miércoles, 31 de julio de 2019

Apuntes sobre la familia Serrano-Gil de Valera de Abajo


Uno de los nombres que durante principios del siglo XVIII fue conocido en Valera de Abajo como sus alrededores tras el estallido de la Guerra de Sucesión, fue el de su vecino Don Juan Serrano Gil.

Ya hemos comentado en más de una ocasión la implicación que tuvo la tierra de Cuenca en los diferentes conflictos dinásticos que se han vivido a lo largo de la historia…, y es que si las guerras carlistas tuvieron una incidencia que ha resultado infravalorada por la historiografía general en muchas de las zonas rurales, la Guerra de Sucesión también se vivió con cierta intensidad en diversos puntos de la provincia, con especial fuerza durante la campaña de 1706, representando a la postre las raíces de lo que poco más de un siglo después será el caldo de cultivo de los movimientos carlistas en esta franja geográfica.

El cambio de poder en la Monarquía de los Hasburgo comportó una guerra extendida por buena parte de Europa, y de la que Cuenca no pasó desapercibida.

Con la muerte sin descendencia de Carlos II, Felipe de Anjou (miembro de la dinastía Borbónica) acabó siendo designado como el heredero oficial, por lo que se coronó con el nombre de Felipe V. Ante aquel hecho los Hasburgo presentaron su oposición a través de la figura del Archiduque Carlos, quien apoyado desde el extranjero, así como en el territorio peninsular con especial interés por los bandos foralistas, enmarcarían las dos cabezas visibles de un conflicto que sumió a las grandes potencias del continente.

Tengamos en cuenta que por ejemplo la ciudad de Cuenca fue saqueada y bombardeada por las tropas inglesas del General Hugo de Wildham, produciéndose además refriegas y combates entre las tropas inglesas y el vecindario de Huete.

Mientras tanto, durante el verano de 1706, y antes de que finalizara la primera fase del conflicto, las tropas antifelipistas se dejaron ver por nuestras tierras.

No nos cabe la menor duda que de ello quiso dejar constancia intencionadamente el párroco de la iglesia de Valera de Abajo,  cuando al escribir en verano de 1706 (concretamente en los fols. 57 v. – fols. 58 del libro de defunciones), relata los sucesos ocurridos en la población.

Recreación de la Batalla de Almansa. Foto: El Economista.

Según el autor, desde el 20 de agosto hasta el 17 de septiembre la población se vio sumida en una situación de temor y miseria, en donde no se sabía muy bien que podía pasar. Parece ser que en los campos de esta tierra se produjeron muchas muertes entre soldados, acompañadas por el saqueo de dinero de muchos vecinos, llegándose incluso a quemar varias casas de la localidad. De acorde al relato del párroco, en el pueblo se presenció la entrada de 4000 soldados a caballos y bagajeros, que generaron cuantiosos gastos y desperfectos a los habitantes del lugar.

La situación de guerra no ayudaría en nada a la economía local de una zona tan tranquila en la que por las descripciones que se reflejan en el libro de defunciones, sabemos que se pasó por momentos muy duros. Detallándose que los soldados “sacaron todo lo que quisieron de trigo de cebada (…), al vicario le quitaron cuantos vestidos tenía y alhajas en la casa de sus padres en que vivían sus hermanos (…) y que algunos desnudaron quitándoles hasta la camisa que tenían puestas sucediendo malos partos”.

Entre medio de aquel conflicto que rompió con la tónica natural de un pueblo rural, fue destacada la figura del Regidor Juan Serrano Gil, quien proclamándose defensor de la causa felipista, fue finalmente ejecutado por las tropas enemigas que entraron en la localidad.

De acuerdo a la partida de defunción que se anticipa a la descripción que realiza el párroco de Valera, se dice que Juan Serrano Gil, Regidor de esta villa, murió “de repente” confesando previamente a manos de los herejes de la Orden de uno de los Duques Austracistas. Según el párroco, Juan fallecía el 21 de agosto de 1706, luchando al Servicio de Felipe V, y mandando ser sepultado en la parroquia de Valera de Abajo.

La Gaceta de Madrid, en verano de 1707, nos informa de su ejecución con la pena de la horca, tras mostrar su fidelidad a Felipe V, suceso del que según parece tuvo noticia el propio monarca, por lo que acogió durante un tiempo a la viuda María Saiz de la Blanca en la Corte Real.

Noticia en la Gaceta de Madrid, verano de 1707

Su descendencia adoptó el apellido compuesto durante varias generaciones, moviéndose por diversos municipios de la zona, tal y como fue el caso de Albaladejo y Piqueras del Castillo. Todo esto a pesar de que el apellido Saiz de la Blanca gozaba de cierto peso en la historia del municipio de Valera, pues veremos a diversos integrantes de la corporación y del clero local como portadores del mismo.  Sabemos que una hija del Regidor se llamaba Margarita Serrano-Gil, quien casó con el vecino de Albaladejo, Bartolomé Ruiz-Tébar Campillo, y que celebró sus nupcias el lunes día 1 de enero de 1725. Bartolomé era hijo de Gaspar Ruiz-Tébar Gómez y Catalina Martínez Campillo (él era natural de Albaladejo pero con raíces en Iniesta, mientras que ella vecina de Honrubia, casando en este mismo lugar en primeras nupcias el 25-2-1706 con Diego de la Fuente). La hija de Bartolomé y Margarita Serrano-Gil fue María Antonia Ruiz Serrano-Gil, quien estableció enlace matrimonial con el piquereño Alonso de Checa y de Crespo, y cuya descendencia permanecerá en esta localidad bajo el apellido Checa.

Árbol de los Serrano-Gil de Valera asentados en Piqueras. Apuntes de la genealogía familiar



David Gómez de Mora

davidgomezdemora@hotmail.com

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Profesor de enseñanza secundaria, con la formación de licenciado en Geografía por la Universitat de València y título eclesiástico de Ciencias Religiosas por la Universidad San Dámaso. Investigador independiente. Cronista oficial de los municipios conquenses de Caracenilla, La Peraleja, Piqueras del Castillo, Saceda del Río, Verdelpino de Huete y Villarejo de la Peñuela. Publicaciones: 25 libros entre 2007-2024, así como centenares de artículos en revistas de divulgación local y blog personal. Temáticas: geografía física, geografía histórica, geografía social, genealogía, mozarabismo y carlismo local. Ganador del I Concurso de Investigación Ciutat de Vinaròs (2006), así como del V Concurso de Investigación Histórica J. M. Borrás Jarque (2013).