martes, 12 de julio de 2022

La genealogía de Rafael Ram de Viu

No nos cabe la menor duda de que el político y militar alcañizano don Rafael Ram de Viu, era consciente de la ascendencia que portaba en su sangre. Una genealogía característica de una nobleza local, que durante las últimas generaciones había comenzado a proyectarse socialmente con mucha fuerza, hasta el punto de que ya durante la segunda mitad del siglo XVIII, sus integrantes los veremos asociados en los principales grupos de influencia que había dentro del marco político aragonés.

Recordemos que el Barón de Herbers y Conde de Samitier nació en el año 1777, casando con la bien posicionada Pascuala Navarro y Julián, una dama también con posibles, cuya familia era bastante conocida por pertenecer al sector de la nobleza local, habiendo por aquellas fechas realizado enlaces estratégicos su familia, y que habían repuntado su nombre como miembro del estado noble. En este sentido, los Julián eran un linaje de infanzones afincado en Mirambel, desde donde partirían muchas ramas, entre las que estaba la que marchó hacia Vinaròs y entroncó con los Moles. Pascuala era natural de La Jana (dato que nos proporcionó el investigador y genealogista Joan Roig), población donde como veremos también existían diversas familias de idéntica condición social, y cuya heráldica local todavía se refleja en las portadas de algunas de sus casonas solariegas.

Los padres de don Rafael eran Gerónimo Ram de Viu (bautizado en 1731) y Mariana Pueyo, esta hija de Juan Pueyo y nieta paterna de don Francisco Pueyo Herrero, quien llegaría a ser Gobernador de Aragón, Virrey de Mallorca y Consejero de Guerra, además de miembro de un destacado linaje aragonés reconocido dentro del estado noble. Don Francisco fue caballero de la Orden de Calatrava, además de una figura importantísima que dio todavía más fuerza a la línea de los Ram de Viu, ya que el abuelo de Mariana, y su padre Juan (este bautizado en 1700), fueron personas notables que en el territorio aragonés gozaron de enorme influencia, hecho que en parte explicará los intereses sociales que la familia aguardó en su enlace con los Ram de Viu, pues no olvidemos que los abuelos del don Rafael (Jaime Ram de Viu y Ana Liñán Donoso), ya vieron su título de baronía reconocido en la primera mitad del siglo XVIII por Felipe V.

Hemos de destacar un punto de inflexión en este periodo, en el que la entrada del linaje en el siglo XVIII acabará convirtiéndose en un momento clave para los Ram de Viu. Recordemos que Jaime era hijo del regidor de Alcañiz Jaime Ram de Viu y Valls, esposo de Teresa Gombau Ayerbe, natural de esa misma ciudad.

Siguiendo los apuntes genealógicos que configuran la ascendencia del linaje, veremos que el regidor era hijo de Pedro Ram de Viu y Eugenia Valls, este a la vez vástago de Francisco Ram de Viu y Cándida Valls y Cubells, enlace clave producido durante el siglo XVII, y que permitirá que la descendencia de los Ram adquiera el señorío de Herbers y que como veremos décadas más tarde se transformará en la baronía que hoy conocemos. Cándida Valls de Cubells era otra integrante de la nobleza local, cuya familia poseía el señorío de Herbers desde finales del siglo XV, cuando Lucrecia de Cubells casó con Luis de Valls en 1484, de esta forma, el dominio de Herbers permanecería bajo el control de su casa hasta que finalmente los Ram de Viu se asociaron con ellos. No obstante su marido (Francisco), era primo de esta, con lo cual todo quedaba en casa, pues sus padres eran Pedro Ram de Viu y Magdalena de Valls y Cubells.

La genealogía de los señores de Herbers es sobradamente conocida desde el siglo XIII, por ello quisiéramos recrearnos en los datos que nos hablan de la proyección meteórica de los Ram de Viu, puesto que hasta el enlace celebrado con Cándida Magdalena, estos eran una familia de la nobleza local con notables aspiraciones y que finalmente consiguieron rebasar.

Hasta ese momento los Ram de Viu, o también designados como Viu en Alcañiz, tuvieron que pasar por un intervalo de diferentes generaciones que irían incrementando el poder del linaje. Al respecto, las referencias de Miguel Ángel Castán en su trabajo “Insaculados en las Bolsas de los Oficios de la Diputación del reino de Aragón en el siglo XVII”, son una muestra de esa información que nos permite ascender en la genealogía de los Ram de Viu hasta finales del medievo, al indicarse que don Francisco Ram de Viu y esposo de la referida Cándida Magdalena, obtiene ejecutoria de hidalguía en 1627. Esta mujer era nieta de los señores de Herbers Luis-March de Valls y de Cubells y Jerónima-Ángela de Brusca y Despuig.

Ascendiendo en los Ram de Viu, comprobamos que los padres de Francisco siguen estando afincados en Alcañiz, motivo más que fundado por el que no resulta un error decir que este linaje tiene como base de asentamiento durante muchas generaciones dicha ciudad, ya que es en ese reducido espacio geográfico donde el linaje crece socialmente.

Volviendo al trabajo de Miguel Ángel Castán, veremos como se nos describe la genealogía familiar de los Ram de Viu más antiguos, indicándose que este desciende del hidalgo Martín de Viu, marido de Ana de Avenia, hijo este a su vez de Mosén Juan Ram de Viu y la conversa Beatriz Cabrero. Cuestión que dispara las alarmas, ya que como solía ocurrir en este tipo de casos, no es descartable pensar en la hipótesis de que realmente el cambio de apellido que heredará ese Ram de sus padres no será un hecho casual, ya que veremos que es precisamente su madre quien portaba el apellido Ram, mientras que su padre el de Viu, cosa que precisamente pueda explicarse por los nexos judaicos del linaje.

Elemento que como indicamos no es la primera vez que veremos en este tipo de genealogías, y que podría explicar la inversión de apellidos, al haber alguna mácula que como sabemos de cara al Santo Oficio resultaba un gran inconveniente para aquellas familias que deseaban medrar.

Otro dato a tener en cuenta es que precisamente su hermano Alonso Ram de Viu casa con una prima hermana (Isabel), estrategia también muy habitual entre linajes conversos del siglo XV y primeras décadas del siglo XVI que buscaban insertar a sus integrantes sin necesidad de perder el estatus que conllevaba la pertenencia a su clan. De esta forma, en enlace de Mosén Juan de Viu y Catalina de Ram, es donde radicará la creación del apellido compuesto que ha llegado a día de hoy, y que como veremos hasta la la generación de Francisco y su consiguiente enlace con la hija del señor de Herbers, pasa desapercibido al emplearse el Viu, para consolidar su hidalguía y alargar con la incorporación del Ram, y que probablemente no traería tantos problemas de cara a su reconocimiento en la ejecutoria que presentarían delante de la Chancillería.

Visto de este modo, y partiendo de la hipótesis planteada, y que concuerda con las fases como cargos que los integrantes del linaje van adquiriendo (así como obviando el dato que consideramos apócrifo del señorío medieval de Quinto de Ebro que vincula a los Viu, pues se emplearía como propaganda social en el momento de querer insertar al linaje en la nueva sociedad nobiliaria, además de que la fecha asignada no encaja con el paso de las generaciones), tendríamos un conjunto de tres periodos en los que el linaje va creciendo y que a continuación pasamos a describir.

La que denominamos como primera fase arranca en el siglo XV (y que los papeles genealógicos posteriores de la familia a la hora de demostrar en las órdenes de caballeros ascienden hasta la primera mitad de siglo XIV e incluso con un señorío incluido), en el que una casa hipotéticamente conversa, y conocida con el nombre de los Viu, se inserta dentro del ámbito de la nobleza alcañizana, aprovechando con ello el enlace con Catalina Ram, donde posteriores generaciones, afincadas en el radio local, sellarán una serie de alianzas con linajes de la ciudad turolense pertenecientes al grupo de la nobleza local.

Francisco Ram de Viu, y que consigue que le reconozcan su hidalguía, casará con la hija de los señores de Herbers, inicio de la segunda fase de proyección de la familia (las más breves pero intensa en términos sociales) y que tras sus entronque con casas de la infanzonía aragonesa como los Gombau y Liñán proyectará a los Ram de Viu. En ese momento la influencia que estos jugaban ya nada tiene que ver con la época de los matrimonios que se gestaron durante el siglo XVI, marcando por tanto un punto de inflexión como veremos tras la época del reinado de Felipe V (primera mitad del siglo XVIII). Fase crucial y en la que el nombre de los Ram de Viu ya se asocia públicamente con la baronía que habían heredado como señorío de sus antepasados los Valls de Cubells.

La tercera y última etapa del linaje en términos sociales debemos de entenderla desde lo que supone haber entroncado con casas de la hidalguía aragonesa, y cuyo éxito se manifiesta con el enlace celebrado en 1774 con los Pueyo, llegando así hasta Rafael Ram de Viu, personaje con el que cesamos este estudio, pero del que podríamos seguir relatando más datos, pues conocida es la descendencia que florecerá de sus hijos antes de haber sido asesinado por los liberales a principios del año 1834 tras su defensa de las ideas carlistas.

David Gómez de Mora

Referencias:

*Castán Alegre, Miguel Ángel (2016). Insaculados en las Bolsas de los Oficios de la Diputación del reino de Aragón en el siglo XVII. Zaragoza: Institución Fernando el Católico

*Gómez de Mora, David. Genealogía de los Ram de Viu (inédito)

davidgomezdemora@hotmail.com

Mi foto
Profesor de enseñanza secundaria, con la formación de licenciado en Geografía por la Universitat de València y título eclesiástico de Ciencias Religiosas por la Universidad San Dámaso. Investigador independiente. Cronista oficial de los municipios conquenses de Caracenilla, La Peraleja, Piqueras del Castillo, Saceda del Río, Verdelpino de Huete y Villarejo de la Peñuela. Publicaciones: 20 libros entre 2007-2023, así como centenares de artículos en revistas de divulgación local y blog personal. Temáticas: geografía física, geografía histórica, geografía social, genealogía, mozarabismo y carlismo. Ganador del I Concurso de Investigación Ciutat de Vinaròs (2006), así como del V Concurso de Investigación Histórica J. M. Borrás Jarque (2013).