viernes, 30 de agosto de 2019

Don Matías de Barambio y Blanco

La familia Barambio es uno de los linajes destacados de la zona de Piqueras del Castillo y Buenache de Alarcón, que desde la segunda mitad del siglo XVII hasta bien entrado el XVIII, tuvo una importancia crucial en la sociedad rural de aquella época. En origen los Barambio nos remontan hasta la segunda mitad del siglo XVI, momento en el que aparecen en Buenache, conduciéndonos sus raíces hasta las tierras del norte de la Península.

Rápidamente y con el trascurso de escasas generaciones, sus integrantes supieron medrar socialmente, entablando una serie de matrimonios, que les ayudaron a obtener cierto estatus, hasta el punto de que varios de sus hijos pudieron costearse unos estudios que en aquellos tiempos no estaban al alcance de todos.

Así lo hicieron diversos de los componentes que se vincularon con una formación sacerdotal y teológica. Y es que la estirpe de los Barambio estará estrechamente relacionada con la clericatura que inicialmente fueron adquiriendo diversos de los representantes que portaron este apellido.

Poder asociarse al ámbito eclesiástico ayudaba a potenciar el nombre del linaje, y por lo tanto, favorecer la posición de sus descendientes en una sociedad bastante desigual. A grandes rasgos los Barambio no aspiraron a salir muy lejos de su demarcación natural, aunque no siempre fue así, ya que hubo algunos personajes de la familia, que adquirieron una fama destacada, siendo el principal referente Fray Don Francisco de Barambio. Éste llegó a ser maestro graduado de filosofía, además de logar el grado en teología por la Universidad de Alcalá de Henares, y posteriormente el doctorado. Don Francisco fue capellán mayor del convento de capuchinas de Madrid, además de un gran erudito que escribió algunas obras, como unos discursos filosóficos, teológicos, morales y místicos; además de una pieza atribuida a su persona, titulada “Casos reservados a su santidad”, y que debido a su contenido fue prohibida en 1694 (Apuntes, nº 450).

Don Matías, era sobrino del referido Fray Francisco de Barambio, aunque a diferencia de su tío, prefirió quedarse cerca de su casa, y pasar sus días en el municipio de Piqueras, donde ya parece que se establecerían sus padres, o al menos eso intuimos, por el hecho de que su padre Juan de Barambio (marido de Ana Blanco), es citado en el testamento de Don Matías, al pedir el clérigo como preferencia que su cuerpo descanse en la sepultura de la Iglesia de Piqueras, donde reposa su padre.

Sabemos que este cura mandó un total de 400 misas por su alma y la de sus familiares, cifra que ya nos revela parte de su poder. Don Matías dará a una prima dos viñas a cambio de una misa anual para el día de su onomástica junto con los bienes muebles que tiene en su casa de Buenache. También fundó un patronato de legos sobre una vivienda nueva que edificó en la villa de Piqueras. Según la referencia testamentaria, esta casa se hallaba en la plaza del pueblo, por lo que pensamos que debería ser una de las viviendas que hoy se ubican en dicho lugar.

Plaza del Ayuntamiento de Piqueras del Castillo. Google Maps, 2017

Su predilección por su sobrino Matías de Barambio, le hizo nombrarlo como primer sucesor de aquella fundación, él era hijo de Juan de Barambio y María López Martínez, vecinos de Buenache. Por aquel entonces Matías el sobrino del cura de Piqueras se encontraba residiendo en Valera de Abajo, y es probable que con su deseo de darle la casa a su sobrino, prefiriera que éste viniese hacia el pueblo, otorgándole también dos bueyes junto con una carreta, además de pertrechos de labor.

En su lecho de muerte, cuando Don Matías se ve enfermo y manda redactar su testamento el 4 de julio de 1752, pide que sus bienes restantes se otorguen en dos partes iguales, una para los hijos de su difunto hermano Miguel de Barambio, marido de María Saiz, junto con otro lote para su sobrino Pedro Hortelano de Barambio.

Finalmente, en un codicilo que manda elaborar el día siguiente, deja a la Iglesia de Piqueras 20 fanegas de trigo, así como otras 40 para ayudar a dorar el retablo mayor de la parroquia del municipio.

David Gómez de Mora

davidgomezdemora@hotmail.com

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Profesor de enseñanza secundaria, con la formación de licenciado en Geografía por la Universitat de València y título eclesiástico de Ciencias Religiosas por la Universidad San Dámaso. Investigador independiente. Cronista oficial de los municipios conquenses de Caracenilla, La Peraleja, Piqueras del Castillo, Saceda del Río, Verdelpino de Huete y Villarejo de la Peñuela. Publicaciones: 25 libros entre 2007-2024, así como centenares de artículos en revistas de divulgación local y blog personal. Temáticas: geografía física, geografía histórica, geografía social, genealogía, mozarabismo y carlismo local. Ganador del I Concurso de Investigación Ciutat de Vinaròs (2006), así como del V Concurso de Investigación Histórica J. M. Borrás Jarque (2013).