El presente artículo no tiene más
interés que realizar una conexión histórica entre algunas de las
familias que durante las guerras carlistas estrecharon lazos, dentro
de un municipio de la franja meridional de la provincia conquense,
sobre el que hemos conseguido averiguar muchísima información, a
través del estudio que ha realizado sobre el mismo Benedicto Collado
(2004).
Para nosotros en esta
obra se reflejan de manera pormenorizada, multitud de sucesos, que
resultan esenciales para comprender el desarrollo de variados
episodios acaecidos en el pasado, gracias a los que podemos
imaginarnos y aproximar variadas cuestiones, tanto de índole social,
económica como política.
Sin lugar a dudas, el
mérito del trabajo de Benedicto, hay que complementarlo con la ardua
labor que desde la perspectiva genealógica ha plasmado en la página
delpicazo.net, con su hermano Ricardo Collado.
Partiendo de estas dos
fuentes, que sin lugar a dudas favorecen la profundización y
reconstrucción de cualquier relato sobre un pasado que nos interesa
plasmar, conseguimos dar vida de nuevo a una serie de personajes que
el trascurso del tiempo había engullido en el olvido. Y es que más
allá de la geometría visual que gráficamente resalta un árbol
genealógico, el poder vincular una serie de nombres y apellidos, con un contexto histórico del que se conocen datos precisos,
cambia por completo el panorama a la hora de querer contar quienes
fueron esas personas o que hechos forjaron el destino de sus vidas.
Durante los años
treinta del siglo XIX, el carlismo ya se vivía con fervor en
variados focos de la geografía conquense. El Picazo era uno más de
estos puntos calientes.
Para nosotros lo
sorprendente ha sido cruzar datos sobre sus vecinos, y en los que en
repetidas ocasiones, hemos visto como se manifiesta una relación muy
estrecha entre determinadas familias (en las que no por designios del
azar), se aprecia como una parte de sus integrantes remaban en una
misma dirección ideológica, tal y como comprobamos con el tema de
la causa carlista.
Ese será el caso de
los Segovia y los Saiz. Dos linajes locales que se asentaron en este municipio. Los primeros en origen procedían
de Alarcón, mientras que los Saiz de Rubielos Altos.
El día 3 de
septiembre de 1834 acaeció un suceso que alterará la vida tranquila
del Picazo. Benedicto Collado (2004) entre las páginas 139-153 de su
libro, detalla la ocurrencia de un alzamiento carlista, como
resultado de que la milicia municipal salió al completo en dirección
a Campillo de Altobuey, tras ser atacada su plaza por una partida de
facciosos. Las consecuencias fueron graves, ya que los carlistas del
Picazo aprovecharon su ausencia…, el desarrollo de los hechos
acabaría saldándose con una víctima. Triste acontecimiento que nos
detalla su autor a través de la transcripción del expediente
judicial, donde se explican las posteriores condenas. Los sublevados
fueron acusados de propiciar un asesinato, resistencia a la justicia,
injurias, allanamientos de moradas y sustracciones de bienes que no
les eran propios.
La familia Saiz, junto
con los Pastor, Segovia y otras más, eran de las principales casas
conservadoras que en el ámbito político había en la localidad, y
que durante el siglo XIX representaron la Junta Carlista del
municipio. Benedicto (2004, 175) nos informa que entre los
integrantes de aquella Junta durante la tercera guerra carlista
estaban a su cabeza Don Gregorio Saiz, Don Mariano Miguel Blasco, Don
Estanislao Vallés Martínez, Don Julián Pastor Meneses, Don Gerardo
Saiz Saiz, Don Felipe Saiz Pastor y Don Isidoro Pastor Montejano.
El parentesco que
existía entre muchos de los componentes de aquellas familias era más
que estrecho. Así por ejemplo Gregorio y Gerardo eran primos
hermanos, y del mismo modo que su padre y su abuelo, siguieron
defendiendo la causa. Su tío Mariano Miguel, había casado con la
hermana de sus padres.
Por partes, de manera
resumida y aportando los datos que extraemos del trabajo de Benedicto
Collado, a través de la enumeración que hemos adjuntado en el árbol
genealógico de las familia Saiz y Segovia, remarcaremos algunos de
los datos que aquí queríamos esbozar sobre los integrantes del
conglomerado carlista del Picazo.
Genealogía de las
familias Segovia y Saiz (vinculadas con el carlismo)
Por un lado tenemos a
la familia Segovia, que descendía de una casa de arrieros que procedía
de Alarcón. Su asiento en el Picazo se da durante el siglo
XVIII. Los enlaces con determinadas familias del lugar ya nos hablan un
poco de sus políticas matrimoniales e intereses. Así lo vemos en el
caso de José Victoriano Segovia, que en la primera mitad del siglo
XIX casó con Manuela Rabadán, quien era hermana de Don Agustín
Rabadán Carrillo, así como hijos de Doña Rosa Pérez Carrillo.
Agustín en 1839 fue alcalde de la localidad.
El nieto de José
Victoriano y Manuela Rabadán sería José Segovia (1), conocido por
formar parte durante la tercera guerra carlista de la Junta local
(éste se encontraba sirviendo en las filas, aunque desconocemos si
participó en el ataque de Cuenca). Lo que sí sabemos es que este
miembro de los Segovia aparece citado en la lista de vecinos
sublevados, informando que su estado civil era el de soltero, como
que sus padres habían fallecido y se encontraba en disposición de
bienes. Y es que José no casará hasta una década después con
Dionisia Collado Pérez, con quien tendrá su primera hija que
resultará bautizada en 1887.
Suponemos que José se
acogería al indulto tras finalizar la contienda, tal y como por
norma general harían muchos vecinos que se enrolaron en
las filas. José pudo aprovechar el patrimonio que le dejó su
familia, siendo además hijo único, lo que acabó beneficiándole al
no tener que repartir sus tierras, a pesar de que sus padres
fallecieran en 1859 y 1857 respectivamente.
Y aunque éste fue de
los últimos vecinos que combatieron en el pueblo, no menos
importante sería el papel de los primos de su padre. Conocida es la
historia que nos relata Benedicto sobre el destino que corrió
Nicolás Segovia, quien participó activamente en la revuelta de
septiembre de 1834, y que como resultado de ello fue apresado y
acusado. Éste prestó declaración ante el Alcalde Mayor de Alarcón
en el Ayuntamiento del Picazo, en donde se encontraba en capilla para
darle muerte. Nicolás fue detenido por el Comandante de
la Brigada Móvil del Cabriel D.
José Joya, quien lo fusiló el 31-12-1834 en la plaza del
pueblo de acuerdo a la sentencia.
El hermano de Nicolás
fue Antonio Segovia (3), quien estuvo como alcalde de la localidad
durante dos años, concretamente entre 1846-1847, apareciendo también
en el listado de 1835, donde se hace una relación de los vecinos
involucrados con los alborotos ocasionados en el municipio. Parece
ser que las ideas se traspasaban como las costumbres, pues su hijo
José María Segovia (4) sabemos que también se involucró bastante
por la defensa del tradicionalismo, tanto que su matrimonio tampoco
resultó ser un hecho casual, pues entabló enlace con la señora
Manuela Saiz, hija de uno de los grandes personajes que abanderaron
este movimiento en El Picazo, Don Pedro José Saiz Parrilla.
Pedro José Saiz (5),
fue una persona destacada en el municipio, sabemos que disponía de
recursos, así como que fue alcalde al menos durante el año 1825.
Fue una figura clave en la rebelión carlista de 1834, pues de
acuerdo a los datos de los hermanos Collado, sabemos que los
integrantes del movimiento se reunían en su huerta (punto de
encuentro para conspirar) .
La cosa no acababa
aquí, pues sus hijos participaron en el ataque de septiembre de
1834, resultando todos finalmente detenidos. Gracias al expediente
judicial del caso que redacta Benedicto (2004, 152-153) sabemos que
Juan José Saiz (6), era un hombre casado y propietario de bienes,
que como sus dos hermanos acabó siendo condenado de presidio en
Valencia (con pena de 3 años).
Antonio Gregorio Saiz
(7), era el más joven. Trabajaba como labrador y por haber
participado de forma activa en la acción militar fue condenado al
igual que sus otros dos hermanos bajo pena de 5 años. Parece ser que
tras haber cumplido el dictamen y volver al pueblo, Antonio siguió
siendo una figura con cierto peso, pues éste ocupó la alcaldía
municipal durante los años de 1854, 1857 y 1858.
Por último, el tercer
hermano, Melitón Saiz (8), era el propietario de la taberna
del pueblo. Fue condenado a 4 años en Valencia, y junto
con su hermano Antonio Gregorio, habían casado con dos hermanas,
cuya familia parece ser que también guardaba lazos estrechos con las
ideas tradicionalistas.
Los hijos de los
referiros Juan José Saiz y Antonio Gregorio, fueron Gregorio Saiz
(9) y Gerardo Saiz Saiz (10), ambos primos hermanos, que continuando
con el ideario familiar, sumaban la tercera generación de carlistas. Éstos eran de los principales representantes que había al frente de
la Junta en el municipio poco antes de su disolución.
Una vez vista la
relación genealógica que había entre algunas familias, llama la
atención como a la hora de la celebración de los enlaces
matrimoniales, pesaba muchísimo el ideario político de sus
componentes. Pues a pesar de que no hemos desarrollado más la
cuestión con otros integrantes de estas familias, se aprecia un
claro nexo, que obviamente reforzaba una lucha de intereses, que a
nivel local no dejaba de ser importante. Añadimos como ejemplo que
la hermana de los apresados, María Pilar Saiz, casó con Lázaro
Collado Yubero (hijo de Domingo Collado Segovia). Remarcamos este
dato ya que el hijo de Lázaro y María fue Pedro Collado Saiz, quien
de acuerdo a los datos que nos proporcionan los hermanos Collado
Fernández, fue alcalde y juez durante varios años (1859, 1860, 1867
y 1868), además de Jefe del Partido Conservador en esta localidad.
David Gómez de Mora
Referencias:
-Collado Fernández,
Benedicto (2004). Picazo, un lugar en tierra de Alarcón. 373
páginas.
-Collado Fernández,
Benedicto y Collado Fernández, Ricardo. Genealogías del Picazo.
Elpicazo.net
-Archivo Diocesano de
Cuenca. Libro V de testamentos y entierros de la parroquia del Picazo
(1708-1734). P-2749