Entre las muchas familias que hemos estudiado en la historia de este municipio, una de las más antiguas e importantes, es sin lugar a dudas la de los Zamora. Una estirpe de labradores y ganaderos que al menos desde el siglo XV estaría afincada en este lugar. Sobre sus orígenes conocemos dos artículos publicados por José Antonio Espejo Zamora en la página parroquiasierranevada.blogspot.com, donde se extraen datos de sumo interés relativos a la probanza de hidalguía de Jorge de Zamora, y que posteriormente se profundizan en una segunda parte con una entrada que lleva por título “Linaje Zamora”. No cabe duda que la posición privilegiada de esta estirpe radicaba en la pleitesía mostrada al señor de Piqueras, pues sabemos por los testimonios recogidos en los artículos de la referida documentación, que su familia llegaría a vivir dentro de la torre del municipio tras ocupar el cargo de alcaide. Obviamente esto hubo de ser un catalizador social que catapultaría a la descendencia del linaje.
Gracias a las reseñas que hemos consultado en el fondo del Archivo Diocesano de Cuenca, queda claro que los Zamora desde épocas tempranas ocuparon cargos destacados como alcaldías o regidurías, ostentando por ello algunas líneas un patrimonio agrícola que les servirá para subsistir sin complicaciones. Su genealogía más remota ha sido estudiada por Sebastián Hernández de Luján, quien nos ha proporcionado datos sobre la ascendencia de Esteban de Zamora, marido de Quiteria de la Orden. Este Esteban era hijo de Pedro de Zamora y Quiteria Mateo.
Obviamente el relato que hace ascender a la familia del Conde don Fernando de Aguilar y su esposa doña Urraca de Saavedra, es a estas alturas insostenible desde la perspectiva historiográfica, respondiendo más bien a una estrategia de promoción del linaje y que como saben los investigadores versados en genealogía, era un argumento habitual a la hora de querer legitimar el honor e importancia de cada casa de la nobleza que intentaba proyectarse. Es por ello que a partir de la generación de Fernando de Zamora e Inés de Padilla, deberíamos más o menos empezar a plantear muchas dudas acerca de su verdadero origen. Siguiendo las informaciones de algunos testimonios (y siempre dentro de esta corriente alimentada por el interés de engrandecer el pasado familiar) los Zamora se harán descender de la casa de los Valencia.
No olvidemos que la raíz de la hidalguía de este linaje radicaba en el propio don Juan, tal y como mencionará un testigo de Valera de Yuso. Y es que los buenos servicios debían de pagarse de alguna manera. Otro dato que no podemos pasar por alto, y que como ya hemos visto sucederá en muchísimos municipios, es el de sus intentos por querer desvincularse de las diferentes líneas que tenía la familia, hecho que apreciamos cuando se da a entender que en un lugar tan pequeño como Piqueras había dos ramas diferentes con idéntico apellido. Algo ilógico en un vecindario que ni tan siquiera sobrepasaba el centenar de casas. Un hecho que se demuestra claramente cuando Pedro de Zamora (testigo que interviene en el pleito de Jorge de Zamora) decía ser pechero por no habérsele “dado nada y dejar perder” la posibilidad de sacar una prueba de nobleza, a diferencia de la línea de sus parientes. Esto demostraría que había una línea noble y otra “plebeya” residiendo en el mismo enclave, pero no por ello sin dejar de guardar un mismo origen familiar. Al respecto, en el expediente de la orden de Santiago para el ingreso de don Pedro de Cevallos Escovedo de Zamora, y que se recoge en el artículo del blog de parroquiasierranevada, leemos que el alcaide de los hidalgos de Villanueva de la Jara dice en 1613 que “todos los Zamora de esta tierra a quienes este testigo conoce, como son los del Cañavate, los de San Clemente, Alcaraz y Cuenca sabe son tales hijodalgos”, al estar conjuntamente ligados por vínculos familiares.
Escudo de los Zamora en Cuenca. Imagen de parroquiasierranevada.blogspot.com
La llegada de los Zamora a estas tierras se producirá a finales de la Edad Media, cuando según el piquereño Pedro de Zamora, sus antepasados procedentes del mismo lugar del que portaban su apellido, trayendo consigo criados, acabaron estableciéndose en el área conquense. No sabemos que hay de cierto en esa historia, por ello este testimonio se apoyará en la información del pleito que su tío Diego mantuvo con el concejo de Vara de Rey, y en el que se invocará a que el abuelo del susodicho se crio junto a Lope Ruiz de Alarcón, a quien suponemos le acompañaría como uno más de sus fieles escuderos.
En cuanto a la línea de Piqueras, Sebastián Hernández de Luján ha sido uno de los primeros estudiosos que se ha preocupado en desentrañar la descendencia de esta familia, aportándonos como dato que Pedro de Zamora (y que era sobrino de Diego García de Zamora), tenía un padre que se llamaba y apellidada igual que su tío. Pedro casó con Quiteria Mateo, dejando por descendiente a Esteban de Zamora, esposo de Quiteria de la Orden, quienes a su vez tendrá por vástagos a Pedro de Zamora, María de Zamora, Juan de Zamora, Ana de Zamora y Alonso de Zamora (este último marido de Isabel Moreno).
Nosotros por nuestra parte hemos investigado los libros más antiguos de bautismos y matrimonios que existen de la villa de Piqueras, y la conclusión a la que llegamos, es que por la repetición de los nombres y viendo su escaso vecindario, apreciamos como todos estarían asociados a un mismo tronco, tal y como se desprende por el testimonio de Pedro de Zamora o el alcalde de la Jara, y que no hacen otra cosa más que ratificar ese dato. Al respecto, sólo por línea de varón vemos como entre los años setenta y ochenta del siglo XVI se producen al menos cinco enlaces que dejarán varios hijos: Juan de Zamora con María de Zamora; Diego de Zamora y Catalina López (de donde nacerá Diego de Zamora, casado con Isabel de la Fuente en 1608); el citado Esteban de Zamora, marido de Quiteria de la Orden; Esteban de Zamora y María López (cuya hija María de Zamora casaría con Simón Herráiz en 1606), así como Diego de Zamora -el mozo- marido de Ana Saiz, y que entre sus varios hijos tendrán a Juan de Zamora, esposo de María López a partir de 1627.
Recordemos que los Zamora poseían un vínculo que estuvo relacionado con Diego de Zamora y Aguilar (vecino de Iniesta), y que venía asociado con la fundación de Pedro de Zamora y su esposa Quiteria Mateo, pues no olvidemos que estos eran antepasados suyos. Sabemos que Esteban de Zamora no fue el único hijo de Pedro y Quiteria, pues descubrimos que tendría al menos dos hermanas y que siguiendo la costumbre de Piqueras, pudieron intercalar el apellido de la familia sin necesidad de recaer el del padre por línea recta de varón. Estas fueron Catalina López y Quiteria de Zamora.
Otro dato de interés es que durante el año 1765 Julián de Zamora figura como hijo de un Esteban de Zamora que era descendiente de esta familia y que testó en 1754. Julián tenía además otros hermanos que se llamarían Esteban de Zamora y Ana de Zamora. Ana era la mujer de Pedro Ruiz de Alarcón, quien dejaría por descendiente a Pedro José Ruiz de Alarcón, una de las familias mejor asentadas que había por aquellas fechas en Piqueras del Castillo.
David Gómez de Mora
Bibliografía:
* Archivo Diocesano de Cuenca. Capellanías y fundaciones de Piqueras del Castillo (1759-1769). P-2593, Sig. 130/13
* Archivo Gómez de Mora-Jarabo. Apuntes de la genealogía familiar. Inédito
* Archivo Histórico Nacional. Orden Militar de Caballeros de Santiago. Expediente 1947, Pedro de Cevallos Escobedo de Zamora, natural de Ocaña
* Archivo de la Real Chancillería de Granada. Pleito de hidalguía de Jorge de Zamora, sig. 4882-06
* Espejo Zamora, José Antonio (2014), “Probanza de hidalguía de Jorge de Zamora”. En: http://parroquiasierranevada.blogspot.com/2014/01/piqueras-del-castillo-valera-de-yuso.html
* Espejo Zamora, José Antonio (2015) “Linaje Zamora”. En: http://parroquiasierranevada.blogspot.com/2015/06/linaje-zamora.html