba cualquier referencia sobre su condición, hasta el punto de que incluso en ese mismo siglo los libros nunca habían dado el tratamiento de “don” a quienes legítimamente deberían portarlo.

Interesante también es el testimonio del señor Benito de la Fuente (60 años), alcalde de la Santa Hermandad, quien comenta como conoció a los hijos de Don Pedro del Castillo, y que acabaron pobres por el capital que invirtió de manera poco provechosa su padre, por los continuos impedimentos que le sacaba el municipio en el instante de querer reconocer su hidalguía.

Entre la documentación que se transcribe en el expediente, nos encontramos con el testamento de Marcos López de la Osa (año 1653), donde cita a su hijo Marcos López, hijo de Ana Saiz de Gonzalo, su primera mujer. Así como a otros dos, llamados Sebastián López y Juan López, hijos de su segunda esposa Teresa García. Inmediatamente se transcribe el testamento de Ana Saiz de Gonzalo (año 1645), quien cita a sus hijos Marcos López y Ana de la Osa, fruto de su matrimonio con el referido Marcos López de la Osa.

La familia de los López de Buenache vivirá un crecimiento meteórico durante la segunda mitad del siglo XVII, cuando tras haber incorporado la solera y bienes de los Gonzalo de Hontecillas, su hijo casará con una miembro de los Pozo, lo que catapultará la familia hacia las grandes esferas del clero conquense, y en donde su relación con el Santo Oficio será una constante para sus futuras generaciones.


David Gómez de Mora


Bibliografía:

*Archivo Histórico Nacional (1789). Expediente de la Orden de Carlos III, nº 340.  Burriel y López de Gonzalo Gorriz y López, Pedro Andrés

davidgomezdemora@hotmail.com

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Profesor de enseñanza secundaria, con la formación de licenciado en Geografía por la Universitat de València y título eclesiástico de Ciencias Religiosas por la Universidad San Dámaso. Investigador independiente. Cronista oficial de los municipios conquenses de Caracenilla, La Peraleja, Piqueras del Castillo, Saceda del Río, Verdelpino de Huete y Villarejo de la Peñuela. Publicaciones: 25 libros entre 2007-2024, así como centenares de artículos en revistas de divulgación local y blog personal. Temáticas: geografía física, geografía histórica, geografía social, genealogía, mozarabismo y carlismo local. Ganador del I Concurso de Investigación Ciutat de Vinaròs (2006), así como del V Concurso de Investigación Histórica J. M. Borrás Jarque (2013).