En el Archivo Histórico Nacional se encuentra uno de los documentos que mayor información nos ha aportado sobre una de las familias más influyentes y bien posicionadas en el Buenache de Alarcón de la segunda mitad del siglo XVI (los Pérez). Se trata de un conjunto de referencias históricas extraídas del expediente que se elaboró sobre este bachiller, donde podemos encontrar datos de interés, que inmiscuyen a varios personajes procedentes de su núcleo familiar.
Rascando la genealogía del interesado, aparecen reseñas sobre algunos linajes del municipio como los Saiz, Gómez, Santacruz, Rubio, además de los citados Pérez. Sobre las tres primeras casas ya hemos dedicado varios artículos, que nos acercan un poco a la realidad social de unos integrantes cuyo modelo de vida ruralizado se movía entre el día a día de unos labradores con patrimonio que ansiaban ver como algunos de sus hijos pudiera engrosar las filas del clero, pretendiendo poner en alza el nombre del clan, lo que mejoraría más si cabe su reputación y futuras políticas matrimoniales.
Recordemos que los Saiz eran una estirpe de cristianos viejos, cuyo origen se remonta a tres líneas distintas. Por otro lado, los Gómez se convirtieron en una de las tantas familias involucradas con el brazo eclesiástico de este municipio y Barchín, apoyando su nombre en la figura del beneficiado Juan Gómez. No obstante, ello no evitará que en algún testimonio se les acabe señalando parentalmente con el nido converso de Garcimuñoz, pues un hermano del beneficiado y que se llamó Hernán Gómez, casó en esta localidad con Juana Gómez, de quien se dice que su padre era converso.
Respecto a los Santacruz, sabido era que se trataba de una familia morisca, sobre la que se cebarán algunos de los testigos presentes en el referido expediente, pues tirarán de la manta a la hora de deslegitimar las aspiraciones del don Alonso y su familia, al portar entre sus antepasados sangre de este linaje.
No nos cabe duda de que los Pérez y los Rubio fueron dos casas que durante la segunda mitad del siglo XVI acapararon ciertas influencias incluso fuera del ámbito local, fenómeno que seguramente conllevaría envidias y enemigos, por los que se les sacará a relucir todo sambenito posible, cosa que no negaba su veracidad, pues los ejemplos citados son realmente pruebas que confirmarían la sangre judía de algunos de sus ancestros.
No cabe duda de que los Pérez gozarán de un enorme prestigio, pues algunas de sus ramas ocuparán puestos importantes, pactando enlaces matrimoniales con miembros de la burguesía local. El bachiller Alonso Pérez falleció en 1599, mandando un total de 400 misas, además de dejar una fiesta para el día de San Gerónimo (nombre de su sobrino), y solicitar semanalmente una de por vida en su memoria. Éste se enterró en la sepultura de su madre, María Pérez, creando a su vez una capellanía y memoria perpetua. Por otro lado, el primo de su madre, el señor Juan Pérez (marido de Catalina Pérez Pastor), también gozaba de buena posición. Murió en 1621 fundando una memoria perpetua, solicitando descansar en la sepultura que poseían los Pérez, y donde ya estaban tanto los cuerpos de su padre como esposa.
Genealogía de los Pérez de Buenache (apuntes genealógicos). Elaboración propia
En cuanto a los Rubio ya desde los primeros siglos la familia adquirió un peso destacado en Buenache. De acuerdo a los datos que nos proporciona el expediente de finales del siglo XVI de Alonso Pérez Pérez, se dice de este linaje, que su origen se encuentra en la cercana localidad de Valera, siendo parientes de los de Buenache y una de las familias mejor posicionadas. Conocemos la figura de Quiteria Rubio, quien en 1648 celebra sus nupcias con el noble don Matías de Buedo y Ruiz de Alarcón. Quiteria era hija de Luís de la Parra y Catalina Martínez de la Parra, e invocó al apellido de su abuela materna (la madre de Luís), Quiteria Rubio Martínez, quien había casado en 1581 con Juan de la Parra, y que era hija a su vez de Pedro Pérez y Juana Rubio. La mujer de don Matías tuvo por tia-abuela a Juana Rubio, quien estaba casada con el hidalgo don Andrés de Zafra.
Entre los personajes que nos interesan, tampoco podemos pasar por alto a Baltasar Rubio, procurador de la villa, y fallecido en Granada durante 1584. Éste solicitó enterrarse en el Hospital de Santa Ana de Granada. Creó dos memorias perpetuas, además de mandar 150 misas.
Sobre los Pérez, leeremos como muchos testigos aseguraban que todos sus ascendientes estaban limpios de sangre judía o mora, incluso uno matiza que eran “más limpios que los médicos (Pérez) que han venido y no saben de dónde son”. Un testimonio en relación al padre de Alonso, dice que “a los parientes de Álvaro Rubio, como son Jaime Pérez, el cual Jaime Pérez era muy hidalgo, y el dicho Julián Pérez era por la madre primo hermano del dicho Álvaro Rubio”. Los orígenes de Alonso nos remontaban hasta su bisabuelo Juan Pérez, esposo de Juana Saiz de los Abades, de quien se decía que era descendiente de los Pérez de Barchín, “cristianos viejos de toda la vida”.
David Gómez de Mora
Bibliografía:
- Archivo Histórico Nacional. Sección Universidades, 533, expediente nº4
