martes, 25 de agosto de 2020

El linaje Flores en Buenache de Alarcón. Notas genealógicas

A lo largo de diferentes artículos hemos destacado la importancia que han jugado las políticas matrimoniales entre determinados grupos de familias en esta localidad con el trascurso de los siglos. Una estrategia de carácter social, que muchas veces reportaba beneficios a sus descendientes, bien fuese por la posibilidad de heredar un lote de tierras, o poder contar con una ayuda para cursar unos estudios religiosos. El caso que nos ocupa es bastante interesante, ya que implica a tres apellidos que desde el siglo XVI los veremos estrechamente asociados.

Ambos tienen en común el hecho de que en algún momento de su historia han reivindicado ser poseedores de una hidalguía, que como veremos en determinados casos, ha llegado a ser plasmada a través de documentación paralela, sin necesidad de quedar reflejada por vía oficial, como podría suceder con una ejecutoria de hidalguía. Yendo por partes, el caso que ocupa a los Flores podría explicarse por el hecho de que estos exigían un tratamiento como miembros del estado noble, seguramente en respuesta a las acusaciones que veremos volcadas contra la familia cuando uno de sus descendientes será tachado de conversos por el Santo Oficio. El suceso se origina durante el siglo XVII, y en el mismo se indica que el antepasado más cercano con este apellido, Hernando de Flores, tenía el reconocimiento de caballero hidalgo. 

No obstante, como decimos la información sale a colación de la acusación que inmiscuía al personaje como hijo y sobrino de una familia de raíces judías, sobre la que poco o nada sabemos hasta la fecha. De acuerdo con las referencias que parten de los testimonios que intervienen en el interrogatorio de esa limpieza de sangre, veremos como Alonso de la Osa y Miguel García (vecinos de Buenache), junto con Diego Pacheco (este de Huete), apuntan a que el padre de Hernando de Flores era converso. Del mismo modo se señala que su tío paterno, Miguel de Flórez acabaría siendo penitenciado por idénticos motivos (AHN, fol. 38). No sabemos que hay de cierto en las referencias que se adjuntan en la defensa de la familia implicada en esa investigación por lo que concibe a su hidalguía, no obstante, Hernando de Flores se dice que fue alcalde de la población al menos entre los años 1550-1551, además de regidor en 1535. Al respecto, un testigo incluso llega a precisar que este llegó a Buenache sobre 1518, viviendo un tiempo en Cardenete con un medio hermano suyo llamado fulano de Villaviciosa.
 

Grabado alemán sobre la masacre de Lisboa de 1506 

Junto a estas fuentes, se adjuntará una hoja, que según se dice era un traslado de una lista de los antiguos miembros de la nobleza que había empadronados en la localidad, con la particularidad de que precisamente se incluye el nombre de Hernando de Flores. De ser así, este tipo de documentos en muchas ocasiones era prueba más que suficiente para que un descendiente consiguiera ser aceptado como hidalgo, a pesar de que la base sobre la que se sostuviera fuese de dudosa credibilidad. 

En esta misma línea se movería el apellido Muñoz, otro de los históricos de la localidad, y que en esa escueta lista de caballeros hidalgos, también aparece citado bajo la figura de Pedro Muñoz, vecino bonachero, cuya descendencia gozó de cierta posición en el pueblo. Con ello ya casi todo estaba dicho, pues no olvidemos que a los Hortelano se les citará en la ejecutoria de hidalguía de la familia Castillo-Reyllo como ejemplo de un linaje que estaba siendo víctima de la inoperancia por parte del poder local, a la hora de no hacer una distinción de estados o grupos sociales, pues denunciaban que familias como ellos no eran reconocidas como miembros del estado noble, puesto que en el lugar se ignoraba cualquier tipo de distinción entre los vecinos que habían de pechar, respecto de aquellos que estaban exentos por ser portadores de tal privilegio. 

Mateo Muñoz de Flores, fue mayordomo del Duque de Béjar. Este era hijo de Mateo Muñiz e Isabel Hortelano. Por otro lado Fernando de Flores confesaba el día 22 de agosto de 1523 que era hijo de padre converso, además de que su tío paterno (Miguel de Flórez), había sido penitenciado por el Santo Oficio. Su esposa Mencía de la Muela fue quemada por la Inquisición de acuerdo con el testimonio de algunos vecinos que habían recibido esa información de manera oral. 

Queda claro que la familia pudo haberse establecido como tronco del linaje durante la primera mitad del siglo XVI, un relato que va en contra del que intentarán aportar sus descendientes en el momento en que decían que existían varias líneas. Recordemos que incluso un familiar afirmaba que en un lugar como Buenache no había 2 ó más personas llamadas y apellidadas por igual, de ahí que existía un único progenitor. 


Árbol genealógico de la familia Flores de Buenache de Alarcón (elaboración propia a través de referencias recogidas en los libros parroquiales, apuntes de la genealogía familiar, así como notas sueltas sobre el linaje) 

Entonces, ¿Quiénes eran en realidad los Flores?. Gracias a las referencias que se recogen en el proceso de Inquisición, y mediante los datos que nosotros hemos podido ir recabando, sabemos que algunos de los integrantes conseguirían enaltecer su estatus, tal y como es el caso de Francisco Muñiz de Flores, de 38 ó 39 años de edad, quien decía en las informaciones de 1661 que este “tomó el apellido de Francisco de Flores y Pedro Hortelano de Flores, vecinos de Honrubia y primos suyos por ser su apellido más rumboso que el de Muñiz que es el suyo propio por asistir dicho apellido de Flores a la casa del Duque de Béjar, de quien fue criado y muy válido suyo de suerte el dicho Mateo Flores que tomó este apellido de línea transversal” (fol. 210, AHN). 

Parece ser que Hernando, y que sería sin lugar a dudas el progenitor de la familia, trabajaría como sastre, ejerciendo sus labores en un taller de tejedores, donde probablemente tendría ocupados a una parte de sus hijos. Hernando gozaría de cierta reputación en el municipio a pesar de ser la primera generación afincada, pues en el año 1535 ya figura como regidor, además de alcalde entre 1550-1551. 

Suponemos que sus vínculos con los Hortelano no serán casuales, debido a que estos eran comerciantes, que como ya pudimos apreciar a través de una causa de Inquisición, se les acusaba de comercializar con textiles infringiendo determinadas obligaciones que había establecidas en la población. 

La alianza entre los Hortelano y los Flores sería bastante estrecha por lo que respecta a la simbiosis de sus intereses económicos, donde cabría sumar el papel ejercido por los Muñoz o Muñiz, una familia con posibles de la localidad, y cuya reputación por aquellos tiempos estaba en alza. Recordemos que este triángulo se cerraría con las alianzas matrimoniales pactadas entre los Muñoz y los Hortelano, de donde saldrán algunas líneas genealógicas que solaparán el apellido, que por lo tanto unían a estos tres clanes dentro de una misma red parental. Por ejemplo en 1611 fallecía María Muñoz, esta era mujer de Francisco Saiz, así como nuera de Pedro Sánchez y María Saiz de Flores. 

En 1628 el alcalde de la localidad fue Diego Muñiz Hortelano. Recordemos que su familia estaría estrechamente relacionada con el clero, tal y como apreciamos en algunos de sus descendientes. Mención a parte merece el testamento del padre don Pedro Hortelano, clérigo que mandó enterrarse en la sepultura de sus padres (que estaba junto al púlpito), y que se hizo cargó de 210 misas, además de pagar los costes de una casulla para la iglesia del municipio. 

David Gómez de Mora 

Bibliografía: 

* Archivo Histórico Nacional. Informaciones genealógicas de Pedro del Castillo Reyllo y de María Saiz Chicano. Inquisición, 1551, expediente 6. Año 1661. 

* Archivo de la Real Chancillería de Granada (301-130-12). Ejecutoria de don Diego Ventura Joseph del Castillo y Reyllo Villaviciosa y Collado

davidgomezdemora@hotmail.com

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Profesor de enseñanza secundaria, con la formación de licenciado en Geografía por la Universitat de València y título eclesiástico de Ciencias Religiosas por la Universidad San Dámaso. Investigador independiente. Cronista oficial de los municipios conquenses de Caracenilla, La Peraleja, Piqueras del Castillo, Saceda del Río, Verdelpino de Huete y Villarejo de la Peñuela. Publicaciones: 25 libros entre 2007-2024, así como centenares de artículos en revistas de divulgación local y blog personal. Temáticas: geografía física, geografía histórica, geografía social, genealogía, mozarabismo y carlismo local. Ganador del I Concurso de Investigación Ciutat de Vinaròs (2006), así como del V Concurso de Investigación Histórica J. M. Borrás Jarque (2013).